Loser's (KookMin) Adaptación propia

Capítulo 7~Kook Bangtan

Viernes 10:33h

Miro en el espejo del ascensor directamente el reflejo de mis ojos, me sorprende no ver la llama de la furia y el enfado que se apodera de la presión de mi mandíbula. Lo que sí veo es un ápice de lástima y dolor, algo se está retorciendo en mi interior cambiando los claros y fuertes sentimientos de desprecio que sentía por Jimin hace unas semanas.

Cruzo la calle de comisaría dando ligeros trotes para llegar a la cafetería de enfrente, está ligeramente vacía pues por su localización se convirtió en una cafetería policíaca. Tomo asiento en la barra en uno de sus mullidos taburetes y retiro mi gorra de nuevo dejándola sobre la barra de madera teniendo en cuenta que no se pueda manchar.

-Buenos días, ¿qué te pongo? -La camarera se posiciona frente a mí.

- ¿JooE? -Todavía mi mente está nublada y dispersa, pero a pesar de los años su timbre de voz agudo sigue siendo el mismo y su cabello, ahora rubio y antes rosa, sigue enmarcando su amplia sonrisa.

- ¿Kook Bangtan? -Pregunta arrugando su nariz y dejando de sonreír por la sorpresa unos segundos. Rio antes de responder.

-Solo Kook. -Pido devolviéndole una amplia sonrisa.

-Siempre serás Kook Bangtan, aunque ahora seas policía. -Su mano izquierda da una ligera palmada a la gorra sobre la barra. -Lo cual me deja en shock porque nunca pensé ver a un Bangtan cumplir la ley y mucho menos impartirla. -Ríe flojo antes de continuar. -Como nos hace cambiar el tiempo.

-Ya veo que a ti no tanto, sigues hablando tanto como siempre. -No pretendo hacerla sentir incómoda ni que eso resulte algo similar a una crítica o insulto, solo me alegra ver que hay cosas que no cambian a pesar de los años.

-Mi defecto. -Se señala con gracia a sí misma haciendo una pose extraña mientras mira hacia el techo, rio de nuevo sintiendo la tensión de mi mandíbula aflojarse. -¿Qué te pongo? -Pregunta volviendo a colocar sus manos sobre la barra frente a mí.

-Un café con leche, zumo de naranja y media tostada de mermelada.

- ¿Mantequilla? -Cuestiona.

-Solo mermelada. -Matizo. Se gira sobre sus talones antes de dedicarme una última sonrisa y comienza a partir un pequeño montadito de pan. Tras cargar el café, y presionar el botón para que comience a caer en el vaso, se coloca de nuevo frente a mí y bajo la barra comienza a exprimir el zumo de naranja.

- ¿Y cómo termina entonces un Bangtan como tú siendo policía? -Sigue concentrada en su trabajo y yo me intento acomodar un poco más en la butaca.

-Madurando supongo, a base de golpes de realidad. -Mi respuesta no parece sorprenderla ni sonarle indiferente, sino que asiente como si comprendiera perfectamente de lo que estoy hablando. Me mira en la breve pausa que realizo pidiendo que continúe. -He visto que la justicia puede ayudar y otras veces no ser justa. Yo solo quería ayudar a que siempre sea justa.

-Más personas como tú deberían de existir. -Me alaga en un susurro inclinándose ligeramente sobre la barra, tenerla tan cerca me hace recordarla aquella noche en la que Bangtan hicimos la recaudación y estuve ligando con ella. Poco después ella también desapareció de Seúl.

-Pensaba que te habías mudado a Busan. -Una leve sonrisa ladeada hace que sus mejillas suban hasta estrechar sus ojos antes de volver a girarse y darme la espalda.

-Sí, volví hace dos meses. -Tras sacar mi tostada de la plancha desbloquea su móvil que reposaba hasta el momento en una leja superior de la pared. Me muestra su fondo de pantalla. -Ella es Yiren, mi pequeña. -Una pequeña morena, de unos tres o cuatro años tal vez, está vestida de rosa con halas de plástico simulando ser un hada con una sonrisa de dientes pequeños y torcidos.