"El hilo que unirá a las almas gemelas que se llaman, corazones entrelazados con una o varias eternidades por vivir."
No importa la dimensión, ni el tu del pasado, tan solo los remolinos de sentimientos que se dispararon.
Aquella historia que por f...
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El despertador sonó por toda su silenciosa habitación, él abrió ligeramente uno de sus ojos para ver si ya había amanecido, dejó salir un gruñido de frustración cuando aún el cielo se mostraba oscuro.
Un puchero apareció en su delicado rostro, volvió a cerrar su ojo y se dijo que aún tenía tiempo para poder arreglarse para la escuela, por el momento solo quería dormir y lo hubiera hecho pues para Jeon Yoongi no era realmente difícil volver a recuperar su sueño, sin embargo solo pudo patear como pequeño niño sus edredones en el momento que su lindo y alegre papá entraba por la puerta de su habitación.
« ¿Por qué no puse el seguro?» el azabache se preguntó.
—¡Buenos días, buenos días My shunshine— dijo con alegria el hombre , pero al ver que su hijo no reaccionaba dijo cambiando totalmente su tono de voz—¡QUE TE DESPIERTES muchacho! que no ves que ya son más de las seis de la mañana y se te hará tarde para el colegio—
«Pero si apenas son las cinco de la mañana» volvió a pensar Yoongi, ya que si le decía eso a su padre en voz alta, esté seguramente lo sacaría a rastras de su cama. Su padre era muy cariñoso, demasiado dulce y positivo para todo, pero era mejor mantenerlo así a conocerlo aun mas enojado.
Había descubierto ese lado salvaje cuando su padre Jungkook había roto la vajilla de porcelana de las cenas de navidad; Y le da risa recordar como el pobre alfa fue mandado a dormir por una semana con Yoko.
Si, era mejor mantener a su papá Hoseok feliz.
—Ya voy, solo dame cinco minutos más pá— dijo estirando sus músculos tensos a falta de sueño. Las materias y la escuela le estaban consumiendo, pues solo había podido dormir unas tres horas como mucho.
—Nada de cinco minutos Jeon Yoongi, levántate — exigió el omega— Debería darte vergüenza que tu hermanito de dos años este mas despierto que tú—
Y era cierto, Yoongi levanto su cabeza y miró al bebé hermoso que comía con tanta felicidad la leche de su mamila.
—¡Pero papá!— puchero tratando de ganar más tiempo. Namjoon su pequeño hermano siempre tenía el privilegio de poder dormir cuando terminaba su comida. Yoongi no, él tenía que arreglarse para ir a la escuela y caminar durante media hora, ya que su granja quedaba lejos de la aldea.
Yoongi siempre se preguntaba porque simplemente no se mudaban a las grandes ciudades donde todo quedaba cerca, pero luego recordaba la contaminación, los pocos lugares verdes donde soltar a su lobo, la calidez de su pequeño pueblo y manada y entonces comprendía todo.
A regañadientes se levantó de su cálida cama y fue a arreglarse, mientras miraba como su padre salía feliz de su habitación, claramente sintiéndose contento por la victoria que había obtenido.
Cuando estuvo bañado y vestido de la manera más cómoda, bajo y llego a la cocina donde le esperaba sus dos padres y su pequeño hermano.
—Buenos días — dijo saludando al lobo azabache que bajaba el periódico y le miraba con una sonrisa.
