Las Tres Escobas

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Hermione simulaba prestar atención a la clase de Runas Antiguas, aunque solo utilizaba el manual de la misma para cubrir sus ojos cerrados. Tenía mucho sueño.

Todo por culpa de Riddle.

Aunque no negaba lo hermoso que había sido dormir en la misma cama que él, todo en él olía a libros viejos y menta, le encantó poder acariciar su cabello, que este no se quejará y soltará suspiros de placer al sentir sus manos.

Se sonrojo al recordarlo.

— ¿Te sucede algo, Hermione?— escucho decir al buen Neville.

La castaña levanto la mirada.

— ¿Eh?...No, solo estoy pensando en...

— Harry y Ron, ¿no?— Hermione asintió aunque fuera mentira—. Lo imaginé, todos aquí sabemos que los extrañas, por eso Hannah y yo queremos invitarte a las Tres Escobas, podríamos pasar una tarde agradable los tres. ¿Te agrada la idea?.

De echo quería ir a la sala de los Menesteres a ver a Tom, pero si pasaba tanto tiempo ahí comenzarían a sospechar.

— Eso sería genial, hace tiempo pensaba ir pero no me animaba, ya sabes...todo el tiempo iba con Harry y Ron.

— Es normal. Nos vemos a las cinco en las Tres Escobas.

Neville le regaló una sonrisa y luego se marchó.

Hermione tomó sus cosas y se preparó para ir a Pociones, los pasillos estaban que reventaban que alumnos de todas las casas, algunos alumnos de primer año se asombraban al verla pasar, pues era la heroína del mundo mágico.

Pero ser la heroína tenía muchas cosas que le jugaban en contra.

Ni siquiera se dió cuenta de que sus pies se seguían moviendo hasta que llegó a la clase de Pociones, el profesor ya estaba ahí Horace ya estaba allí, el había vuelto a impartir la asignatura luego de la guerra, aunque le había costado volver.

Hermione tomo asiento en el único lugar libre que era al lado de Draco Malfoy, ya que nadie se quería sentar al lado de esté.

— Diría que te estaba reservando el asiento pero ambos sabemos que solo está libre por mi pasado— intento bromear el rubio.

Hermione le regaló una pequeña sonrisa.

— De todas formas gracias por el asiento.

— Cuando quieras.

Horace se aclaró la garganta.

— Muy bien alumnos, abran el libro de pociones quiero que investiguen sobre la Poción Magnatus  y luego hagan un resumen de la misma, sus ventajas y desventajas y quién es su creador.

Tanto Draco como Hermione abrieron sus libros, aunque el primero se enfoco en una poción en específico:

Poción de Locura.

El ya conocía los efectos de esa poción y la preparación de la misma, pero le dolía la cabeza de solo pensar en ella.

El rubio sintió que su compañera tocó su brazo.

Le había pasado un trozo de papel que el muchacho leyó rápidamente.

Hoy iré a las Tres Escobas con Neville y Hannah, tal vez te gustaría acompañarnos.

PD: Entenderé si no quieres.

H. G

Mierda.

Ella era tan buena con él, que cada vez se sentía más basura.

Escribió una respuesta rápida:

El Diario de Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora