Mi Deseo es estar junto a ti

capítulo 5: Una verdad mortífera

— me ire mañana al amanecer...— fue una gran impresión para mi, el no se quedaría mas tiempo, en ese instante puse mi mano sobre mis labios y sentí como mis lagrimas se desbordaron de mis ojos. Mientras el se acercó tratando de consolarme y mirarme con pena.

"Milk"

— Milk, por favor no llores... regresare dentro de unos años — esa frase fue como hechar sal y limon a mis heridas. Que lloré con más intensidad.

El se me acercó y quiso consolarme poniendo sus manos sobre mis hombros. Yo me hice aun lado, lo que menos quería era que me tratase por lastima. Así que me levante con las manos sobre las mejillas y me marche corriendo al sanitario de la sala. Allí descargue todo mi dolor, sentía como si hubiesen abierto llagas en el interior de mi pecho y todo ello me ardía y dolía inmensamente.

Toda la mañana y parte de la tarde lloré desconsoladamente en aquel sanitario, a momentos Goku se acercaba a la puerta y tocaba insistentemente tratando de llamar mi atención para que le respondiera, con mi silencio el se rendía momentáneamente y se retiraba, cada hora volvía a insistir y solo tenia esa respuesta de mi parte.

Cuando mi llanto cesó y mis ojos ardían tanto que se irritaron por la escasa lubricación que tenía. Estaba decidida a decirle aquella verdad que me había incitado en atentar contra mi existencia, aunque esa solo seria un recurso para evitar que mi amado esposo se marche, no quería que se fuera otra vez.

Salí del sanitario con los ojos hinchados de tanto llorar. Caminé hacia el diván largo donde Goku estaba sentado con la mirada puesta en un álbum de fotos. Yo suspiré tratando de calmarme y me senté en silencio a su lado. El solo me miró de reojo, al parecer el también se sentía mal por lo que me estaba haciendo.

Durante unos minutos nos quedamos en silencio, el volteando las paginas de aquellas fotos antiguas que se quedaron solo en un simple papel. Y yo agachando la cabeza, tratando de darme las fuerzas necesarias para revelarle mi secreto.

— ¿Recuerdas cuando nos casamos?— me cuestionó sacándome de mis pensamientos, yo titubee un poco y le respondí lentamente.

— Si, lo recuerdo... — mi voz sonaba apagada ¿queria verdaderamente oir lo que me diria acontinuacion?, sinceramente no queria hacerlo, pero mis sentimientos lograron que me quedara.

— perdóname... pero este es mi sueño— cerró los ojos y volvio a abrirlos, yo lo miré con mis ojos vidriosos— mi sueño es pelear con los hombres mas fuertes de todas las galaxias, ese es mi meta — me ragalo una mueca tierna, queriendo simular una leve sonrisa— Milk, te prometo que dentro de quince años regresare y me quedare para siempre contigo — con esas palabras mis ojos dejaron escapar un pequeñas gotas de lagrimas que se desbordaban pausadamente.

— ¿por que? ¿Por qué te llevara tanto tiempo regresar?, y ¿Por qué no te quedas, Goku?— comencé a sentir como mis mejillas se mojaban con un hilito de lagrimas— ¿Qué hay de mi sueño?, yo también renuncie a mis sueños por vivir contigo…

— lo se, y siento mucho esto... se que te estoy hiriendo y se que no merezco que me ames— su voz se volvio mas suave— es que... no puedo renunciar a una parte de mi, simplemente me es casi imposible, si quiera pensar en vivir una vida normal, sin haber explotado todo mi potencial frente a otros sujetos fuertes...

— pero Goku... tu eres el sujeto mas fuerte de este mundo, no hay hombres mas fuertes que tu en este mundo. — le expliqué apresuradamente y desesperadamente.

— en este mundo no lo hay, pero en otras dimensiones si... hasta ahora me enfrenté con varios sujetos y gané... es por eso que no pude regresar pronto. Hay una regla que se debo cumplir al viajar de dimensión en dimensión, y es el de estar, quince años divagando por varias dimensiones y quedarme en cada una, solo por un año. Cuando el plazo se cumple aparece un portal ínter dimensional que me trae de regreso a casa, pero si yo me quedo después de mañana al amanecer, ese portal desaparecerá y yo no podré regresar a ese lugar…. — sentí como sus manos limpiaban mis lagrimas y me miraba cariñosamente.