Kara se quedo atónita cuando Lena Luthor le pidió que se casara con ella. Desde el primer momento que vio a aquella mujer no pudo quitársela de la cabeza, pero ¿no solo era una aventura de verano? Lena no pensaba así. Cuando Kara regreso a casa para...
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Cuando el ascensor inicio su suave ascenso hacia el último piso, Kara respiro hondo. Era esencial que pareciera tranquila y dueña de sí misma no debía permitir ni por un solo instante que cayera la máscara, revelando el torbellino de emociones que había en su interior se había vestido cuidadosamente para la entrevista. La falda del impecable traje azul que llevaba hasta la rodilla, llevaba una blusa de seda blanca y unos zapatos azules de tacón mediano, su cabello recogido hacia atrás y se había aplicado meticulosamente el maquillaje para cubrir los evidentes signos de la noche de insomnio que había tenido. Parecía fría y profesional esperaba que la tratarán de igual manera. Pero se dio cuenta de que tenía un nudo en la garganta. Ojalá resultará ser una desconocida. Ojalá estuviera equivocada, en el último piso la recibió un hombre alto y castaño con acento norteamericano, que la saludo sin sonreír y se presentó como Winn Schott, el asistente personal de la señora Luthor.
La condujo por un largo pasillo y llamó a la puerta que había al final. Dijo:
- La señorita Zor-El está aquí, señora - y se apartó para dejar pasar a Kara.
La habitación estaba llena de luz, en tres de sus lados había enormes ventanas que ofrecían una vista panorámica de Londres. Pero Kara sólo era consciente de la alta y obscura figura siluetada a contra luz. Por un instante apenas pudo respirar y se detuvo bruscamente sintiendo como si un puño enorme le estrujara el estómago. Todos sus miedos habían sido finalmente confirmados. Ella estaba muy quieta, pero a través de la habitación su ira la alcanzo y la tocó, y Kara tuvo que luchar contra el impulso de retroceder. O huir...
Lena dijo suavemente:
- Así que, haz venido el fin... Kara.
En su voz había un tono que hizo que Kara se estremeciera. Pero era vital no parecer asustada. Kara alzó la barbilla.
- ¿Señora Luthor?
- Que encantadora formalidad - la burla de su tono era salvaje - ¿Te parece apropiada, dadas las circunstancias? ¿así es como te diriges a tu ex prometida... a alguien a quien has traicionado tan notablemente?
Kara dijo, tranquila:
- He venido aquí para negociar un trato para mi padre, no para caer en recriminaciones inútiles.
- No. Has venido para aceptar mis condiciones. No hay nada que negociar - dijo Lena.
Kara había deseado encontrarse con una extraña y en cierto sentido su deseo se había cumplido pues aquella no era Lena. Aquella mujer nunca había llevado jeans gastados, ni bailado al sol. Nunca la había besado, ni le había sonreído con deseo. No podía haberla estrechado desnuda entre sus brazos, aquella mujer parecía más delgada... y más mayor, pensó mirándola con repentino miedo. Su traje gris oscuro estaba exquisitamente cortado; su corbata era de seda gris pálido.
