El Diario de Tom Riddle

Sangre sucia y Brujería

Hermione observo todo a su alrededor, cayendo en cuanta que estaba en Hogwarts. Exactamente en la Sala común de Slytherin.

— Wow...— murmuro dándose cuenta de la elegancia del lugar, pero a si mismo era frío y oscuro, nada comparado a la Sala común de Gryffindor.

Guiada por las voces que parecían ser de una discusión, se acercó a un grupo de niños de primero.

— Oye, Riddle...¿Que haces aquí?...sabes que no está permitido el acceso a sangres sucias — dijo un niño de cabello rubio cenizo

Hermione al observar mejor, se dió cuenta de que Tom estaba sentado en el sofá de la sala común, sumido en su lectura y a su alrededor estaban los que parecían ser los típicos brabucones.

— Lárgate, Lestrange— dijo con frialdad Tom.

— ¿oyeron?...el sangre sucia quiere que nos vallamos— dijo a los demás Lestrange.

Tom estaba hirviendo de la cólera pero no podía hacer nada, ya que lo superaban en cantidad.

Tomando su libro intento irse pero entre dos lo detuvieron por ambos brazos.

— ¿Oh ya te vas?...esto recién está comenzando— dijo con malicia Ciggnus Black.

Lestrange tomo la varita de Tom y empezó a jugar con ella.

— Los sangres sucias no merecen poseer una varita, son inferiores a nosotros...— explico mientras se acercaba al fuego de la chimenea— ¿Que pasaría si se me cayera al fuego?

— Lo pagarías muy caro...— masculló Tom tratando de librarse del agarre.

— ¿O si?...no lo creo.

Faltaban unos pocos centímetros para que la varita tocará el fuego, cuando Lestrange se quedo paralizado del miedo al sentir que algo se enredaba en su cuello.

Era una serpiente.

Todos en la sala común quedaron horrorizados del miedo al ver a tal animal, pero quedaron aun más sorprendidos al ver que está seguia las instrucciones de Tom, que parecía hablar en otro idioma con la pequeña pero temible serpiente.

Nadie en la sala común al igual Hermione comprendía la conversación que tenian esos dos.

Todos se relajaron al ver que la Serpiente se bajaba de Lestrange.

Los que tenían a Tom por los brazos lo soltaron lentamente para luego salir corriendo despavoridos.

Tom sonriendo con altanería y frialdad se acercó al muchacho. Sin mediar palabra alguna le quitó a Lestrange de sus manos, la varita.

Todo el lugar estaba en un absoluto silencio, nadie se movía por miedo a que le sucediera algo.

— Eres un cobarde — escupió Tom con molestia—. Algún día todos ustedes estarán a mis pies e inploraran para que los perdone...— dijo entre dientes el Slytherin, para luego tomar a su serpiente y salir de allí con la cabeza en alto.

Luego la escena cambio y en esta se podía apreciar que estaban en el Orfanato.

Tom Riddle un año más mayor, se encontraba leyendo en la cama.

La puerta de la habitación se abrió de pronto, exaltando al Pelinegro, logrando que el libro se cayera al suelo.

Una mujer que parecía ser la jefa en el Orfanato Woll, tomo el libro del suelo ante la preocupada mirada de Tom.

El rostro de la mujer se descompuso al leer lo que decía.

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La mujer se puso roja de la rabia, y se acercó a Tom, tomándolo con brusquedad del brazo.

— Mocoso desgraciado, ¿¡Cómo te atreves a leer esta...está brujería en mi Orfanato!?...¡Profanaras este lugar con esa porquería!¡La iglesia debería exorsisar tus demonios!— gritaba espantada y horrorizada la mujer.

Atraidos por los gritos, los empleados y los niños llegaron a la habitación de Tom.

Tom observaba con rabia a la mujer, pero no podía hacer nada.

— Esto no puedo permitirlo...— dijo la mujer para si misma negando—. Quítate el cinturón — ordeno inexpresiva.

Tom no quería pero debía hacerlo.

Suspirando se quito el cinturón y luego la camisa, pues sabía que vendría a continuación.

— Solo lo hago por el bien de todos...— murmuro para luego dar un golpe con el cinturón en la espalda de Tom.

Hermione con suma impotencia observaba como golpeaban al pequeño Tom, este no lloraba ni emitía el menor ruido, solo apretaba los puños y debes en cuando apretaba los dientes.

Una vez que la mujer dejo de golpear a Tom dijo para luego irse.

— Te lo devolveré cuando sean cenizas— escupió refiriéndose al libro.

Una vez que Tom se quedó solo, empezó a golpear todo con rabia al mismo tiempo que gritaba

— Todos ustedes lo pagaran...¡Malditos muggles!

Todo se comenzó a poner oscuro y de pronto ya estaba de vuelta en la realidad.

Hermione iba a escribir en el Diario, pero se quedó congelada al percatarse de que había alguien más...

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Hola!!
Espero que les guste el capitulo ❤️
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Besos 😘