Capítulo 5

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- Señorita Zor-El ¿Está usted bien?

Kara se sobresaltó había una enfermera de pie a su un lado.

- Si estoy bien. Lo siento estaba distraída - a miles de kilómetros de distancia, pensó, en otro mundo...

- Venía a pedirle que salga un rato, por favor, un médico va a venir a revisar a su padre.

Se sentía avergonzada se suponía que estaba ahí para darle fuerzas a su padre, y en vez de eso se permitía soñar despierta recordar cosas que era mejor olvidar... Un tiempo que había pasado para siempre. Sólo que... No podía olvidar fácilmente aquel enigmático correo.

< te espero>

No podía ser ella, se decía Kara con vehemencia era imposible. Tomo una revista de la mesa se sentó y la abrió justamente por una página que recomendaba pasar las vacaciones en Grecia. Miro la franja de arena lamida por un agua azul turquesa de la fotografía y se dio cuenta de que no había forma de escapar de los recuerdos. Aquella primera noche en la taberna apenas pudo dormir era demasiado consciente del peligro que la asechaba. Lena era el mayor peligro que había encontrado en toda su vida no había duda de que era pescadora pensó, dando vueltas inquieta y golpeando la almohada con el puño, sabía cómo hacer que una mujer mordiera el anzuelo. Pero a ella no la atraparía no lo permitiría. Ella era dueña de sí misma y sus planes no incluían el sexo pasajero Lena debe aprender que, por muy atractiva que fuera no siempre iba ganar. Y además pronto encontraría consuelo cada vez que bailaba tendría una cola de chicas hambrientas reclamando su atención no tendría tiempo para recordar a la que se le había ido. Cuando despertó el sol de la mañana se filtra por los resquicios de las persianas derramándose sobre las baldosas del suelo. Lo primero que vio fue que todas sus cosas, incluyendo la toalla de la playa estaban lavadas y planchadas y cuidadosamente colocadas sobre una silla y que el vestido blanco había desaparecido al parecer Alex había entrado a la habitación al amanecer. Kara se levantó y se metió en la ducha. Cuando bajó Alex estaba barriendo el patio para su sonrojo quedó claro inmediatamente que no le permitirían pagar por la habitación ni por la comida. Y tampoco lavar el vestido blanco.

- Ha sido un placer para mí. Todo el mundo dice lo guapa que estaba con el - declaro Alex.

Kara se puso colorada.

- ¿Ah si?

- Sí, y sobretodo una persona - Alex le lanzó una mirada traviesa señaló la mesa que Kara había ocupado la noche anterior - Siéntese ahí y le traeré el desayuno.

Cuando desapareció, Kara miro con cautela a su alrededor pero se dio cuenta de que tenía el patio para ella. Consultó el horario del ferry que llevaba en el bolso y vio que el primero salía poco mas de media hora después. Debía apurarse.

- No sé cómo darles las gracias - les digo a Samantha y a Alex cuando fueron a despedirla.

- No hay de que, usted siempre será bienvenida. Su habitación siempre estará preparada - la mano de Samantha sé cerro sobre la suya.

- Quizás... Algún día... Y por favor denle las gracias a Lena de mi parte. Ha sido muy amable.

Recogió el bolso y abajo hacia el puerto decidida a ser la primera en subir al bote pero este no estaba atracado en el embarcadero del día anterior. En realidad no lo veía se dijo con preocupación mientras se hacía sombra con la mano para mirar hacia el mar.

- Así que no pensabas despedirte... - Lena se levantó del montón de canastos sobre el que estaba sentada. Llevaba unos pantalones cortos tan poco decorosos como los del día anterior y una camisa de algodón blanca.

Te esperoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora