El Diario de Tom Riddle

La Sombra

HE AQUÍ EL NUEVO CAPITULO. SORRY POR BORRARLO, ES QUE ESTABA INCOMPLETO. LO ESCRIBI EN MENOS DE UNA HORA. ESPERO LES GUSTE Y NO ME MATEN 😂❤️🙌

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Minerva Mcgonagall se encontraba leyendo tranquilamente un ejemplar del Profeta en su oficina, sentada junto a las llamas de la chimenea.

Las últimas noticias informaban que dos cuerpos masacrados y sin vida habían sido encontrados en el callejón Knockturn.  Lo curioso de todo esto era que los muertos eran dos sangre puras, provenientes de algún lugar de europa, traían un extraño artefacto y este iba a ser analizado.

Algo cansada dobló el periódico y lo dejo a un lado. Había sido un día muy largo, pero agradecía que Hermione Granger sea una Premio Anual ya que la ayudaba bastante a mantener el orden, algo que no podía manejar ella sola. Definitivamente las cosas eran más fáciles cuando Dumbledore estaba.

De pronto observo como las llamas se volvían de un verde intenso y por estas aparecía Harry Potter.

— Disculpe el horario, profesora Mcgonagall. No podía esperar para verla, debo hablar de algo importante con usted— expreso con preocupación.

La adulta mujer temió lo peor.

— ¿Que sucedió, Harry?¿Es algo grave?

— De momento es solo algo reversible, creo. Pero hay que hacer algo.

Mcgonagall le hizo una seña para que tomara asiento en uno de los sillones. El azabache se quitó su túnica y la dejo a un lado, observo las galletas que estaban sobre la mesa de la directora y no pudo evitar que su estómago gruñera, no había comido nada en muchas horas.

— ¿Puedo?— pregunto refiriéndose a las galletas con chips de chocolate, la mujer le entrego todo el plato.

La directora espero hasta que el joven terminará de tragar las galletas que se había llevado a la boca.

— ¿También quiere una taza de té?

— Lo apreciaria demasiado.

— Era sarcasmo, Potter.

El muchacho se sintió avergonzado.

— Perdona, es que estoy de los nervios— admitió la mujer—. Ahora. ¿Qué necesitas?

— Necesito que firme unos papeles.

— ¿Y eso para qué?

— Fácil. Para declarar a Hermione como incapacitada.

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Luna Lovegood saltaba despreocupadamente por los pasillos de Hogwarts, era muy temprano, no había nadie más en los pasillos, o al menos eso creía ella.

Le gustaba levantarse temprano, disfrutaba mucho hacerlo, no había nada como respirar el aire fresco que se colaba en el castillo y observar el amanecer desde la Torre de Astronomía.

Se detuvo en seco cuando escucho una puerta abrirse, rápido se oculto tras una columna y para su sorpresa vio como Hermione salía de la sala que va y viene, mejor conocida como la sala de los Menesteres.

La castaña estaba despeinada, con el uniforme y somnolienta. Parecía no haber dormido nada, aunque tenía el una sonrisa tonta en su rostro.

Tal vez había experimentado la diversión de la que tanto hablaban sus compañeros de Ravenclaw. Ella no era tonta, sabía lo que eran las relaciones sexuales, a pesar de no haber experimentado nunca una, pero no parecía que era eso lo que tenía Hermione Granger, era más una sonrisa de...¿Enamorada?

¿Pero de quién?

Pensó en seguir a Hermione pero algo la detuvo, o más bien alguien. Una sombra seguía a la castaña, a paso lento y estudiando cada movimiento. Luna sintió miedo y aguanto la respiración, no queriendo hacer el menor ruido.

La sombra parecía murmurar en una lengua extraña, está buscaba algo, pero al no encontrarlo simplemente desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

¿Había sido una alucinación de su cabeza?

Soltó el aire que estuvo conteniendo.

— ¿Que era?— pensó en voz alta—. ¿Que quería de Hermione Granger...?

Empezó a caminar de un lugar a otro, pensando en posibles cosas, pero sin llegar a nada lógico.

Tal vez lo mejor sería seguir investigando.

O tal vez no.

— ¿Juegas a las escondidas, Lovegood?

Brinco del susto al escuchar la voz de Draco Malfoy.

— No, osea si, pero no...— hablo muy rápido, sin pensar.

— «No, osea si, pero no»— imitó el rubio— ¿No es muy temprano para que andes rondando por aquí? Es peligroso hacerlo, nadie podría escucharte gritar en esta zona, y esconder tu cadáver sería aún más fácil, ¿no lo crees?— intento asustarla con sus palabras pero él evidentemente no lo logro.

— Grito muy fuerte, estoy segura que hasta la señora Norris me escucharía. Gracias por tu sabio consejo, Draco Malfoy— y sin más se fue dando saltitos.

Draco rodó los ojos.

— Que Lunática— aunque era irónico que justo él dijera eso—. No tengo tiempo que perder— se recordó antes de invocar la sala de los Menesteres y luego entrar en ella.

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HOLA!

¡¡¡SIGO VIVA!!!

ESTUVE OCUPADA CON EL COLEGIO ADEMÁS DE AFRONTAR UN HORRIBLE RESFRIADO :(

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPITULO. TRATARE DE IR ACTUALIZANDO MIS OTRAS HISTORIAS.

LOS AMOOOOOO

¡NOS LEEMOS PRONTO!

PD: AGRADECERÍA MUCHÍSIMO SI TAMBIÉN SIGUIERAN MI CUENTA ClaudiaMedina26 Y LEYERAN LAS HISTORIAS AHÍ PUBLICADAS.