Capítulo 7

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Adelyn West

—¿Qué haces aquí? —mi voz salió mucho más fría de lo que imaginé.

—Pensé que te alegraría verme después de tantos años Isabella —sus ojos no me reflejan nada y es lo que más me duele, ver en lo que se convirtió.

—No me llames así —reproche alzando un poco la voz, pero ella solo me sonrió negando con su cabeza, sin duda su sonrisa no era la misma que veía todas mis mañanas de pequeña. Ella me sonreía de la misma manera que lo hacía Atkins y eso dolía como el maldito infierno.

—No le hables así a tu nana pequeña, no te eduque de esa forma ¿no lo recuerdas? —se acercó más a mí y rápidamente retrocedí.

—Tú no eres mi nana, ella murió cuando yo tenía 6 años —la veía con tristeza al recordar esos momentos.

—Yo no estoy muerta Isa, estoy aquí contigo —sus ojos me veían directo al alma, como si pudiera ver todos mis pecados y mis más profundos secretos —Que acepte quien soy realmente no significa que muera, podemos estar juntas de nuevo solo tienes que asumir y vivir con lo que el destino te impuso —se acercó nuevamente a mí y esta vez no retrocedí, tomó mi mano, pero aún así no puse ninguna resistencia porque extrañaba tanto a esta mujer que necesitaba sentirla cerca de mí como antes aunque sea por un momento.

—Adelyn Isabella West Brown —escuchar a mi padre me hizo reaccionar y quitar mis manos de las de ella y dar un paso atrás —ven aquí en este momento —le miré unos segundos, pero no me acerque a él. Observe a mi alrededor y nadie veía la escena, era como si no estuviéramos ahí. Pero sentir la mirada de alguien quemándome solo me confirmo que una persona si se había percatado de lo que estaba ocurriendo y ese es Demián Verslov que veía la situación intrigado.

Volví a la realidad y hablé rápido al darme cuenta de que si algún habitante de Grytviken descubre un oscuro dentro del territorio causaría un gran problema.

—Mary no quiero volver a verte por aquí, te pido que te vayas y no vuelvas a buscarme —dije mis palabras sin verla a los ojos porque simplemente no era capaz de hacerlo, me echaría a sus brazos aun sabiendo que en realidad no es la persona que amé.

—Eso no es lo que quieres pequeña, me extrañas tanto como yo a ti —su aura oscura y su voz llena de maldad muestra lo que es verdaderamente, pero ella tiene toda la razón, aunque yo no puedo estar cerca de ella por más que quisiera que fuera así —sé que te interesa saber que le ha pasado a la familia que cuida el mundo normal y si quieres saberlo ven el sábado a casa y te lo contaré todo —sus palabras salieron en un susurro para que solo yo pudiera escucharla.

Iba a responder, pero ella rápidamente besó mi frente y desapareció, me quedé estática por un momento al recordar que siempre hacia eso cuando era una niña, pero sabía que solo era una estrategia para que aceptara ir a su casa, me conoce demasiado bien. Regrese a la realidad cuando escuche los pasos de mi familia acercándose, sacándome del trance en el que estaba.

—Adelyn no quiero volver a verte cerca de esa mujer, sabes que es oscura y puede hacerte daño —mi padre me sostenía del brazo muy fuerte mientras me hablaba y por la fuerza que estaba haciendo seguro quedaría una marca.

—No olvides que yo también soy oscura papá y ahora por favor suéltame, me estás lastimando — dije tratando de soltarme de su agarre.

—Ella nunca te quiso Adelyn, siempre busco solo su beneficio, se aprovechó de ti y lo sabes —habla bruscamente y sé que su preocupación lo está haciendo decir todo esto y comportarse así, pero sus palabras estaban taladrando donde más dolía —esa mujer es solo una escoria más de Atkins— estas palabras bastaron para que toda mi sangre comenzara a hervir.

Reina de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora