Descubriendo un misterio

193 31 5
                                    

ABIGAIL

« ¿Quién es Dios?...»

Esa pregunta daba vueltas por mi cabeza mientras intentaba conciliar el sueño. Apenas empezaba a saber de su existencia, pero el simple hecho de saber que hay alguien en todo este mundo que me ama y dio su vida por mi es muy impactante de por sí.

Daba muchas vueltas en mi cama; intentaba desviar aquel pensamiento pero cada vez que lo intentaba, este volvía con mucha más fuerza.

«Abigail... Debes dormir...»

Me levanté a dar vueltas por mi habitación para ver si así conciliaba el sueño, pero eso solo me impulsó a saber más sobre aquel libro. La biblioteca estaba cerrada pero conocía una vieja entrada nunca usada que me podría llevar a su interior. Estaba metida en un dilema; si mis padres y hermana se daban cuenta de que no estaba en mi cuarto llamarían a la policía, FBI y a la NASA para encontrarme.

«No exagero... »

Pero mis pies y mis manos no hicieron caso a mis pensamientos; al contrario, fueron hacia el armario y cogieron lo primero que encontraron. Me vestí rápidamente y en menos de 10 minutos estaba saliendo de mi casa rumbo a la biblioteca. Era demasiado oscuro así que debía tener cuidado por donde caminaba.

Me sentía como alguien que escapaba de su casa; pero yo no quería salir de mi hogar, solo quería salir de esta vida amargada que cada día me iba ahogando. Quería encontrar una respuesta a todas mis preguntas empezando por el por qué estoy en este mundo, ¿acaso fue así sin más?, ¿tendría algún propósito mi vida para que no acabara con ella el día que estuve a punto de quitarme la vida?

No tardé en llegar a mi destino, la biblioteca se encontraba frente a mí y no había nadie en los alrededores. Me escabullí por la antigua entrada que se encontraba en un almacén de libros antiguo y olvidado donde hasta entre las hojas se acumulaba polvo. Estornudé un par de veces al entrar, pero mi misión fue interrumpida por un sonido que venía de uno de los lados del almacén.

¿Hay alguien ahí? —pregunte con voz temblosa.

Al principio pensé que se trataría de algún intruso roedor, pero podía ser peor; no podía retroceder, no había venido hasta aquí para regresar. De repente, sentí como una mano me jalaba al suelo agresivamente mientras con la otra cerraba mi boca hasta el punto de no poder respirar.

Abigail... ¿Eres tú? —preguntó soltando su mano de mi boca.

¿Quién eres? —aprovechando mi libertad, le di un golpe en la nariz con todas mis fuerzas. El sujeto empezó a sangrar; me levanté y cogí un palo de escoba, amenazándole para que se fuera.

Eso... eso dolió, Abigail.

¡¿Arthur?! —grité atónita al ver su rostro iluminado por la luz de la luna.

¿Quién más podría ser...¡auch! Me duele la nariz, pegas muy duro. —dijo cogiendo un pañuelo para parar el sangrado.

¡Lo siento, lo siento, lo siento! —repetí ayudándole a levantarse. — ¡Pensé que eras un asesino!

Eso pensé yo al ver cómo me pegabas. —respondió él, riéndose de broma. — Por cierto, ¿qué haces aquí a estas horas?

Yo... quería saber más sobre aquel libro que vimos hoy. —dije algo desanimada.

¡Pues ya somos dos detectives! A mí también me vinieron la curiosidad y las ganas de conocer más sobre este misterio, así que fue por ello que vine aquí a estas horas... —dijo abriendo la otra puerta que daba a la biblioteca. — ¿Me acompañas?

La Guardiana del Libro [CRISTIANA] #1 {TRILOGÍA} ["El Libro secreto"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora