Adelyn West
Toqué el timbre una vez más esperando alguna respuesta que nunca llegó, un suspiro de cansancio salió de mi boca y rendida me di la vuelta para irme de ese lugar, sabía que había sido un error venir.
Al darme la vuelta mi cara chocó con un pecho firme y por el susto retrocedí, logrando que mi pie se deslizará con la poca nieve que había en el suelo y que mi cuerpo perdiera el equilibrio.
Unos brazos tomaron mi cintura y me acercaron a su ejercitado torso deteniendo la caída, pero quedando su rostro a pocos centímetros del mío, mi mirada viajó desde sus bonitos ojos verdes hasta sus labios hinchados y con un tono rosa que pedían a gritos ser probados, tragué grueso al imaginarme cómo sería besarlo y su mirada también estaba fija en mis labios haciendo que muerda delicadamente de ellos por instinto y logrando que sus ojos se oscurezcan por un momento.
Demián al darse cuenta de la situación en la que estábamos, carraspeo sacándome también de la ensoñación y haciendo que me suelte de su agarre y me aleje de su cómodo cuerpo.
-Lo siento -murmuré nerviosa.
-¿Qué quieres West? -su tono frío hizo que mi cabeza volviera a la normalidad y mi rostro inexpresivo saliera a la luz.
-Proponerte un trato -respondí tajante esperando su respuesta pero él solo me miraba con confusión -¿Me dejas pasar o te lo cuento mientras nos congelamos? -subí una ceja interrogante y pude ver una sonrisa que se asomaba en su cara que rápido oculto.
Paso a mi lado y abrió el portón viejo que en cualquier momento se caería a pedazos y me hizo un ademán con su cabeza para que entrara, obedecí y lo seguí hasta dentro de la casa en la que ya había estado antes, es sumamente hermosa con esos acabados rústicos pero elegantes a la vez, lástima que la soledad, frialdad y tristeza se asomen en cada rincón, sin duda necesita vida, al igual que el chico que vive en ella.
-¿Te ofrezco algo de tomar? -lo vi fijamente y dudé en decirle que sí, luego de lo que ocurrió en casa de Andrews estaba muy sedienta, como si leyera mis pensamientos, agregó -Nada tiene veneno por si te lo preguntas -soltó divertido mientras se dirigía a lo que creo es la cocina.
Le seguí y abrí mis ojos sorprendida al ver lo bonita que estaba decorada y lo grande que era, todos los utensilios ordenados de manera perfecta, la isla de la cocina es de mármol y se ve que está muy reluciente y el comedor con gran cantidad de sillas que supongo siempre están vacías porque es el único que vive aquí.
-Toma, es chocolate caliente y seguro te ayuda con el frío -dejé mi inspección cuando me entrega la taza llena de ese líquido marrón, de el que aún sale vapor y por un instante nuestras manos se rozan provocando una corriente por todo mi cuerpo que estoy segura también sintió ya que se alejó rápidamente.
-Gracias -susurré mientras volvía a ver todo el decorado del lugar, estaba impresionada con lo bonito que era.
-¿Y bien? -su voz volvió a interrumpir mi recorrido y le dediqué una mirada de confusión -¿Cuál es el trato? -pregunto con intriga.
-Oh eso -me acomodé en una de las sillas de la isla quedando frente a él y volví a hablar -Voy a ayudarte a descubrir qué le paso a tus padres y quiénes son los culpables de su muerte -dije viéndolo fijamente y esperando su reacción.
-¿Por qué la reina se tomaría el tiempo de hacer eso por mí? Solo soy un simple peón más -su voz llena de burla falsa hizo que una mueca de asco se formara en mí, al recordar que ese tono ocupaban siempre conmigo.
-No lo hago por ti -dije borde y su rostro inexpresivo volvió otra vez -Hace dos años que estoy buscando a los señores Verslov hasta debajo de las piedras -confesé y seguí hablando al ver un poco de duda asomarse en sus ojos -Muchos mortales de un día a otro comenzaron a aparecer muertos en diferentes partes de la ciudad, al principio pensé que no era algo de lo que debía preocuparme pues demasiadas causas pueden provocar que dejen este mundo -dije recordando como comenzó todo.
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Reina de dos mundos
RandomDespués de una terrible guerra en la que no solo se perdieron miles de vidas inocentes sino también la unión que había en el mundo, el destino de muchos tomó un rumbo distinto. Ahora hay una reina que todos necesitan pero no todos aceptan, comenzand...