|20| Acurrucados en alguna parte

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Apretó los ojos con fuerza al sentir un rayo de luz en la cara, acompañado del aroma intenso a café de baja calidad, picándole con furia en la punta de la nariz. Sin embargo, Shikamaru no tenía intenciones de levantarse de aquel sucio colchón todavía. Estaba demasiado agotado como para intentar ponerse al día con la misión, aunque ese era su deber primordial.

Fue un viaje larguísimo y sumamente complicado por el clima. No se habían topado con ningún extranjero hasta ahora, ni mucho menos con enemigos. Estaba claro que existía alguna trampa escondida en todo ello; incluso las tormentas interminables y el calor sofocante eran parte de una emboscada, podría apostarlo. Quien quiera que se ocultara detrás de ello, trataba de jugar con sus mentes primero.

Pero también estaba seguro de esperar el momento exacto para pensar a consciencia y preparar una estrategia en caso de que sus suposiciones fueran ciertas.

Shikamaru intentó dormir de nuevo, a punto de caer en un profundo sueño cuando descubrió un peso extra en la cama, en compañía de unas manos suaves que acariciaban con ímpetu su torso desnudo.

Tuvo que tomar una bocanada de aire muy necesaria al recordar lo que habían hecho la noche anterior. Percibió la cabeza de su acompañante sobre sus pectorales y depositarle un suave beso. Una sonrisa boba salió de sus labios cuando se vio obligado a abrir los ojos a través de las sensaciones, contemplando una melena rubia, que bien conocía, totalmente enmarañada y salvaje.

—¿Listo para continuar, Shika? —le habló en un tono de cansancio casi igual al suyo, mirándolo fijamente con sus enormes ojos color turquesa. Shikamaru elevó una ceja, pero ella se adelantó—. Me refiero a la misión.

Shikamaru rodó los ojos enseguida como respuesta. Se detuvo un segundo a admirar el cuerpo desnudo de la mujer que, prácticamente, estaba sobre él.

—Aún me siento algo cansado.

Las mejillas de la chica se tiñeron lentamente, provocando que Shikamaru se burlara en su interior de ella. Aunque, literalmente, era bellísima de esa forma.

—Quizás no debimos, Shika —llevó un dedo hacia el interior de su boca, con inocencia. Pero Shikamaru sintió enloquecer con ese gesto. Como siguiera provocándolo de tal forma no podría contenerse y abalanzarse para cambiar de posiciones y ser él quien estuviera sobre ella; su cuerpo por sí solo ya era mucha tentación—. Nuestra prioridad es la misión, Shika.

—Tsk. No seas problemática, Ino —la apretó más contra sí, logrando que sus pechos chocaran contra sus brazos, y el efecto de sus montículos erectos le encantó—. Como si antes no hubiésemos hecho el amor entre misiones.

Shikamaru tenía razón. Por supuesto que no le fascinaba tener que hacerle el amor en lugares sucios como ése, pero si a Ino no le importaba, a él tampoco. Todos sus pensamientos de imprudencia se desvanecían cuando veía a Ino gritar y deshacerse por él. Y después, ella siempre terminaba acurrucándose entre sus brazos; tenía esa manía que agradecía, porque la sentía totalmente entregada a él.

Ino lo golpeó ligeramente en el hombro, rodeando sus caderas con sus largas piernas, como si estuviese adivinando sus pensamientos, lo cual era casi lógico, tanto como su miembro reaccionando al instante.

La rubia sonrió con coquetería, besando sus labios lentamente, para tortura de Shikamaru.

—Entonces, tenemos un poco de tiempo.

Shikamaru sonrió discretamente, preparándose para hacerla suya una vez más.

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Fecha original: Sep 10, 2019.

Créditos al autor de la imagen. 

Memories [Ino Multishipper]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora