No tan cerca

Velocidad

No.

No.

No.

Barry llevaba 33 horas escondiéndose de Hal. ¿Qué si iba a clases? Obviamente.
¿Qué si comía? Claro, pero no en la cafetería. ¿Qué si iba al baño? Claro, pero al de Central City.

No.

No.

Hal no le volvería a meter las manos hasta los glúteos.

Ok, sí lo había disfrutado como tanto alardea Hal.

Sí, también había gemido, pero sólo un poco.

Pero eso no se repetiría. No, él debía llegar virgen al matrimonio. No que fuera virgen....o tal vez sí. ¿Quién sabía a estas alturas? Lo importante era que hace apenas unos días había aceptado darse una oportunidad con Hal y este ya quería saltarse todo para comerse su tesorito. Y por Hera que no lo iba a permitir.

Su compañero de clases, Superman para los amigos, lo miraba con un poco de preocupación, mientras él se acaba su tercer lápiz a mordidas por el estrés.

Barry se movía inquieto en su asiento, mientras el maestro explicaba, alguna absurdez sobre teorías del clima y los dioses griegos.

- Señor Allen, salga de mi clase - el maestro lo miró irritado. Señalando la puerta - y vaya a enfermería o a la cafetería, lo que sea que necesite para que deje de comerse los lápices del señor Kent -

Clark sonrió nervioso mirándolo con un poco de culpa al ser descubiertos. Barry suspiró inquieto, tenía miedo de encontrarse a Hal y ser ultrajado como quinceañera virginal. Aunque pensándolo bien, él sí era una quinceañera virgen e inocente, seguro de que su tesorito había rejuvenecido junto con todo su cuerpo. Si Hal... ¡me va a doler!

Caminó hasta llegar a un baño y usarlo como cubierta para escapar a Central City, buscando a Wally e Impulso, sabía que los jueves los descendientes del legado Flash se reunían a entrenar juntos. Esperaba que Wally no se sorprendiera tanto con su nuevo yo.

Pronto se cumplirán tres meses del evento que lo llevo a ser un adolescente. Barry corrió por toda la ciudad hasta encontrar a los velocistas. Extrañaba la ciudad, extrañaba el café y su trabajo. Se sentía melancólico por el aroma fresco.

Se detuvo unos segundos, cuando sintió su corazón estrujarse y perder el aire al ver a Iris entrar al café que tanto frecuentaban. La extrañaba, a su mejor amiga y su amor no correspondido.

Soportó el nudo en la garganta y se olvidó de la punzada en su corazón al verla. La vio voltear hacia él y pronunciar su nombre al aire Barry, aunque no lo veía, lo sentía. Calló la tristeza al ver la melancolía en Iris, después de todo, él murió para ella. Para olvidar, hizo lo que mejor sabía hacer, correr.

.
.
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- yo ¡los vi! - Impulso agitaba sus manos y daba brinquitos alrededor de Wally - y me gane unas pizzas-

Wally se veía sorprendido. No sabía de la relación entre Superboy y Red Robin, había algunas relaciones entre héroes, sin embargo, la mayoría pasaban desapercibidas porque eran ocultas o sólo algo pasajero, así que no le dio mayor importancia a la felicidad que desbordaba Impulso.

- Wally, pensé que iba a tener que darles un empujón -

- Nombres Impulso -

- Pero no hay nadie -

Impulso se alzó de hombros. Sintió una ráfaga de viento anunciando a Flash, sintiéndose emocionado saltó a colgarse de él, Flash se aferró al suelo con los pies, para no caerse por el peso extra que cargaba. Sintiendo el aroma de Bart sobre su uniforme.