Calamar.

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Habíamos estado conduciendo por cuatro horas cuando Colton salió de la autopista y se detuvo por gasolina. -Voy a llenarla, y luego buscaremos algo para comer. -dijo mientras salía del auto. Salí y caminé alrededor estirando mi espalda y piernas. Me acerqué a la gasolinería donde Colton cargaga la gasolina,  y le di un beso en la mejilla. 

-¿Por qué fue eso?.

-Es solo  un gracias por decirme acerca de tu familia. -Me dio esa sonrisa suya derrite corazones.

-Iré a la tienda por un par de cosas.

Entré a la tienda y me dirigí directamente a la estantería de dulces. Escaneé las filas tratando de decidir que quería cuando Colton se acercó por detrás. -¿Vas a llenar tu cuerpo con esta basura? -preguntó

Me volví rápidamente para enfrentarlo, y una ola de mareos cayó sobre mí mientras me tropezaba hacia él y me atrapaba. ¿Gemma, estás bien?

Sostuve mi cabeza. -Estoy bien. Simplemente me mareé. -Me sostuvo hasta que pasó.

-Sabía que deberíamos haber  esperado  un día más antes de irnos. No estás lista todavía para viajar, y necesitas descanzar más.

Me estaba sintiendo mejor y podría haber levantado mi cabeza de su pecho, pero me gustaba donde estaba. -Colton, deja de ser protector, estoy bien, probablemente sean las pastillas para el dolor que tomé  -mentí; nunca tomé ninguna, pero no lo quería preguntándose por mí.

-Bueno, nos encontraré un hotel, y nos detendremos a descansar por el resto del día. Continuaremos mañana a primera hora. Estaremos en Michigan con un montón de tiempo para el funeral.

-Está bien, pero obtengamos algo para comer y vamos a conducir durante un par más de horas antes de detenernos para la noche. Ve a tomar una de esas pequeñas canastas de allá -le dije a Colton mientras apuntaba hacia la puerta.

-No vas a comprar tanto realmente, ¿verdad?

-Está bien Sr. Donovan, si quieres saber la verdad estoy en síndrome premenstrual.

Dio un paso atrás y levantó sus manos. -Guau, has dicho suficiente.

Sonreí mientras tomaba una bolsa de papas fritas, Cheetos, un paquete pequeño de donas de chocolate, 3 latas de Coca-Cola, una bolsa pequeños pretzels y un tarro de nutella. Colton miró a la canasta y luego a mí con una mirada de horror en su cara.

-Oye, fuiste tú el que quiso llevarme en este viaje. Sólo estoy tratando de mantener la paz, ya que sin estos alimentos para una mujer en esta época del mes -moví mi mano ,-bueno, realmente, no quieres saber.

Puse la canasta en el mostrador. La cajera escuchó nuestra conversación, miró hacia Colton y dijo -:Confía en ella, nosotras las mujeres somos dos hojas del resumen de la locura cundo se trata de nuestro tiempo especial.

Él sólo se quedó allí y nos miró a ambas, sin poder hablar mientras ella pasaba por la registradora la comida. Me dió el total, y miré a Colton.

Él me miró confundido. -¿En serio? ¿Quieres que pague por esta basura?

La cajerá se inclinó sobre el mostrador y lo miró directamente a los ojos. -Recuerda, dos hojas del resumen de la locura.

Sacó su billetera y pagó mientras murmuraba por lo bajo. Tomó la bolsa y salió. Miré a la cajera y choqué los cinco con ella. -Gracias.

-Nosotras las chicas necesitamos estar unidas. -dijo ella. Salí de la tienda sonriendo mientras él se sentaba en el auto esperando por mí.

Nos diriguíamos de nuevo a la interestatal mientras me miraba.

-¿Qué? -sonreí.

-Estás loca; sólo quería que lo supieras.

Contigo hasta el final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora