—Lo siento mucho, no vi por dónde iba.
Observó de mala gana a la chica con la que había chocado. Un rubor muy furioso cubrió gran parte de sus mejillas, y le pareció sumamente tonta.
—Ten más cuidado —respondió seriamente, regresando los pasos por donde iba.
No entendía porqué todas las chicas del colegio tenían que ser como ella: torpes y huecas. Estaba convencido de ello. Su cabello rubio, cuidadosamente alisado en una coleta alta; su maquillaje casi imperceptible; su perfume de rosas; todas esas cosas eran señales para gritarle al mundo que le importaba más su aspecto que poner la vista al frente y evitar chocar con él.
Hizo la cabeza a un lado, sólo para verla de reojo. Posiblemente se había quedado allí, en la misma posición, pero ella ya no estaba. Qué más daba, sólo era una más en ese infinito lago de personas.
Encogió los hombros y retomó su marcha, rumbo al salón de artes donde podría terminar su marioneta de una vez por todas.
—Hey, Sasori —sin ningún tipo de invitación, a su lado se juntó un muchacho de cabellera rubia, muy parecida a la de la chica con la que había colisionado hace unos segundos—. Fui testigo ocular... Así se dice, ¿no? Lo que quiero decir es que vi todo lo que pasó con Ino. Uhm.
Sasori miró al rubio por el rabillo del ojo, tentado por una curiosidad meramente paranormal. Así que la fastidiosa mujer se llamaba Ino. Un nombre ideal para alguien tan despistada.
—¿Y?
No tenía intenciones de prorrogar la plática de Deidara, cualquier cosa que dijera sería basado en su físico y nada más.
Doblaron por una esquina del patio hasta encontrar el salón de artes del colegio. Esa tarde había pensando en trabajar solo, pero no contaba que Deidara se sumaría con su arte explosivo.
—Es una de primero y, prácticamente, todos en el instituto están babeando por ella, incluyendo a los de nuestro grado.
—No me importa.
—Oye, tú chocaste con ella, no puedo creer que se tratara de un simple accidente, amigo —lo miró de manera quisquillosa, causando que lo fulminara con la mirada—. Es bellísima, y tiene un cuerpo que...
Ya sabía que Deidara solamente se fijaba en lo superficial. Ya sabía que hablaría de su cuerpo y lo curvilíneo que era.
—Podrías callarte y continuar moldeando tu arcilla o se va a secar.
—No me entiendes. Ino está buenísima y tuviste tu oportunidad con ella, y no digas que no te lo pareció también porque estarías mintiendo. Yo noté como giraste para verle el trasero, pero la despreciaste —hizo una pausa para amasar un poco de arcilla. Sasori ya se estaba cansando de su discurso sin sentido—. Itachi organizará una fiesta por sus dieciocho años, y aunque no es un tipo muy divertido, su hermano invitará a sus amigos. Y eso significa que Ino va.
Entonces Sasori enarcó el ceño con cansancio.
—No voy a ir.
—Tú te lo pierdes —sonrió maliciosamente—. De todas formas, esa niña muere por el hermano de Itachi. Y si tú no estás interesado, al menos podría tratar de ligármela por esa noche, uhm.
Sasori chasqueó la lengua. Que Deidara hiciera lo que le viniera en gana con ella, y le daba exactamente lo mismo si a ella le gustaba el hermano menor de Itachi.
...
Ese chico era un bruto. Un idiota en toda la extensión de la palabra.
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Memories [Ino Multishipper]
FanfictionColección de Drabbles y One-Shots independientes. Multishipper. Ino x All "Por cada página en blanco, prometo escribir una memoria. Un recuerdo nuevo formado entre líneas". Durante más de diez años me he encargado de escribir todo acerca de Ino Yama...