Teenage Dream

Verdades

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Sarah Rogers se quedó en blanco al ver al mismísimo Howard Stark parado en la entrada de su casa, luego recordó lo que su hijo le había hecho a su niño y lo quiso echar a patadas si era necesario; Howard le entregó una carpeta roja con el nombre de su hijo plasmado en ella. La tomó con curiosidad.

-Esa es la verdadera razón de su separación. - dijo antes de comenzar a caminar de vuelta a su vehículo.

-Esperé, creo que podemos hablar adentro. - La señora se hizo a un lado para hacer pasar al hombre.

Estaba sola en casa ya que sus bebés se encontraban en la escuela, tenían mucho tiempo para hablar hasta que Savannah llegará a la casa. Sirvió un poco de agua sobre la mesa de la sala, no quería leer lo que contenía aquella carpeta que tan mala espina le daba. Howard se presentó.

-Sé lo que mi hijo le hizo al suyo, pero... - el hombre abrió la carpeta.

En ella estaba la foto de Steve con algunas anotaciones, además de fotos suyas y de su pequeña niña, todo estaba anotado, marcado: su dirección, la dirección del colegio de sus hijos, de los lugares que frecuentaban, el número teléfonico, todo.

-¿Qué es esto? - estaba asustada.

-Es lo que mi ex esposa estuvo haciendo, los estaba siguiendo desde que Steve llegó a nuestra casa. - carraspeó. - utilizó todas estas fotos para amenazar a mi hijo, tenía que dejar a su amado novio o si no...-

-¿O si no qué? - preguntó con nerviosismo.

-Los iba a asesinar. -

La mujer lloró por unos momentos.

-¿Por qué? - preguntó en un hilo de voz.

-Sé que no debería de decirlo, pero tal vez me siento tan culpable por no ver lo que pasaba alrededor mío, dejando a mi niño en garras de esa perra. - apretó los puños.

Sarah recordó las cicatrices en el cuerpo de Tony, se recostó por el sofá tratando de aguantar.

-Tenía cicatrices en el cuerpo, me había dicho que era culpa del gato.-

-Nunca tuvimos un gato. - rio Howard con sarcasmo.

-Me lo imaginaba....- susurró la rubia, pero algo no encajaba. - estaba sufriendo, lo notaba por la mirada, trataba de ayudarlo en todo, darle algo pero nunca supe que fallaba.

-Cuando encontró a Steve, comenzaba nuevamente a sonreír, nunca se atrevió a cantar pero de alguna forma luego de pasar un día con él llegaba a la casa feliz, tarareaba alguna melodía, se reía, era tan feliz. - Howard recordaba esos momentos, atesoraba esos recuerdos. - tu hijo fue una luz brillante en su vida, descubrí que lo hacía bien, entonces lo acepté en la familia, y no podía estar más orgulloso de ello.

Sin darse cuenta, Howard comenzó a llorar.

-Mi retoño era feliz, Steve le hacía tan bien a él. - no dejaba de mirar sus manos. - pero luego empezó a decaer nuevamente, y yo no entendía por qué, hasta que un día llegó, nos dijo que tal vez terminaría con Steve. No nos habló por muchos días.

Se odiaba así mismo por no ver las pistas.

- Fui a hablar con él, le dije que pasaba, sólo me había dicho que Steve no merecía semejante basura como él. - el nudo en la garganta le estaba lastimando. - hablamos, le convencí de intentar de nuevo, de que volviera a ser el Tony de antes.