C U A T R O

16 2 0
                                    


-Voy para allá ahora mismo mamá, estoy en casa de Naty, arreglamos todo, iré con ella, la necesito conmigo en esta situación- realmente me estaba preocupando su tono de voz y los gestos que hacía.

-Amor, qué pasó?- su cara transmitía miedo y desesperación.

-Te cuento en el camino, debemos ir al hospital, vístete y vamos- bueno, esto solo está empeorando.

-Está bien amor- de pronto me vio serio

-Ponte lo mismo para que no te vayas a tardar la eternidad que te tardaste cuando nos íbamos para comer- Auch, me quería ver bonita y solo piensa eso, bueno, está alterado, es por eso.

-Sí, voy- y sin más me puse lo que tenía antes, fue tan rápido que incluso acabé antes que él, pero tenía que peinarme y arreglarme el maquillaje, nuestro arranque de placer no fue muy amable con mi apariencia.

-¿Ya Natalia?- tomé mis pinturas y todo lo que necesitaría y lo heché en una bolsa, tenía que hacer todo muy rápido.

-Sí amor, vamos- y me jaló del brazo obligándome a correr hasta su auto, apenas y pude cerrar la puerta de mi casa.

Ni bien cerré la puerta, arrancó y empezó a manejar muy rápido, a él no me gusta hacerlo, por lo que lo que supongo que la noticia que le dió Cristina en serio debe ser muy delicada.

-Mi papá chocó y está muy grave, parece que está en coma- dijo sin verme, estaba muy enfocado en el camino delante de nosotros, y en serio lo agradecía, no quería que nosotros también tuviéramos un accidente.

Ahora otro mega problema, no sé qué decirle respecto a lo que me dijo.

Mi papá jamás estuvo en coma, la primera y última vez que estuvo mal fue justo antes de que se muriera, eso obvio no ayudará.

-Amor, realmente no sé qué decirte, pero aquí estoy para ti, mi hombro para que recuerdes tu cabeza, mis manos para sujetarte cuando sientas que no puedes seguir adelante y mi corazón para amarte siempre, cuenta con todo lo que soy- era la verdad, no sabía qué decir para que se sintiera mejor, pero siempre estaría para él, y obviamente más ahora.

Sólo me sonrió, el camino hacia el hospital en el que estaba mi suegro, [ya le digo así y no se me va a quitar ese apodo para él nunca], fue realmente incómodo, pero siento que fue porque Sergio no quería hablar y se guardaba toda su tristeza para él solo.

Al llegar al hospital, aparcamos el carro en el estacionamiento del hospital, ya iba a bajarme, pero Sergio me jaló del brazo y empezó a llorar.

Lloró como por 10 minutos sin parar, yo sólo lo abrazaba y acariciaba su cabecita, nunca lo había visto llorar así, siento que en serio está rompiéndose por dentro, y por esa razón yo estaré aquí para ayudarlo a seguir adelante, no planeo irme, jamás.

Cundo dejó de llorar, esperamos un poco de tiempo en el carro, porque cuando llora sus ojitos se ven muy hinchados y rojos, no quería que Elina o Cristina lo vieran mal.

Cuando bajamos, se sentía un poco de frío, estuvimos encerraditos y abrazados un montón de tiempo en el carro, era obvio que se sentiría frío.

Al entrar al hospital, no pude evitar recordar lo que viví cuando paso todo lo de mi papá, es el mismo hospital, y en serio me duele recordarlo todavía, nunca superaré que se haya ido así como así, fue muy repentino, por lo que me dolió más.

Creo que cuando están enfermos y ya se sabe que en algún momento se irán, te puedes preparar mentalmente, pero en este caso, aún recuerdo cada momento que antecedió esa dolorosa realidad...

Me Dejaste |•2020•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora