¡Vámonos! (LuzuRex)

>27<

4° día

~Con ¿?¿?¿?~

Después de esos 4 días al fin estaban a nada de su destino. Aún les quedaba un poco del camino, pero antes de que empezará a atardecer llegarían.

Sabían que podían pasar dos cosas: una era que vencieran y robar las riquezas de aquel pueblo y otra que fueran derotados y sufrir el mismo destino que sus antecesores.

Ellos habían entrenado e iban conscientes de que tendrían que pelear contra 9 héroes, pero en el pueblo solo había 5. Llevaban una pequeña ventaja la cual desconocían.

~En Karmaland~

Ese día habia empezado de la mejor manera para Alexby. Fargan le había citado en su casa para hablarle de algo importante, por lo que sin dudarlo fue hasta allí.

Tras tocar puerta y que el mayor abriera para dejarle entrar preguntó que era eso que le tenía que decir.

-Cierra los ojos.- Dijo el Castaño con una amplia sonrisa en su rostro, el menor solo cumplió la orden.

Cuando el contrario se lo indicó abrió sus ojos, encontrándose una escena que se quedaría grabada en su mente. Fargan sosteniendo un peluche que se parecía a Jimmy, y viendo las costuras de este supo que lo había hecho el contrario a mano.

-Alexby... ¿te gustaría salir conmigo?- Preguntó el de ojos amarillos intentando ocultar el nerviosismo que llevaba encima. No era bueno para hablar de manera romántica, pero sí para hacer detalles, y por eso hizo un peluche de Jimmy, porque sabía que una de las cosas más importantes para Alexby era su mascota.

Por su parte Alexby estaba sorprendido, pero tenía una respuesta clara para la pregunta. -Claro que sí.- Dijo para luego abrazar al mayor.

Fargan no dudo en corresponderle abrazándole por la cintura y dejando un pequeño beso en sus labios.

En otro lado del pueblo estaba Auron, aún no terminaba su casa pero empezó con la mudanza.  Quería la casa más grande pero sentía la mecesidad de irse ya de su antiguo hogar. Por lo que cerró la estructura, traslado algunos cofres, sus mascotas y ya. Viviría allí un tiempo con lo que se llevo, no quería pasar más cerca de su antigua casa en un tiempo.

Lo que le llevo a esto fue el mensaje que Rubius le mandó a Alexby. Decía que todos estaban bien, que encontraron a Luzu y Willy pero tardarían el volver... un mensaje sencillo pero le partía el alma. ¿Por qué razón no iban a volver al pueblo? ¿Qué estaba pasando? Y otra cosa más, si estaban bien es porque no estaban secuestrados... entonces, ¿por qué esos dos se fueron?

La idea de que Luzu estuviera molesto con él no dejaba de atormentarle, había sido un idiota y sería entendible que el castaño no quisiera saber de él nunca más, ni aunque volviera.

Mangel y Lolito por su parte se fueron a la mina un rato porque necesitaban materiales. Principalmente diamantes para que Mangel tuviera una espada, ya que un zombie le robó la suya.

~Con Luzu, Willy, Rubius y Vegetta~

Luzu despertó abrazado a Willy, el cual ya estaba despierto y acariciaba su cabello.

-Buenos días, cariño.- Dijo el albino dejando un beso en los labios del mayor.

Luzu se encontraba feliz, que Willy le llamará de una manera cariñosa le sorprendía y encantaba.

-Buenos días darling.- Ambos se miraron para luego levantarse y empezar el día.

Ese día por la mañana el grupo decidiero darse un respiro y conocer un poco el pueblo. Les pareció un lugar hermoso, aunque no interactuaron mucho con los aldeanos, pues suponían que estos mentian a Staxx respecto de donde venía, no podian asegurar nada pero preferían ser distantes.

Por la tarde sin embargo la tranquilidad para disfrutar el día se esfumó.

Pasaron por al lado de dos guardias y no pudieron evitar quedarse a escuchar lo que decían, pues juraban haber oído la palabra 'Karmaland'.

-¿¡Cómo que Karmaland está siendo atacada!?- Chilló Rubius.

- No es algo que os incumba.- Dijo uno de los guardias serios, mirando al grupo.

-Claro que nos importa, somos de allí.- Dijo está vez Willy mostrándose alterado.

Los guardias se quedaron unos momentos en silencio pero al final decidieron contarles lo sucedido.

Hacia algo más de una hora habían llegado los asaltantes al pueblo y empezaron a saquear algunas casas. Dos de los héroes de allí los vieron y avisaron a los Dioses para luego intentar detenerlos. Los Dioses de Karamland informaron a los de este pueblo exigiendo ayuda, les debían el favor.

-Tenemos que ir, somos los héroes de allí y debemos proteger el pueblo.- Decia el de ojos morados convenciendo a uno de los guardianes que irían de ayuda.

-Sois los guerreros de allí, no os podemos negar que vengáis. Seguidme.- Los cuatro siguieron al guerrero hasta una zona un pelín alejada del pueblo.

Estaban tan centrados pensando en que estaría pasando que pasaron por alto que allí  estaba Staxx.

-Podemos abrir un portal que nos llevará allí. Pero no podemos controlar donde aparecemos. Puede ser en el centro del pueblo, frente a los asaltadores o en la otra punta. Nos tendréis que guiar.- Y sin más un portal se abrió, obra de los Dioses de allí.

Entraron a este nerviosos, intentaban mentalizarse de lo que habría al otro lado. Pero no se imaginaban ver aquello. La antigua casa del psicólogo estaba ardiendo.

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Estoy muy emocionada con esta historia porque ya está llegando a su fin y tengo varios finales en mente. Yo solo espero hacer un buen final para esto.

Chao 💫.