Juntos por la eternidad (CHANHUN)

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 Había pasado un mes desde que comenzó a trabajar en la cafetería. Un mes en el cual, hubieron múltiples asesinatos por parte del clan del norte, y lo que más temía era que no estaban atacando directamente. 

SeHun, JongDae,MinSeok y BaekHyun se encontraban en la cocina de la cafetería. Eran las 7:00am y esperan a que los demás llegasen.

-Ya son casi veinte víctimas las que han encontrado, la policía dio la orden de no salir de casa después de las diez de la noche. Aún así siguen habiendo más asesinatos.-dijo Baek.

-¿Sabes lo que significa verdad?.-preguntó el de ojos felinos.-En cualquier momento comenzarán a atacar. Y perdóname que te lo diga SeHun, pero no te ves bien.

-Concuerdo con Minnie, estás débil.-observó JongDae.

-Estoy bien...-contestó SeHun con un jadeo.

-Sabes que no. Será mejor que le digas a ChanYeol la verdad, él va a entender.

-No.

-En este momento es lo mejor que puedes hacer. Él se ha dado cuenta que te has alejado en las últimas semanas.

-¿Cómo sabes eso?

-Me lo dijo él, y en serio, es mejor que se lo digas.

-Está bien, está bien. Se lo diré.

El sonido de la campana anunciando la llegada de alguien los alertó. SeHun les dio una  mirada para que salieran ellos primero.

Escuchó al mayor hablar con ellos. BaekHyun regresó, y cuando quiso decir algo ChanYeol entró detrás de él.

Sus miradas se cruzaron. Los latidos aumentaron y SeHun se encontró huyendo de él.

                                                                            [.....]

Un sentimiento de tristeza se formó en su pecho. Hace semanas que el menor lo ha estado evitando y eso, por muy tonto que suene le lastimaba.

-Yeollie...

-Ya casi es hora de abrir. Iré a cambiarme.-dijo cabizbajo.

Había tomado la decisión de contarle todo, así como también de sus sentimientos por él.

Buscando su ropa de trabajo, de entremedio de éstas cayó una fotografía. La tomó y vio a la persona que fue muy importante para él en su adolescencia.

Song HyeRin.                                                                       

                                                                                                   .

                                                                                                   .

                                                                                                   .

Recuerda que después de estar semanas curándose, asistió a la escuela y la vio a ella jugar con un cachorro escondida entre los arbustos sin importarle si su uniforme se ensuciaba . 

Cabello castaño ondulado, ojos marrones, labios rosados adornados con una hermosa sonrisa, piel blanca casi como la porcelana.

La mirada de ella se cruzó con la suya y en vez de gritarle le hizo un gesto para que se acercara. 

No sabía si acercarse era buena idea y, al ver que no avanzaba se acercó tomando su mano llevándolo hacia los arbustos sentándose uno al lado del otro.