Kara se quedo atónita cuando Lena Luthor le pidió que se casara con ella. Desde el primer momento que vio a aquella mujer no pudo quitársela de la cabeza, pero ¿no solo era una aventura de verano? Lena no pensaba así. Cuando Kara regreso a casa para...
Kara llegó al extremo de la piscina y dio la vuelta sobre el agua azul con su limpio y fácil nado ya había hecho 10 largos, confiando que el ejercicio aclarara su mente y calmara la agonía de su confusión emocional. La noche anterior, cuando hacia el amor con Lena, había sentido que aquello no era sólo algo físico, sino también espiritual. Y estaba segura de que Lena también lo había sentido. Esperaba... necesitaba dormir en sus brazos y despertarse sintiendo su boca cálida y ansiosa contra la suya. Y había confiado en que Lena sintiera lo mismo, pero Lena se había ido y el darse cuenta de que para ella, había sido sólo un encuentro sexual más, placentero pero pronto olvidado, había sido una lección muy dura de aprender.
J'onn le había llevado el desayuno a la pequeña mesa y a Kara le había costado un gran esfuerzo no preguntarle dónde estaba Lena, si iba a reunirse con ella o si le había dejado algún mensaje...
Aunque ya tenía respuesta: Lena había querido subrayar una vez mas que Kara no tenía importancia real en su vida, aparte del hecho de que la encontraba deseable. Y tal vez Kara necesitaba que se lo recordara, para que la euforia de la noche anterior no la traicionara haciéndole decir algo realmente estúpido. Algo que Lena no quería oír, alcanzó el otro extremo de la piscina y se detuvo sacudiéndose las gotas de agua del rostro. Mientras lo hacía, sintió que unas manos fuertes se deslizaban bajo sus hombros y la sacaban del agua.
- Hola - dijo Lena, dejándola en el suelo, llevaba un traje elegante.
- Yo... No sabía que estabas aquí - Kara se puso a quitarse el exceso de agua del cabello con empeño.
- Te he estado mirando - dijo Lena - Dime, ¿te estás entrenando para las próximas olimpiadas?
Kara se encogió de hombros.
- Nadar es un buen ejercicio.
Lena dijo suavemente:
- Yo conozco otro mejor - y la trajo así si.
Kara retrocedió.
- Estoy empapada, voy a estropearte la ropa.
- Entonces, me la quitaré - dijo Lena y empezó desabrocharse la camisa.
- Pero el servicio...
- Mas les vale no interrumpirnos. Además han acabado ya.
Kara lo sabía, mientras desayunaba los había visto marcharse llevando sé el champán sin descorchar y hablando y riendo. Sin duda comentaban el hecho de que κυρία Lena no hubiera tenido nada que celebrar. Kara se había sentido humillada, y la alusión casual de Lena se lo recordó.
- ¿Es eso lo que esperabas? ¿Que esté dispuesta a... actuar a cualquier hora del día o de la noche?
La camisa de Lena fue a unirse a la chaqueta y la corbata. Junto con un maletín que ella había dejado sobre una tumbona. Lena dijo:
