El Diario de Tom Riddle

La cueva

Los días fueron pasando y con ello Hermione estaba mucho más ocupada, casi no tenía tiempo más que para estudiar.

También su “amistad” con Draco crecía cada día más, ambos al ser premios anuales vivían en la misma torre, por lo cual hacían sus tareas juntos.

De ves en cuando Harry y Ron se comunicaban con ella vía lechuza. Ellos estaban en la Academia de Aurores, habían decidido no volver a Hogwarts, preferían concentrarse en carrera.

Así mismo Hermione notaba que el trío de oro ya casi ni existía, cada uno estaba en su mundo, sin tiempo para reunirse como antes, parecía que todo lo que habían vivido juntos poco a poco quedaba en el olvido.

Suspirando llegó a la sala de menesteres, necesitaba alejarse un poco de la multitud.

Cómo siempre el lugar estaba perfectamente acondicionado para leer y descansar luego de un agotador día.

Arrastrando los pies me senté en el sofá, mis ojos quedaron fijos en el Diario que descansaba sobre la mesa ratona.

No podía llevarme el diario de aquí, ya que la sala no lo permitía. Lo que había en la sala, se quedaba en la sala.

Más emocionada de lo que creí, tome el Diario y una pluma, para comenzar a escribir.

— ¡Hola, Tom!

La respuesta tardo un poco

— ¡Hasta que me honra con su presencia, señorita Granger!

Hermione rodó los ojos por la ironía de este.

— Discúlpeme, Señor Riddle— le siguió el juego—. Estuve demasiado ocupada — añadió.

— Claro...Cómo estar con el oxígenado, ¿no?— cuestionó

— Se llama Draco — corrigió Hermione—. ¿Sucede algo Tom?

— Nada. No importa— respondió tajantemente.

— ¡No me digas que estas molesto!

— Cualquiera lo estaría si estás acumulando polvo y tú ahí olvidandote de mi por estar con ese estúpido— replicó Tom

— ¡Vamos!. ¿Que te sucede, Tom?. Tu no eres así...

— Tu no sabes cómo soy — aseveró el Slytherin.

— ¡Claro que lo sé!

— ¿Segura?. No lo creo, porque yo soy alguien maligno, oscuro, estoy roto ¿¡Entiendes!?— espeto colérico —. Y por si no te quedó claro, mira este recuerdo...

Hermione iba a replicar pero fue sorprendida por un humo negro que pronto la consumió por completo.

Observando todo a su alrededor cayó en cuenta que se encontraba en una playa. Asombrada por el lugar, admiro durante unos segundo el mar, hasta que a lo lejos diviso a un inconfundible grupo de niños.

Eran los niños del Orfanato Woll, estaban en lo que parecía una excursión, todos ellos parecían alegres, exepto uno, Tom Riddle.

Mientras se encontraban distraídos, el pequeño Tom se alejó de ellos, y con cuidado ingreso en lo que parecía una cueva.

Tom creyó que estaba solo en la cueva que prometía un momento de paz, pero estaba muy equivocado porque Amy Benson y Dennis Bishop estaban ahí.

— ¿Aquí vienes a llorar?. Lo imaginaba — dijo Dennis burlonamente.

Tom bufo con fastidio, parecía que esos imbéciles no se cansaban de molestarlo, pero esa sería la última vez que lo harían.

— ¿Que diablos quieren?— Preguntó Tom sin una pizca de gracia.

— Queremos arreglar un cuenta pendiente contigo...— respondió Amy acercándose a Tom.

— Sabemos perfectamente que fuiste tú quien mato el conejo de Billy— continuo Dennis.

Ambos niños estaban a punto de lanzarse sobre Tom, pero un fuerza sobrenatural se los impidió, estampando a los dos con furia contra las rocas de la cueva.

Tom con una clara mueca de desagrado se acerco a los niños, agachándose a su altura.

Amy y Dennis lo observaron con temor.

— Se siente tan bien, ver sus rostros llenos de temor — aseguró el pelinegro con una sonrisa siniestra.

Hermione sintió un profundo horror al imaginar lo que vendría a continuación.

Amy sentía como su nariz comenzaba a sangrar, y con miedo se la limpió, trato de levantarse pero algo se lo impidió, observo como cientos de gusanos se metían entre sus ropas. Podía sentir esos bichos viscosos en todo su cuerpo.

— ¡Ayuda!— grito el niño pero eso solo provoco que los gusanos se metieran por su boca.

A su a lado Dennis tenía la mirada fija en una serpiente que era manejada por Tom. La serpiente se enroscó en el cuello del niño, asfixiandolo. Dennis pataleo y trato de gritar pero no podía.

Tom observaba complacido como esos insignificantes muggles, poco a poco iban muriendo. Sus ojos estaban más oscuros de lo normal, reflejaban algo maligno, tenia esa mirada que con el tiempo se volvería la mirada del mismo demonio.

El recuerdo comenzaba a ponerse borroso y lo último que vió fue una gran sonrisa siniestra en el rostro de Tom.

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Hola Gente!!

Espero que les allá gustado el capítulo. No sé olviden de votar y comentar que les pareció.

También quería dar un anuncio para los amantes del Tomione, bueno como veran con mi increíble amiga noemi_1891 tenemos un historia en colaboración titulada: Amar sinónimo de debilidad.

Si gustan pueden pasarse por el perfil de mi amiga y echarle un vistazo a la historia. No sé olviden de seguirla y darle mucho amor.

Gracias ❤️.