Capítulo 6

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—¡Jonathan sigue nadando! —le gritaba Scarlet.

—¡Más rápido! —gritaba Jaeden.

Yo no podía hablar, el miedo se apoderaba de mi. Jonathan estaba cerca de la costa cuando un tiburón lo mordió por el costado. Se escuchaban los gritos de él. Otros tiburones lo mordieron de piernas y brazos, alimentándose de él.

—¡Nooo! —gritó su hermana e intentó lanzarse al agua.

Jaeden y yo la tuvimos que sostener de los brazos mientras ella gritaba y lloraba. En unos segundos ya no estaba Jonathan. Solo se podía ver el lago pintado de rojo por su sangre.

—Scarlet siéntate —le dije.

—¡No, es mi hermano!

La abracé.

—Ya sé que duele.

Ella se sentó, aún llorando. Yo me senté junto a ella acariciándole el cabello. Los tiburones comenzaron a nadar de nuevo hacia nosotros. Uno nadó al lado del bote. Tenía los dientes llenos de sangre, y me miró con unos ojos diabólicos. Como si me quisiera decir "no nos pueden engañar".

Habían pasado unas horas. Scarlet tenía su cabeza sobre mi hombro. Tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Jaeden estaba mirando a los tiburones. Parecía que los estaba estudiando.

—¿Cómo saldremos de aquí? —le pregunté en voz baja.

—No lo sé — se pasó las manos por la cara—. Creo que lo mejor es esperar a que se cansen y se vayan.

—¿Que se vayan? ¿Acaso no ves que enserio quieren devorarnos? Ellos no se van a ir.

—¿Y qué quieres que haga? No podemos remar hasta la costa y mucho menos hacer la tontería que hizo Jonathan.

—¡Jaeden! —le dije señalando a Scarlet con los ojos.

—Lo siento —dijo él, pero a Scarlet no pareció importarle.

—¿Crees que si les da hambre se vayan? —le pregunté a Jaeden.

—Pss. No dudes que si les da hambre rompan el bote y nos maten.

Yo no me quería rendir. Así que continué pensando en posibles soluciones.

 Así que continué pensando en posibles soluciones

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Rodeados de TiburonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora