✴I Don't wanna be a Angel ✴•Markson•

08

[Nota: Antes de leer este capítulo les recomiendo escuchar: "1:31 AM"  de Youngjae y JB o alguna triste canción Mientras leen.🌸]

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Ya había pasado técnicamente una semana desde que Mark había vuelto al mundo de los vivos, las cosas con Jackson no habían cambiado, pues el chino seguía insistiendo en que Mark saliera a comer con él y Mark siempre le ponía excusas para no salir, no es que no quisiera, al contrario, si quería, pero es que... En parte tenía miedo de recordar cosas y llorar a mitad de la cena. Por otro lado también descubrió que sus nuevos amigos eran muy unidos a él, también que de los tres; JinYoung era la mamá y que BamBam siempre lo sacaba de quicio.

Cuando el menor iba caminando por la calle a lo lejos vió a una señora ya un poco mayor, pero hermosa y que claro reconoció al instante de ver sus hermosos ojos color café, corrió y gritó: —MAMÁ, MAMÁ !!!. —Llamando la atención de la señora y los demás que venían a su lado, cuando llegó a ella finalmente la abrazo entre lágrimas.

Se sentía tan bien, tan protegido, no sabía cuánto había extrañado el amor de una madre, se sentía como un niño otra vez, es que a los ojos de la mujer Mark siempre era su niño sin importar cuántos años tuviera, para ella, Mark siempre fue su bebé.

—Lo siento... No soy tu madre.

Mark al escuchar esas palabras se separó de ella con los ojos llorosos, claro, se le había olvidado que para esa mujer no era más que un extraño, pues, para ella y todos Mark había muerto hace cinco años.

—Perdoneme... Es que usted me acuerda mucho a mi mamá... —Bajo la mirada con un dolor en su pecho.

La mujer asintió y miro con tristeza aquel chico que parecía un niño, de alguna manera ese abrazo le hizo sentir aliviada, viva, llena de luz y esperanzas. La misma sensación que le hacía sentir su hijo cuando la abrazaba con tanto cariño.

—¿Te puedo volver abrazar?. —Pregunto la señora necesitada.

El menor la miró sorprendido y sin responder la abrazo fuerte, abrazo el cual le fue correspondido.

En ese momento él quería gritar, llorar y una vez más gritarle a los vientos que: Él era Mark Tuan, que estaba vivo y lleno de vida. Pero también sabía que si hacia eso no quedaría más que en ridículo.

Extrañaba decirle “Mamá” , extrañaba sus conejos, sus besos en la mejilla y sus regalos cuando hacía algo malo, la extraba tanto, y de solo pensar que esa hermosa señora no reconociera a su hijo quién estaba frente a ella le destrozaba el corazón. Extraña como se sentía escuchar; “Te quiero mucho, nunca lo olvides hijo.” , extrañaba cuando ella le compraba de sus dulces favorito... Pero sobretodo, extrañaba el amor de su madre hermosa.

—Disculpe señora. —Se separaron del abrazo sin realmente querer.

—Espero que encuentres a tú madre. —Dicha esas palabras Mark se despidió con el corazón de mil pedazos.

«¿Como hago para decirle que yo soy su hijo?, ¿Como le hago para poder seguir resistiendo?. Siento que cada vez me siento más cerca de rendirme.» Pensó. «No, rendirme no es una opción.» Le contesto su conciencia.

—Dios, dame fuerzas. —Murmuro una vez que ya estaba él solo sostenido de un gran árbol de un parque mientras que con la otra mano sostenía su pecho con dolor.