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~En Karmaland~

Auron, Fargan, Alexby y Vegetta estaban en la casa del último hablando sobre la situación. Ya habían pasado algunos días desde que no tenían noticias del albino, y cuando fueron a la casa de Luzu se percataron de que este tampoco daba señales de estar.

Habían echo esa mini reunión para debatir el tema y ver que podían hacer para encontrar a sus compañeros. En principio Auron no debería estar allí, pero como era el más cercano con el castaño desaparecido, al menos antes de las elecciones, decidieron informarle.

-Es raro que de repente los dos no estén, o no nos den señales de vida.- Comentó Auron mientras pensaba en ello buscando alguna posible respuesta, pero simplemente no era capaz de llegar a nada en claro.

-Yo entre a la casa de Luzu ayer y he visto que faltan él y Manolo- Dijo Alexby.

-¿Y por que no nos avisaste para entrar?- Cuestiono el de ojos morados algo mosqueado.

-Era mejor entrar solo, así me aseguraría de que nadie moviera nada de lugar.- Respondió con bastante calma el más bajo.

-¿Y viste algo raro?- Decidió a intervenir de una vez el de la máscara de búho.

-Su teléfono no estaba.- Tras esas palabras todos se quedaron en silencio pensando. Tal vez tenían una oportunidad para contactar con el castaño.

Y antes de que el resto pudiera reaccionar, el de piercings ya estaba llamando al móvil de Luzu.

~En Peaceland~ (El pueblo donde están Luzu y Willy)

Era por la mañana, ambos chicos hacia rato que estaban despiertos para empezar otro gran día.

A Luzu le dio por hacer un desayuno sorpresa para Willy, por lo que el albino estaba en la habitación que ambos compartían mientras esperaba que Luzu lo llamará.

-Ring, Ring...-

El teléfono del castaño sonó alertando al ojiverde, el cual observó el nombre del contacto "Auronsito💓".

Durante unos segundos no supo que hacer, pero al fin se decidió por cortar la llamada rezando por que el dueño del móvil no hubiera escuchado el tono de la llamada. Decidió bloquear el contacto de Auron tanto como el de los demás, no se podía arriesgar a que volvieran a llamar.

-¡Willy! El desayuno ya está- Cantureó feliz el mayor desde la cocina mientras el albino se dirigía a esta. Mientras caminaba por el pasillo llego a la conclusión de que el mayor no escucho su móvil sonar, porque si no le hubiera preguntado.

Al llegar a la cocina el dulce aroma de los pancakes lo embriago. Luzu cocinaba muy bien, esto lo sabía por las veces que anteriormente fue a su casa.

Ambos chicos se miraron esbozando una sonrisa para luego sentarse en la mesa. Willy empezó a comer ante la atenta mirada del mayor, esperando ver si le gustaba o no aquel desayuno.

-Tío, esto esta genial.- Comentó el albino tras pegar un bocado, haciendo sonreir al mayor. Willy mientras miraba al contrario se percató de que en un mueble de la cocina, en un jarrón estaban las flores que le dio ayer al castaño. Ver esas flores, colocadas en ese jarrón por su compañero hizo que su corazón diera un vuelco, pero decidió que ese momento no era el correcto para divagar en sus pensamientos y dejo de lado esa sensación.

Una vez acabado el desayuno los dos chicos salieron de la casa, empezando a andar por el pueblo camino a una montaña, era día de senderismo.

-¿Crees que nos extrañen en casa?- Preguntó de repente Luzu, sorprendiendo al menor.

-No lo sé... Lo raro es que no hayan llamado.- Dijo con total tranquilidad, como si lo de esta mañana nunca hubiera pasado.

-Tienes razón...- Comentó el castaño en medias de un tono triste y desilusionado, en el fondo tenía la esperanza de que alguien se preocupara, aunque sea un poco.

-Bueno, no pienses en eso.- Dijo el albino ganándose la mirada del mayor.- Estamos aquí para desconectar del resto, nosotros dos juntos.- Dijo eso último un poco a impulso.

-Tienen razón Willfred.- Intento convencerse a si mismo Luzu mientras seguía andando. Por una parte le dolía que nadie se percatara de su ausencia pero por otra parte agradecía cada minuto que pasaba junto a su amigo, ellos dos y nadie más.

¡Vámonos! (LuzuRex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora