Capítulo 3

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A pesar de sus recelos, Kara pensó que era mejor aceptar el ofrecimiento de Lena

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A pesar de sus recelos, Kara pensó que era mejor aceptar el ofrecimiento de Lena. Un gesto amistoso y luego podría irse. Si es que ella la dejaba dijo una vocecilla en su cabeza. < Y todo por buscar independencia > se reprimió. Podría haberse quedado en el hotel.

El cordero estaba delicioso y se lo comió entero.

- ¿Estaba bueno? - pregunto Lena.

- Buenísimo - admitíos ella -Habla usted muy bien el ingles.

Ella sonrió despacio, como si recordara algo.

- He tenido buenos maestros.

- Mujeres, sin duda - se oyó decir Kara y deseo haberse mordido la lengua.

Observo cómo su expresión se endurecía y apretaba los labios. Por un instante, Kara sintió tensión en el aire, pero luego Lena se echó a reír,

- Es usted astuta δεσποινίς, pero mi ingles no es perfecto, todavía puede mejorar... con la ayuda adecuada - y le lanzo una larga y lenta mirada que la hizo sentirse desnuda.

- Me temo que tendrá que buscarse otra maestra κυρία, yo no estoy disponible.

- La vida me ha enseñado que casi todas las cosas pueden comprarse, κυρία... si el precio es bueno.

- Pero yo no estoy en venta. Y ahora creo que será mejor que me vaya.

- Como quiera - sus finos hombros se encogieron con indiferencia - Pero entienda esto. Yo solo tomo lo que se me ofrece gratuitamente. Nada mas, así que no tiene nada que temer - se puso de pie con ligereza - Ahora, me voy a nadar, naturalmente espero que este aquí cuando vuelva pero la decisión es suya κυρία, tan bella y con una lengua tan afilada... Y sin embargo tan temerosa de la vida. Qué lastima.

Kara se sintió incomoda mientras la veía alejarse por la arena. Ella había hecho que su precaución natural pareciera cobardía. Y a pesar de todo lo que había dicho era evidente que se trataba solo de una de aquellas guapas griegas en busca de mujeres que había visto en el hotel. Kara había ahorrado sus atenciones manteniéndoselos ocupada pero debería saber que no podía escapar de ellos, pensó con rabia. Pero si podía Lena estaba nadando lejos de la playa. Solo tenia que recoger sus cosa y seria libre. Libre para regresar al pueblo y esperar el ferry de la noche. Y Lena sabia exactamente donde encontrarla...

Al parecer estaba metida en una trampa que ella misma había fabricado y escabullirse como si estuviera asustada no parecía tener mucho sentido. Seria mucha mas digno quedarse donde estaba, tratarla con frialdad y desdeñosa cortesía sus intentos de acercamiento y luego volver a la taberna para cenar y tomar el bote para regresar al hotel. Tal vez Lena necesitara aprender que a pesar de su belleza y carisma sexual, no todas las turistas eran presas fáciles. Y prácticamente le había asegurado que estaba ha salvo que respetaría la tradicional hospitalidad griega. Y por alguna razón ella le creía.

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