Contigo hasta el final.

Sola

Me quedé de pie en en la puerta del dormitorio mientras Mike hacía sus maletas.

_Solo necesito un poco de espacio _dijo mientras lanzaba sus ropas desordenamente a su mochila.

_Esto tiene que ver con esa zorra que conosite la otra noche? 

_Gemma vamos te dije que no pasó nada.

Le rodé los ojos sin que lo notara_ Me dijiste un montón de cosas, Mike.

lanzó las ultimas prendas a su mochila y se giró para mirarme.

_Ambos sabíamos que nos dirigíamos a esto, las cosas han estado inestables desde hace un tiempo, y tu sabes porqué.

_Inestable para ti porque estás en busca de algo que no existe.

Dejó escapar un profundo suspiro_ Lo siento, Gemma, simplemente no puedo seguir con esto.

Lo seguí hasta hasta el pequeño espacio que llamamos sala mientras dejaba caer su mochila en el suelo. Metió la mano a su bosillo y arrojó algo de dinero sobre sobre la mesa _Esto es para el siguiente par de meses, así puedes pagar la renta._Me beso en la frente y se dirigió hacia la puerta.

Me crucé de brazos y lo miré fijamente. _No quiero tu dinero; quiero que te quedes. Por favor, Mike. No te des por vencido con nosotros.

Ahora era la persona más patética del mundo, rogándole a mi estúpido novio que se quedara. No porque pensaba que estaba enamorada de él, sino porque tenía miedo de estar sola, y estar sola era algo muy familiar para mi.

Tomó su mochila del suelo y se la echó al hombro. _Cuídate, Gemma._ Y justo así, se fue. Me quedé de pie en medio de la sala y miré hacia la puerta cerrada mientras las lágrimas escapaban de mis ojos.

Mike y yo hemos estado juntos desde segundo año de universidad.

Ambos estudiábamos en la Universidad Estatal de Míchigan y no conocimos en una fiesta de fraternidad en el cual el era miembro. Mike era un chico apuesto con su 1.80 de estatura y de complexión media. No era exactamente atractivo, pero era lindo. Siempre tenía su cabello negro azabache bien peinado y sus oscuros ojos color cafés me recordaban a una de mis cosas faboritas en el mundo, el chocolate.

El estudiaba contabilidad mientras que yo art. No pasó mucho tiempo después de graduarnos cuando su primo le consiguió un trabajo en una gran empresa de contabilidad donde trabajaba. Así es como terminamos mudándonos de Michigan a Nueva YorK. Mike trabajaba a tiempo completo como contador  y ganó una gran cantidad decente de dinero, así que fuí capaz de tomar un trabajo de tiempo parcial en una compañía disquera y terminar de pintar los cuadros que le prometí a la galería de arte.

Rentamos un apartamento de un dormitorio que era pequeño, pero fue nuestro hogar durante el año pasado y nos hizo feliz, por lo menos yo pensé que era así. Me levanté con mis ojos llorosos y me senté en el sofá, acurrucada en un avillo  y lloré hasta quedarme dormida.

Hello, espero que les guste, esta es mi primera historia que escribo y pofín he tomado el valor para compartirlo con ustedes. 

Comenten y voten siii. haganme  saber si les gusta o no, por si le falta cambios o algo así