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Una semana ha pasado; en la cual ChanYeol no da signos de despertar. SeHun no se separa de él a menos que lo necesiten para algo. Su piel mucho más pálida de lo normal, cualquiera podía decir lo débil que se veía.

Ahora se dirigía a su habitación luego de hablar con sus amigos-- O mejor dicho, ser regañado por éstos después de que rechazara la sangre que le trajeron. 

Al entrar al cuarto lo que menos esperaba era encontrar a al menos cinco niños rodear la cama. Ellos se sorprendieron al verse descubiertos.

-¿Qué hacen aquí, uhm?.-pregunté suavemente acercándome al borde de la cama y sentarme en ella.

-...Nosotros queríamos ver cómo se encontraba el señor ChanYeol. Papá me dijo que él estaba mal.

-Sólo está inconsciente.-dije.

Deja de mentirte, él está muerto; si su cuerpo está en perfecto estado es por que te niegas a romper el lazo entre los dos.

-No se preocupe príncipe. El señor ChanYeol nos dijo que sin importar qué ocurriera él regresaría porque tiene una promesa que cumplir.

Luego los niños me abrazaron y uno por uno fueron abandonando la habitación.

Unos minutos después procedí a cambiar el vendaje. Al quitar la venda y ver la herida esta estaba sanando con increíble rapidez. 

Recordé las palabras de Chae Hee advirtiéndome que ChanYeol estaría mucho más sediento que la vez anterior.

Recordé las palabras de Chae Hee advirtiéndome que ChanYeol estaría mucho más sediento que la vez anterior

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Fue realmente agotador mantener el lazo intacto dado que SeHun estaba débil, pero no me di por vencido.

-Tu cuerpo está sanando, recuerda que debes controlarte.

-Lo sé, gracias.

-No agradezcas.

De repente una sensación de pesadez se instaló en mi pecho. Lo miré a él entonces. Mi tío me sonreía a pesar de que en su mirada se reflejara tristeza.

-Debes irte.-dijo cuando mi cuerpo comenzó a desvanecerse.

-Espera.-tenía que hacer algo por él, después de todo se lo debía.-Necesitas que ella...

-Me alegra saber que ella está a salvo con alguien que la ame y la proteja. También me alegra que tú estés bien.-respondió.

Un lobo gris apareció a su lado convirtiéndose en una hermosa muchacha. La expresión triste del hombre cambió. Ellos se sonrieron.

-Dile que no se sienta culpable por lo que sucedió, porque yo no me arrepiento.

Y los abracé tan fuerte como podía. Mi cuerpo se desvanecía, pero eso no me impidió observarlos y una vez más agradecerles con completa sinceridad.

Entonces todo fue oscuridad.

Entonces todo fue oscuridad

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Juntos por la eternidad (CHANHUN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora