Buen corazón, o loca...

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El taxi nos dejó en frente del club, y me asombré por la fila de personas que envolvían todo el edificio por almenos dos cuadras. Sonreí, por que yo sabía que no había manera de que pudiéramos entrar esta noche, lo cual estaba bien conmigo. Prefería salir a una cena tranquila.

Caleb dejó caer sus hombros. _Joder, miren esa fila, debimos haber llegado antes.

Mientras miraba a la multitud que esperaban pacientemente para entrar, yo deseaba largarme de allí, escuché a alguien gritar mi nombre. Mis ojos se abrieron como platos mientras giraba mi cabeza cautelozamente.

_Gem, ¿eres tu? Oye, Gem, por aquí.

Miré en dirección de la voz, y vi a Frankie agitando la mano en un gesto para que me acercara. Los tres caminamos hasta la entrada  y nos paramos delante del hombre grande y corpulento, llamado Frankie Lasher. Su cuerpo de luchador era suficiente para intimidar a cualquiera, ahora entiendo por que el club lo contrató. Puso sus brazos a mi alrededor y me dió un apretón.

_Que bueno verte Gem. ¿Van  a entrar aquí esta noche?

_Íbamos a hacerlo, pero guau, mira esa fila, no creo que esta noche tengamos suerte.

_Tonterías, ustedes tres entran.

Le di una mirada asesina mientras levantaba la cuerda para nosotros. Caleb y Peyton estaban encantados, sonriendo de oreja a oreja. Frankie me agarró ligeramente del brazo cuando caminé junto a él. _Si no te sientes cómoda allí, o me necesitas, ven aquí y házmelo saber. _Sonreí ante su generosidad y asentí.

Caminamos por un pequeño pasillo que conducía a la entrada principal del club. He estado en muchos clubes, y este era, por mucho, el más concurrido que he visto en mi vida.

Peyton nos empujó a Caleb y ami a la pista de baile, donde bailamos durante lo que parecieron horas. Necesitaba una copa, por lo que decidí ir a la barra. Tomé el último taburete que estaba disponible al final, y pedí un Cosmopólitan. Estaba bebiendo cuando me di cuenta de un hombre y una mujer discutiendo en una mesa no muy lejos de donde yo me encontraba sentada. Ella tenía su dedo temblorso señalando hacia él y luego procedió a empujarlo en su pecho varia veces. Seguí mirando hacia ellos para ver si se besaban y terminaban de discutir, pero me di cuenta que ahora él estaba gritando. Su dedo señalaba y su rostro parecía enojado. La hermosa y alta mujer le dio una bofetada en el rostro, giró sobre sus talones y se escabulló. Lo miré y no noté ninguna expresión en su rostro, no mostraba ninguna emoción alguna. Se quedó allí, sentado, mirando al frente.

Seguí observándolo, porque el tenía uno de los mejores y más dulces ojos que había visto. Tenía cabello castaño claro, casi rubio. No podía dejar de mirar su prominente mandíbula cuadrada y sus pómulos cincelados. No podía decir el color de sus ojos, porque estaba demasiado lejos, y la iluminación era insuficiente, pero me di cuenta a simple vista que cualquiera podría perderse fácilmente en ellos.

_Umm, Gem, veo que alguien ha llamado tu atención. _Sonrió Peyton mientras miraba fijamente.

_Sólo atrapó mi atención porque fue  abofeteado por una mujer. _Soltó una carcajada, y esa fué mi señal para cambiar de tema. Me arrastró hasta la pista de baile, donde bailé y rechacé un sin número de chicos calientes mientras seguía siendo movida por la multitud.

El club empezó a calentarse, por lo que me vi  en la necesidad de un poco de aire fresco. Le dije a Peyton que estaría de vuelta pronto, y me dirigí hacia la puerta. En cuanto salí vi a Frankie escoltar al Sr, Dulces Ojos fuera del club.

_De acuerdo, Señor Donovan, ha bebido demasíado esta noche, y es hora de que se vaya a casa. _El se tambaleaba de un lado a otro, murmurando algo.

_Frankie, ¿que está pasando? _pregunté cautelosamente.

_Hola Gem. Este señor bebió demasiado, e hizo una escena cuando el camarero se negó en servirle.

_¿Qúe vas a hacer con el ?

_Solo lo acompañaré a un taxi. Lo que haga después no es asunto mío.

Lo miré y ladeé la cabeza. _Apenas puede ponerse de pie ¿cómo esperas que llegue a casa? _Mi cabeza me decía que me detuviera inmediátamente porque sabía lo que iba a hacer, pero mi corazón me decía que tenía que ayudarlo.  _Yo me aseguraré de que llegue a casa sano y salvo. _Le dije a Frankie.

_Gem, no es una buena idea. No sabes con quién estás tratando.

Levanté mi mano. _Sé lo que estoy haciendo, y él necesita ayuda.

Frankie negó con la cabeza. _Tienes un buen corazón, Gem, pero a veces pienso que estás loca. Por favor, ten cuidado.

Tomé el celular de mi cartera y llamé a un taxi. El Sr, Dulces Ojos estaba sentado contra el cemento de la pared. Me fijé en su caro traje negro de chaqueta, y en la camisa blanca parcialmente desabrochada, mostrando su musculoso pecho. Medía un metro ochenta y era delgado, pero en serio muscular. Al igual que su rostro y su cabello, su cuerpo parecía se perfecto. Me acerqué a él y lo tomé del brazo para ayudarlo a levantarse.

_Vamos, vamos a casa.

Él me miró con esos ojos verdes y borrachos. _¿Te conozco? _dijo arrastrando las palabras.

Le di unas palmaditas en la espalda y lo acerqué a la acera justo cuando el taxi se detuvo. Antes de empujarlo , saqué su billetera del bolsillo trasero. Tropezó en el aciento, y me subí a su lado. Abrí la billetera buscando algo que me sirviera para saber su dirección hasta que encontré su licencia de conducir y se la entregué al conductor. _Llévenos aquí. _Cuando me la devolvió, me encargué de leer su nombre.

_Encantada de conocerte, Colton Donovan. _Le di una palmadita en su brazo.

El me miró y puso su cabeza en mi hombro. Dejé que una pequeña sonrisa se escapara de mis labios.

Holiss

Pues ya ven, capítulo nuevo. espero que les guste.

Woooo, como me tardo entre escribiendo y editando, pero lo importante es que ya cumplí con plubicar lo de hoy. Puede ser si es que tenga tiempo de sobra hoy alse un cap mas por la noche!!!

No se olviden; comenten y voten ;)

Contigo hasta el final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora