Lujuria Oculta [Jenlisa; adaptación]

capítulo 5

―Alguien está ansiosa por llegar a la clase de hoy― Dijo Jungkook mientras luchaba por mantenerse a mi ritmo.

―Sabes que me gusta el inglés―Sonreí.

―A mi no, la señorita Kim me asusta.

―Bueno, entonces deberías dejar de ser un pervertido, ¿no crees?

Rodó los ojos y resopló hacia el suelo mientras colocaba sus manos en los bolsillos. La pose del mal humor, a lo infantil. Realmente no sé por qué me encuentro con él.

(...)

Llegamos poco después a la escuela y nos dirigimos a nuestros asientos. Jungkook seguía molesto por lo que le dije, así que agarré su rostro y conecté nuestros labios. Sonreí en el beso cuando escuché gritos de asombro. Sí, lo sé... Somos una pareja sexy. Me alejé  del beso y no pude sentirme asustada cuando vi la cara de Jennie detrás de Jungkook.

―Esto no es aceptable. Por favor, háganlo en algún lugar que no sea este la próxima vez― Dijo caminando a su escritorio.

Oops, lo siento, señora.

―Hoy vamos a realizar un trabajo en parejas. Como hay un número impar de personas en esta clase, uno de ustedes va a estar conmigo. Así que formense por favor.

―Vamos, bebé― Dijo Jungkook y me agarró del brazo, pero yo lo sacudí lejos.

―Ve con Taehyung o alguien más― Resoplé. Jungkook me miró como si yo fuera un alien o algo parecido, ya que siempre solíamos hacerlo juntos.

Pronto todos estaban con pareja. Claro, todos excepto yo, exactamente como quería. Tuve que rechazar algunos chicos sexys, pero todo salió bien. Y fue mucho mejor cuando Jennie se dio cuenta de que me tocaría con ella.

―Bueno Lalisa, asumo que me tengo que quedar contigo― Se burló de mi haciendo puchero.― Ven aquí, por favor.

Agarré mi mochila y me dirigí a su mesa. No pude sostener el contacto con sus ojos, eran demasiado intensos, así que solo miré el suelo mientras caminaba. Me senté a su lado y vi que Jungkook me compadecía. ¡Estúpido!

Jennie se levantó y empezó a repartir a cada uno las hojas del trabajo que tenían como título 'Entrevistas'

―Chicos, vamos a entrevistar uno al otro. ¿Alguna vez han querido ser famosos?― Ella preguntó a la clase.

Todos asintieron.

―Bueno, uno de ustedes hará de entrevistador y el otro de celebridad. Van a hacer preguntas para conocerse mejor. Por supuesto, lo deben hacer en inglés. Si escucho siquiera algo en coreano, van a estar en problemas.

Sí, esto es justo lo que quería.

―A trabajar― Todo el mundo empezó a leer sus hojas de trabajo, incluyéndome, claro.

Una vez más, este trabajo era para preescolares, suspiré.

Jennie se sentó a mi lado y giró su asiento para quedar frente a mi.

―Hola señorita Manoban, tengo que decir que es una sorpresa verte por aquí― Dijo en un perfecto inglés.

―¿Qué quieres decir?― Le respondí.

―Bueno, yo pensé que aprovecharías la oportunidad de trabajar con tu novio o una amiga en lugar de trabajar conmigo― Sonrió.

―Mi novio es un idiota y mis amigos no están en esta clase, aquí todos piensan que soy una diosa o algo así y la verdad no los necesito babeando sobre mí― Declaré y amé la cara de sorprendida que puso.

―Ellos piensan que eres una diosa... Wow― Se rió.― Arrogante y orgullosa ¿eh?

―No soy arrogante... Simplemente me tengo confianza― Mantuve mis ojos clavados en los de ella, desafiandola.

―Lo que diga usted, señorita Manoban. Vamos a comenzar este ejercicio, ¿Si?

Cuando dijo la palabra 'ejercicio' lo único que me imaginé fue a ella tumbada en la cama. ¡Oh mierda!

―¿Cuál es tu color favorito?―preguntó.

―Espera, espera. ¿Acabas de decidir que eres el entrevistador? Eso no es justo.

―Mi vida es aburrida. Prefiero escuchar acerca de la autoproclamada reina de las abejas― Otra vez, esa sonrisa.

―Lo dudo, pero está bien.

―Bueno, ¿comida favorita?

―La pizza, me encanta. También me gustan las cosas americanas.

―¿Canción favorita?

―Lego. Lo siento señorita Kim, pero esto es...

―Está por debajo de ti― Sonrió.

―Sí, usted puede ver que tengo fluidez, y tú también la tienes, así que no veo el reto aquí.

―Bueno, llama a tu hombre calvo de mediana edad luego― Bromeó. No, no. Yo te quiero a ti.

―Está bien, he decidido.

―¿Qué?

―Te tomaré para que seas mi tutora.

―Oh, ¿En serio?― Levantó la ceja juguetonamente.

―Mmm... Sí.

―Muy bien, tienes inglés conmigo 3 días a la semana. ¿Estarías feliz de quedarte una hora después de la escuela en esos días?― Sí, sí lo estaría.

―¿Eh... Más escuela? Que horror― Bromeé.― Claro que está bien.

―Perfecto, díselo a tus padres y podemos empezar mañana si lo aprueban. ¿De acuerdo?

―Hecho― Le di una sonrisa. Parecía que nunca le había mostrado mi sonrisa en todo su esplendor, porque ella quedó un poco sacudida.― ¿Está todo bien?― Cambié una sonrisa tímida.

―Por supuesto― Mantuvo sus ojos en los míos durante varios segundos. Wow, eso se sentía extraño. El timbre sonó, señalando el final de la lección. Gemí y Jennie me miró sorprendida.

―Wow, ¿No quieres dejar mi lección, Lalisa?

―No, es que no me gusta matemática. Y esa es la siguiente clase― Bien, ella tiene razón, no quiero dejarla. Extrañamente.

―¡Ah! Ya veo. Bueno, espero que eso sea un desafío― Me guiñó el ojo y se levantó para juntar las hojas de los trabajos.

¿Qué está mal conmigo? Murmuré para mis adentros.