Ella se hizo presente de nuevo.

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Caminaba con cautela, su pies pisando a los demonios que osaban tocarlo. Pequeñas criaturas repugnantes que no sabían lo que ella valía, sus ojos reflejaban tristeza cuando veía la fila tan larga de todos aquellos que querían ir hacia el cielo, pero que se les era negado.

Negó y soltó un suspiro, los humanos y los dioses eran estúpidos eso era lo que creía en todo este tiempo de ser la juez de aquel limbo llamado muerte. Lo único que le daba cordura es que él había perdido todo tipo de sentimientos, una vez se entendió que estos perjudicarian su propia vida más allá de lo irremediable.

Entonces si ya no sentia ¿Que es lo que hacía ir al cielo en busca de luna?

Encontrarla no fue difícil se dijo cuando llegó, verla sumergir en locura tampoco ya no fue extraño para él. Hoseok había pasado tanto tiempo a lado de cada dios que ver sus peores etapas ya no era un secreto o misterio para él. Al contrario la blanca dama parecía estar llevando bien que su propio hijo se le revelara, mientras que con sus hadas trataba de cubrir todas las heridas que las rosas le habían hecho.

Era deplorable verla reír tan desquiciadamente, que Hoseok quería callarla para que no hablara más.

¿Dios lo castigaría si hacía eso?

En este punto a él ya no le importaba que pensara.

Él quería borrar esa hermosa sonrisa de aquella mujer que ahora desconocía. Un segundo sentimiento nació en él y no fue tan lindo como el primero, por primera vez Hoseok deseo poder utilizar sus poderes para llevarse la vida de la mujer que hacía sufrir a un pobre chico, a su Yoongi su pequeño cachorro.

-¿Qué es lo que te trae por aquí parca?- dijo en cambio la Luna viéndole desde su lugar, sus ojos que antes eran grises ahora tomaban un azul zafiro sangriento. Ella se mofaba con su mirada de él, mostrándole que no le tenía miedo. -Bueno si puedo llamarte asi o mejor te digo, Ho-se-ok.

Deletreo su nombre con tanto desdén que Hoseok creyó que si este fuera veneno ya le hubiera matado, pero no, no fue así. Tan solo le dio un motivo más para llevarse a este ser tan repugnante que ahora dominaba gran parte de la delicada luna. Nexan era la parte oscura de la luna.

Aquella que era tan vanidosa y no pensaba en nada más que sí misma. Nexan nunca se había hecho presente pues Luna siempre había brillado por sí misma, pocas veces se le había visto porque Luna nunca la habia dejado ser mas alla de que ella estuviera cansada, sin embargo esta vez parecía ser diferente Nexan rebosaba en ese pequeño cuerpo y dia a dia se habia adueñado más de luna y ahora la pequeña mujer estaba perdida entre esa oscuridad que no la dejaba pensar más allá, ver que no necesitaba de su hijo para sentirse amada y con compañía.

-Realmente es aburrido hablar contigo Nexan, trae ante a mi a Luna-

Se escuchó un retumbar de risas y las hadas huyeron de su dueña, mientras la oscuridad inundaba más aquel palacio que alguna vez fue blanco.

-Oh mi dulce Parca, me temo que no podrás verla porque ella se ha ido, creí que tú mismo le habías dado muerte.

-ella no está muerta-Dijo el en cambio- solo se esconde bajo ti, pues por primera vez no sabe qué hacer y es entendible, aunque ella debe de saber que no necesita de ti para poder tener la compañía que desea.-

La pequeña se negaba mientras reía - No, no, no ella se ha ido, ella no está aquí, ella se fue hace mucho y no la haré regresar, asi que vete parca aqui no tienes a nadie que ver.

Pero ella no pudo seguir diciendo más pues fue encarcelada en un cubo de cristal y de las manos de la parca apareció su hoz y sin más le cortó la cabeza a la que decía ser la Luna.

El pequeño demonio chilló, peleo e hizo todo para no desvanecerse, pero fue en vano poco a poco fue cerrando sus ojos. Hoseok creía que le había dado muerte y por ello hizo desaparecer el cristal que la encerraba -Descansa Nexan, nos veremos en otro mundo, en otro lugar para ser juzgado - dijo mientras veía desvanecer la oscuridad.

A pesar de que todo le su cuerpo le gritaba en alerta Hoseok no prestó atención y fue por eso que fue herido en su costado derecho por la garra de aquel demonio de ojos fríos, mientras está con su último aliento decía - Quizás no pueda matar al espíritu de la parca, pero que me dices a su cuerpo humano- y ella rió, mientras menguaba y se extinguia, su venganza estaba hecha, con ella se llevaría a la vida de quien creía la acompañaría.

Nexan había hecho sangrar a la parca. No, había hecho sangrar a Hoseok el padre de a quienes le esperaban y le sonrían con amor en sus pensamientos.

"No quiero dejarlos, pero si este es mi precio por intervenir lo pagaré" había dicho a los cielos y ellos le escucharon, pero ellos mismos creyeron que la parca había pagado su deuda, era hora de dejarlo ser feliz al lado de los que amaba.

Así que cuando Hoseok cerró los ojos creyéndose iba a morir, se sorprendió cuando sintió unos brazos tomarlos por la cintura con fuerza, mientras un suave aliento golpeaba su lado izquierdo de su cara, giró para ver de quien se trataba y lágrimas escurrieron de sus ojos cuando observó a su amado Jungkook a su lado.

El chico susurraba entre sueños, pero la palabra que salía de sus labios era "Te amo Hobi" y Hoseok por primera vez se sintió pleno después de la tormenta. Giro en la cama y se aferró a Jungkook como nunca lo había hecho en esta vida y no quiso soltarlo con temor a que se lo quitaran, pero no paso y supo que no pasaría cuando escuchó un:

"Haz cumplido tu parte, gracias por tu esfuerzo nuestra amada parca" fue dicho en un susurro pero sin embargo hizo retumbar los cielos y Hoseok se permitió dormir en aquel mundo donde sabía todo iba a tomar un sentido.


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xX Pollito-pan Xx

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2022 ⏰

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