Cortejo

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Estaba ansioso.

Más que ansioso, excitado y eso estaba mal. No debería sentirse así.

La música era definida, suave y rítmica, marcando a la perfección el baile de los Omegas, mujeres y hombres, que lucían sus ropas elegidas especialmente para destacar su belleza y rasgos físicos con un único propósito.

Un alfa.

El baile era una mezcla entre danza árabe, libanés y vals... sus ojos siguieron ese suave movimiento de caderas al compás con los movimientos del pecho, formando una onda suave y sugestiva, siguiendo la media vuelta hasta que todos los omegas estuvieron de espaldas al público y comenzaron a descender con golpes de cadera hacía abajo dejando la sugerente idea de lo bien que se saben mover.

Desvío la mirada deshipnotizando su mente, buscando claridad. Ahí en su costado encontró con los ojos cerrados y el rostro hacia el techo a Jason que no pretendía mirar bajo ninguna circunstancia ese baile de cortejo, donde su padre y hermano estaban participando.

Clark pensó que tal vez lo mejor habría sido no ver porque ahora sólo quería ver más.

- Clark... - se mente estaba nublada y ansiosa, confundida entre la excitación y los celos - ¿sabías que iban a bailar? -

Clark volteó a su lado derecho, encontrándose con Conner y Hal que miraban sin despegar la vista ni un segundo de sus omegas. Parecía una competencia de pestañeos o celos enfermizos.

Incapaz de responder volvió su vista al frente mirando que todos los omegas ya estaban de frente habiéndose quedado quietos, las luces se apagaron, los omegas varones se quedaron en un círculo al centro mientras que, dejando sólo a las mujeres en la pista, estas comenzaron un baile con más frenesí, moviendo rápidamente sus caderas y pechos, al compás que se desplazaban hacía los costados y hacían ligeros movimientos inclinándose y mostrando su cuello. Un claro acto de sumisión. Su movimiento final las llevo desde la elevación del pecho hasta dejarse caer suavemente al piso mostrando su cuello arrodilladas, mostrando la zona donde estaba su glándula de vinculación.

Las luces se volvieron a apagar.

Al encenderse, ya no había ninguna mujer omega sobre la pista sólo permanecían los varones distribuidos sobre la pista. Con la cabeza inclinada hacía enfrente la música comenzó, los hombres levantaron su rostro, mostrando su mirada clavada hacía los alfas.

Clark trago grueso, Bruce tenía la mirada oscurecida y firme, listo para asesinar. Sintió perdía el aire pues Bruce ya no despegó su vista de él.

Los omegas comenzaron a bailar avanzando hacia enfrente dando marcados golpes de cadera, deteniéndose siete omegas sacaron espadas curvas en cada una de sus manos, comenzando a lanzar cortes que provocaban choque entre ellas debajo de sus propios pies, mostrando su destreza mientras saltaban sobre ellas.

Hal miraba a Barry realizar esa maniobra mientras admiraba ese permanente sonrojo en su rostro. Sentía su corazón latir como dos noches atrás, emocionado por semejante visión. Su mente gritaba que había que encerrarlo y no permitir que nadie más lo viera, apretó los puños recordándose que no, que Barry era libre corriendo alrededor del mundo.

Dejaron las espadas en el suelo arrojándolas hacía donde las iban a recoger, despejando la pista. Dos de ellos se retiraron dejando sólo a 5 omegas al frente, entre ellos Tim, Bruce y Barry quienes junto a los otros dos omegas, uno pelirrojo y otro moreno comenzaron una danza de caderas deteniéndose para saltar con una pirueta hacía atrás, quedando de espaldas descendiendo al suelo con golpes de caderas, formaron juntos un círculo, para culminar mostrando el cuello en sumisión.

No tan cercaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora