Lo estuve pensando.
Aveces no te das cuenta de las cosas que tienes a tu alrededor, pasiones cómo el dinero o el sexo, casas grandes, carros de lujo.
No hay tiempo para la felicidad, y es la excelencia misma la que nos pide que seamos felices, con lo que somos.
Con lo que seremos.
Con lo que fuimos.
Lo sé, mi pasado me sigue atormentando, ya no hay días malos, no hay días buenos.
Solo días.
Solo eso.
La persona negativa comenzó años después, meses antes, días presentes.
No lo sé.
Era una tarde del 3 de mayo.
Mich, siempre linda me mandaba mensajitos de corazones, muy lindos.
Yo, le contestaba super terco, seco, cortante.
Mich era muy linda, lindisima.
Nadie nunca se comparará a ella, ni ella misma en la actualidad, pues tenía algo, un pasado roto, triste.
Por supuesto, lo debí arreglar, eran sus ojos, su sonrisa, era su cabello, sus brazos, sus manos, su cuerpo que me hacían cada día esforzarme duramente para que ella se diera a la tarea de confiar en mi.
El uno para el otro,el blanco y negro.
Tan contrarios, pero que de alguna forma dependientes de nosotros mismos, pues si uno faltaba el otro caía, se derrumbaba.
Nadie quería eso, mucho menos Mich ni yo.
Suficiente teníamos con trastornos pasados
No podíamos perdernos, no en esta vida, no en este tiempo.
Sin embargo, ese día llegaría, el temido día.
Recuerdo como peleamos, porque yo era frío, insoportable y ella estaba harta de eso, harta de que me abrazara con cualquiera que se me cruzaba en frente que saludar a a otras niñas cariñosamente, estaba harta de que me fijará en otras personas, de que tuviera muchas ex novias, no lo sé.
Sinceramente no lo sé.
El día llegó, yo confiado de que la vería en el receso, con una sonrisa llegue.
Ella también, eso fue raro, algo estaba pasando.
Me ignoraba todo el rato, creo que había alguien más.
Un chico, su nombre no lo diré, por respeto, 3 años mayor, guapo, alto, fuerte.
Era el partido indicado para ella, y ella supongo lo eligió a él, porque yo era muy "complicado"
Me reemplazo.
En un instante mi historia con ella se derrumbó, llegué a casa, solté lágrimas.
La vi, tomada de la mano con otro chico y me derrumbe, no supe que hacer no fui lo suficiente o solamente no pude con todo lo que ocasionaba mi angustia, mi dolor.
Quizá era eso, el dolor.
O quizá no fueron suficientes ganas.
Solamente me fallo, me faltó.
Faltó eso, faltó desde el principio el apoyo de mis padres que pensaban que con dinero compraban la felicidad.
Y cómo bien lo dijo, quien te garantiza que el día de mañana estarás vivo para disfrutar de tu vida.
Despertar de tu cama, y ver que no eres lo que quisiste desde un principio.
Trabajar, para un sueldo mínimo.
O despertar, sin ver a lado al amor de tu vida, darle el sol a los ojos.
No quería eso.
Quería a Mich, la quería.
Y verla con otro tipo me rompió el corazón, la mire y mire al tipo con odio, con rencor.
Ese día odie el amor, con una intensidad que me acuerdo y se me llenan los párpados de lágrimas.
Descubrí que yo no era el destino, era el puente que ayudaría a cruzar pero no el final.
Y mi final fue ese, llorar 3 horas en la cama mientras todos dormían para el siguiente día en la mañana despertar y decir.
Estoy bien, todo está bien.
Esto está de maravilla realmente, no me afecta nada.
Cuando en el fondo solamente necesite un abrazo.
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Memorias
Teen FictionUna obra basada en la tipicidad del entorno social de 2015, encontramos como protagonista principal al autor, relata la historia de un amor clave, el amor que todos sentimos alguna vez y nos marca de por vida aquel amor que perdemos el cual nos hace...