En busca de la esperanza

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«Tengo frío...»

Pues sí, esa era yo congelándome aquella noche después de acostarme.

Mis padres regresaban de noche y mi hermana no iría a llegar hasta la madrugada. Por un momento miré hacia mi ventana, vi muchos edificios con muchas ventanitas de luz. Siempre me preguntaba lo mismo...

« ¿Habrá felicidad en esos lugares?»

No lo sabía. Jamás había sido amada por alguien, pero de pronto una pequeña bombilla se iluminó encima de mí.

« ¡Cristo! ¡El mensaje decía que Cristo me amaba!»

«Pero... ¿por qué? »

Quise encontrar una breve respuesta, así que procedí:

Consulté al reloj en mi teléfono móvil, aún faltaba una hora para que mis padres llegaran y mi hermana no vendría antes de la doce. Sigilosamente, me deslicé hasta la habitación de mi hermana y encendí su laptop, pues era el único dispositivo que tenía internet.

Mi hermana jamás quería darme la contraseña y a pesar de que se la pedía a mis padres, ella les convencía de que aún era una niña pequeña y que no sabría usar semejante red.

«Hay que ver lo mentirosa que puede llegar a ser... » —pensé.

Después de encender su laptop ingresé a internet y activé el "modo incógnito", con el cual ninguna de mis búsquedas sería registrada en el historial.

Después de teclear la palabra "Cristo, aparecieron miles de opciones...

- Cristóbal Colón

- Cristo de la Buena Muerte

- Cristo de Dalí

- Etc...

Quedé impresionada, no sabía que había tantos. Así que escribí una frase más exacta:

"¿Por qué Cristo me ama?"

Al instante obtuve más de 103.000.000 resultados, pero no tenía tiempo. Rápidamente cliqueé en uno de ellos e intenté leer el contenido lo más rápidamente posible, aunque solo pude quedarme con una palabra que se repetía a lo largo del blog:

«Biblia...»

De pronto, oí como la puerta de la entrada se empezaba a abrir suavemente y escuché una voz familiar que me hizo helar por completo.

« Ay no... ¡Es Lucía!»

No me lo pensé dos veces. Rápidamente cerré mi ventana; eliminando cualquier rastro de mi presencia de aquella laptop y acto seguido, la apagué.

Mi hermana ya había entrado a la casa, y dentro de nada estaría en su habitación. No tenía tiempo, así que precipitadamente me escondí debajo de su cama. Creo que solo un segundo después ella entró y encendió la luz.

Parecía ebria, pude ver que sus pies se balanceaban de un lado a otro sin sentido. Afortunadamente su sueño fue mayor que su curiosidad por verme en mi habitación, ya que se puso el pijama y se acostó sin más.

Tuve mucho miedo de que me encontrara, pero media hora después de acostarse, pude salir triunfante a mi habitación. Si de algo estaba segura 100% es que cuando mi hermana dormía, no había huracán que la despertara.

Llegué a mi cuarto y me acurruqué bajo mis cobijas, me sentía feliz y satisfecha. Por un lado porque Lucía no me había pillado, y por otro estaba alegre por saber algo más de esa persona llamada "Cristo".

«Sé que si tengo que buscar en algún lugar la palabra "Biblia", es en la biblioteca de mi instituto. Además, nadie siquiera notaría mis intenciones; una chica cogiendo un diccionario no es nada sospechoso. Así que mi plan no puede salir mal»

«Vamos Abi... Tú puedes...»

Cerré mis ojos y me dispuse a dormir, no sin antes ver la hermosa luz de la luna.

La Guardiana del Libro [CRISTIANA] #1 {TRILOGÍA} ["El Libro secreto"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora