Teenage Dream

Understanding

Y aquí esta, lo más esperado por todos. Steve descubre la verdad y ¿Habrá reconciliación? 

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La oscuridad palpitaba fuertemente en su corazón, las notas musicales eran suaves como los sollozos que su alma dejaba salir; más sólo sus ojos lloraban pues estaba en silencio dejando salir toda la tristeza. Incluso luego de faltar dos días en el colegio, incluso luego de recuperar a sus amigos no se sentía bien. El vacío en su interior era demasiado pesado y tenía miedo de caer nuevamente en la trampa de esas voces frías que le susurraban cosas en su cabeza.

Pensaba que iba a mejorar, que la felicidad volvería a él pero eso no estaba ocurriendo; no era feliz. Para nada feliz. Más luego de esperar por mucho tiempo alguna respuesta por parte del amor de su vida.

¿A quien quiere engañar?

Se merecía toda las cosas que le estaba ocurriendo, él permitió que todo esto suceda, él dio la luz verde al plan de María. Extrañaba mucho a Steve, lo amaba demasiado, incluso más que así mismo, le había dado esa luz en su vida para seguir existiendo; le daba esas ganas de superarse así mismo cuando estaba con él, porque no se sentía miserable, no se sentía inútil. Y entendía que eso estaba mal, no podía depender del rubio, tenía que dejarlo ir.

Pero lo amaba demasiado, durante todo estos momentos vio como su hermoso chico hablaba con Jane Foster; admitía que era hermosa, sentía unos celos horribles cuando ambos se reían juntos, cuando ambos almorzaban juntos, celos que se transformaban en pura inseguridad.

No haría nada, Steve se veía tan feliz con la castaña que lo dejaría ser, por que se lo debía, se lo debía por haberle mentido; por hacer creer que había jugado con sus sentimientos. Se lo debía al rubio por dejarle entrar en su vida, por dejar que conozca a una persona tan ruin y vil como lo era Tony Stark. Muchas veces hablaron con él para hacerle ver que se merecía una oportunidad, hablar con Steve para arreglar las cosas, y él no quería, no quería porque sería muy egoísta de su parte incluir nuevamente a Rogers en su vida, en una relación muy tóxica, en algo sin futuro que tarde o temprano se desvanecerá como todas las personas en su vida.

Y él no quería hacerle eso al rubio, solo se dedicó a observar como aquella bonita relación entre la mujer y el amor de su vida iba creciendo; los vigilaba desde lejos, y extrañaba cada gesto de Steve. Extrañaba sus palabras de amor, cuando se acurrucaban en el sofá para ver películas, cuando el mundo parecía desaparecer mientras ellos se entregaban al amor que sentían; extrañaba reír de sus malos chistes o de sus referencias, extrañaba su calor, su amor, su voz, sus ojos. Por dios, extrañaba cada cosa de aquel hermoso rubio que le devolvió las ganas de vivir.

-¿Puedo pasar? -

Las lágrimas cayeron cuando sus ojos se abrieron con sorpresa, aquella voz que esperaba no escuchar más se hizo presente, sus dedos dejaron de tocar la triste melodía. Esa voz, la que era de sus dulces sueños, esa voz que era capaz de llevarlo al cielo.

Con sorpresa vio que Steve estaba parado en medio del salón en su casa, al lado del rubio estaban James y Sharon. Los dos se retiraron, el castaño alto miró de forma amenazante a su amigo rubio, su hermana le dedicó una suave sonrisa.

-Claro. - dijo en un susurro, tragando todo su aliento para no llorar.

El rubio se acomodó en el sofá de estilo victoriano que estaba frente suyo. Era un incómodo silencio, que parecía doler aún más en su partido corazón.

-¿A qué viniste? - no era capaz de mirarlo a los ojos, a aquellos ojos capaz de hacerlo volar por las nubes.

-Yo... no lo sé. - admitió con vergüenza. - supongo que sabía a lo que venía cuando estaba de camino.