Dejarse Llevar °Ashton Irwin°

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Después de tantas idas y vueltas, tantas discusiones, tantos fracasos, tantos desencuentros, tantos abrazos, besos, cariños, después de dejarlo ir, y extrañarlo hasta con la ultima célula de mi cuerpo, después de cortar la relación e intentar rehacer mi vida, todo parecía aun mas difícil. Difícil de resistir, de percibir, de olvidar… Debía dejarme llevar por las situaciones, los momentos y los sentimientos, y fue en ese instante en que caí en la cuenta de que estaba a su lado, después de varios días sin dirigirnos la palabra, y tirar todo por la borda, me encontraba en el sillón de su living, de su casa, a su lado.

- Hace mucho tiempo no estábamos solos – Me dijo Ashton con su vista fija en televisor, sentía que su alma estaba dentro de esa caja que lo único que hacia era reproducir una y otra vez un capitulo extraño de Los Simpsons.

- Es cierto – Lo mire, estábamos a oscuras, la luz del aparato cuadrado era la única iluminación del lugar, que apropósito, iluminaba su perfil perfeccionando aun mas su cara, era precioso.

- Sabes… - rodó mis hombros con uno de sus brazos, mirándome… Si, estábamos solos en su casa, era algo excitante pero raro a la vez, sus padres estaban en una fiesta y su hermano, con su chica… quien sabe donde. – creo que al final de cuentas, el destino quería que hoy estuviéramos aquí, juntos. – me miraba dulcemente, hacia tiempo que no lo hacia, era extraño volver a mirarlo sin odio, sin rencor…

- Creo que tienes razón, después de tantos errores – agache la cabeza, sabia perfectamente a lo que me refería. El había sido el culpable de nuestro distanciamiento… El y su maldita confusión fueron los culpables... a pesar de que no fuéramos nada formal, yo sentía por El cosas que de seguro El no sentía por mi. Eso era lo mas duro. - el destino conspiro para estar sentados como lo estamos.

- Aunque no me creas, extrañe estar a tu lado – Sonrió de costado, era cínico, era manipulador, era convincente, muy convincente… y para mi desgracia, mi amor hacia el no disminuía, y cada segundo que pasaba a su lado, era una ventana abierta a mis sentimientos, todo crecía y el dolor lo hacia a la par. Amor y dolor, iban de la mano en mi corazón

- Yo también te extrañe Ash… – Mi brillo en los ojos se podía reflejar en los suyos, yo si lo decía con el corazón, yo si lo había extrañado, como nunca extrañe a nadie… Pero estaba segura que El no era sincero conmigo, cada palabra que articulaba era para que yo caiga en su trampa, en la trampa de su amor… que una y otra vez me ganaba y me manipulaba…

- ¿Sucede algo? – Me tomo del mentón, y me miro a los ojos… lo quería demasiado como para dejarlo ir otra vez, no quería arruinar el momento con mis planteos, las cosas habían sido aclaradas hace un tiempo atrás y hoy el pasado, había quedado en el olvido, para El, porque para mi, aun seguía presente.

- No, me agrada estar a tu lado – Le sonreí, como una tonta enamorada.

Me miraba fijo, su mirada era algo sobre natural, la anatomía de su cara era perfecta, maldecía por mis adentros enamorarme de El, pero me era imposible, mi ser estaba tan encantado con El, que ya no había vuelta atrás. Me sonrió, haciendo que me salga de mi eje, mis ojos recorrían su cara, disfrutando de la vista… su pelo castaño, digno de admirar, algo despeinado, pero sin salir de su forma, sus cejas, bien formadas, su nariz, simplemente perfecta, no había nada que superase la perfección de aquel relieve que estaba en su cara, su boca… lo mejor que dios podría haber creado, era mágica, cada vez que rozaba mis labios con los suyos sentía que mi alma se iba a otro universo, y que nada tenia significado en mi vida. Sonreí melancólica, noté que Ashton me miraba de la misma forma, lentamente iba acortando la distancia entre ambos, sentía su aroma cada vez con mas presencia, si había algo que me debilitaba, era su fragancia, su olor a hombre…

Su brazo que se encontraba apoyado en mi hombro, bajaba lentamente hacia mi espalda, era una señal de que quería estar mas cerca mío, le correspondí, me acerque aun más… Su miraba delataba que estaba en paz, tranquilo, disfrutando el momento. La acaricie la mejilla y sonreí… lentamente se acerco aun mas, vi como cerraba sus ojos, y sus pestañas terminaban de enamorarme completamente de El…
Sus labios me rozaban, era delicado, como siempre lo había sido, paso su otra mano por mi cintura y me apretó hacia a El, sonrió sobre mi boca, se alejo y me miro… volvió a acercarse, beso mi frente y volvió a mis labios, ahora si con mas pasión… sentía que cada segundo que mis labios estaban posados sobre los de El, la tierra se derrumbaba en mis pies. El beso se torno algo mas pasional, pero sin dejar de ser tierno, sus labios eran suaves, hasta dulces… Ambos labios parecían estar sellados, ninguno de los dos quería separarse del otro. La falta de aire se hacia presente, pero nada importaba, era el beso que ambos necesitábamos después de tanto tiempo, sentía sus manos deslizarse por mi espalda, y mis manos acariciaban su cabello, era como estar en el paraíso. Nos separamos, estábamos agitados… pego su frente sobre la mía y me sonrió.

- ¿Vamos al cuarto? – Esa preguntaba me decía por completo que era lo iba a pasar, lo que Ashton quería que pase…
- ¿Estas seguro? – El era mayor que yo, y estaba segura de que ya había vivido una experiencia como la que estaba a punto de pasar, Ashton sabía a lo que yo me refería con mi pregunta. Y El también sabia, que yo nunca había vivido una experiencia así… lo habíamos hablando una tarde, donde surgió un juego de preguntas y respuestas y claramente esa pregunta no podía faltar.
- Estoy seguro, quiero que seas tu la que me lleve a otro mundo – Me dio un corto beso en los labios, se paro del sillón y estiro mi mano para levantarme - ¿Estas dispuesta a vivir esto conmigo? – Me pregunto melancólico, sabía que significaba mucho para ambos, yo lo amaba con todo mi ser, y Ashton me estaba entregando su cuerpo y su alma sin obstáculos, yo era su elegida.
- Es lo que mas quiero en el mundo, y lo sabes – Me levante, tomando su mano, quedando enfrentados.


Me beso abrazándome por la espalda, sentía sus brazos recorrer mi espalda y bajaba hasta el final de mi camiseta, El quería deshacerse de ella, lentamente sentía como el frío entraba por mi espalda y sus dedos se deslizaban lentamente, estire los brazos, y lo ayude a quitarla. Lo mire fijo a los ojos, tenia miedo… por los dos, era algo nuevo, un campo desconocido, Ashton pareció leer mi mente, me acaricio el mentón.

- Déjate llevar, ¿si? Disfruta el momento, es algo que ambos queremos vivir, el uno con el otro, nadie mas – Tenia ganas de llorar, sus palabras entraban por mis odios y llegaban a mi corazón como un sueño, era real e iba a suceder, lo tenia frente a mi…

Sentía sus dedos fríos sobre mi piel, con delicadeza le quite la camisa, y finalmente pude admirar su cuerpo, trabajado, no tan exagerado, pero bien formado… El aroma varonil entraba por mi nariz y despertaba en mi el amor. Pase mi mano por su pecho, tratando de grabar en mi mente cada línea marcada sobre El.
Me abrazo aun mas, pero sin dejar de mirarnos a los ojos, caminábamos como podíamos hacia la habitación, los besos no dejaban de tentarnos y la temperatura iba aumentando. Llegamos a la puerta, me apoyo sobre ella, me acaricio el pelo, me beso y abrió. Apenas entramos divise 2 camas, supuse que una era la de su hermano, y la otra era de El… sin soltarme y sin dejar de besarme me recostó en su cama, posesionándose sobre mi, delicadamente. Mis manos recorrían su espalda con ternura, ya no quedaba en mi ni un poco de cordura, lo quería tanto que el momento se tornaba cada vez mas perfecto para ambos.
Lentamente y sin ningún movimiento brusco se deshizo de sus pantalones, dejando a la vista, un sensual bóxer rayado, mordí mi labio y el pareció notarlo ya que se acerco con prisa y susurro en mi odio: “Te gusto y lo haces notar… eso es peligroso”. Reí tontamente. Me callo la risa con un beso salvaje, pero lleno de amor. Rápidamente se deshizo de mi Jean, quedando solamente en ropa interior, ambos. Todo había pasado tan rápido, pero para nosotros cada segundo era vital, queríamos disfrutar el momento a pleno. Las caricias que nos brindábamos eran cada vez mas delicadas pero peligrosas, sensuales pero amorosas. Los besos eran frenéticos, sin pausa, casi sin aire.

- Siento que voy a explotar si estamos un segundo mas con esto puesto – señalo su ropa interior. Reí, y lentamente tome el elástico del bóxer, tratando de bajarlo. Ahora entendía porque había dicho la palabra “explotar”, Ashton y su “compañero” estaban al limite de la locura si no se los complacía cuanto antes.
- Necesitamos algo, antes de…. – El sabia a lo que me refería…”protección”.
- Si, mi hermano de seguro tiene algunos – dijo revisando el cajón, desesperado. Encontró uno y se lo coloco en cuestión de segundos.

Rápidamente me quite la ropa que me quedaba, el sostén y las bragas…y finalmente, ambos estábamos como dios nos trajo al mundo, sin nada que nos separe, piel a piel. Sentía que cada roce de piel era una quemadura que perduraría para siempre, estaba segura que iba a ser un momento inolvidable.
Ashton aun seguía sobre mi, me miraba deseosamente y yo lo admiraba con la mirada, en un simple movimiento me sentó sobre sus piernas, estábamos conectados con la mirada, con el corazón, con el alma, era el momento, ambos estábamos dispuestos a dar el siguiente paso, luego de tantos errores, tantas discusiones, tantas idas y vueltas, tantas noches de llanto y reproches… Sentí como se sumergía en mi, con una fuerte embestida, El callo mi grito con un beso cargado de amor, sentí como todo en mi interior parecía cobrar una segunda vida. No dejábamos de mirarnos, ambos queríamos vernos al otro, sentir con una mirada lo que uno le provocaba al otro. Los movimientos de placer que el producía en mi eran inexplicables, las embestidas cada vez eran mas pasionales, mas frenéticas… sentía que estaba en el cielo, cerré los ojos y me deje llevar, sentía que cada parte de mi corazón era entregada a El, lo mire y note que tenia sus ojos cerrados, estaba disfrutando de la entrega. Penetraba en mi una y otra vez, era un ritmo que parecía nunca acabar, nos separamos y yo me coloque sobre El, acaricie desde la punta de su pelo, hasta la punta de sus pies, era glorioso. Volví a subir y me senté sobre El, me sonrió, y el placer retomo su lugar original, volvió a entrar en mi, volvimos a ser uno. Estábamos sellando un pacto de amor, de entrega. Todo era lento y rápido a la vez, nuestras manos cada vez se deseaban mas, sus brazos recorrían cada centímetro de mi piel, y eso me llevaba a otro planeta. Las posiciones cambiaban, los besos no cesaban, las embestidas eran cada vez mas necesitadas. PASION, LOCURA, ENTREGA, AMOR, era lo que llenaba esa habitación, ninguno de los dos quería parar, era una batalla que no tenia fin, o parecía no tenerlo, finalmente ambos llegamos a la cima, al orgasmo, los gritos y los suspiros, los gemidos y los llamados eran una melodía que resonaba en nuestros odios. Ashton me nombraba y yo lo nombraba, la pasión nos había abrumado. Se separo de mi, y se sentó, yo me senté sobre el, quedando frente a frente mirándonos, admirándonos. El sudor se había apoderado de nosotros, mi cabello estaba alborotado, y su frente estaba empapada, pase mi mano por ella y el beso mi muñeca con delicadeza, nos miramos por unos instantes sin decir nada, no hacia falta hablar, los actos habían hablando por si solos. Baje mi vista a su pecho y pude observar su cadenita (VER MULTIMEDIA), brillante bañada en sudor, en nuestro sudor, brillaba y resaltaba sobre su musculatura, la toque y pude notar que me miraba, tiernamente.

- Te la regalo - Se quito la cadenita y me la tendió en la mano, lo mire afligida, no podía aceptarla, Ashton amaba esa cadenita con todo su ser, y yo no era digna de ella.
- No puedo aceptarla, no la merezco – Le dije a los ojos, se la devolví.
- Si la mereces, acabas de entregarte a mi, te convertiste en mujer, te mereces el cielo por haber hecho esto por mi y conmigo – Me sonrió y me beso, mientras unía nuestras manos, colocando otra vez su preciada cadenita sobre mi palma.
- Pontela – me dijo, hice caso a lo que dijo y me la coloque, la sentía fría, el metal chocaba contra mi pecho, justo en el inicio de mis senos. – Creo que se ve mejor en ti que en mi – Me beso los labios.

Lo abrasé y nos acostamos, nos tapamos con su sabana y nos miramos por bastante tiempo, podía ver el brillo en sus ojos, Ashton demostraba estar feliz, y yo lo estaba… Estaba feliz.

Me senté luego de admirarnos por un rato, y El se sentó a mi lado, besando mi hombro, aun desnudo…

- Creo que ya tendría que irme – Observándolo por el rabillo de mi ojo.
- No, la noche es joven, nosotros lo somos, bueno… ahora no tanto, esto recién empieza, amor - Me sonrió tiernamente, “amor”, era la primera vez que me lo decía, se sentía tan bien, sentía que por fin era mío, y yo por fin era suya. Era mutuo.

Me giro, logrando que lo mirara, me beso y me atrajo hacia El, quedando otra vez, sobre El. Si, la noche era joven, y ambos teníamos mucho mas por disfrutar. Las caricias volvían a aparecer, cada vez mas rebeldes, Ashton comenzó a dejar un camino de besos, desde mi boca, pasando por mi cuello, mi pecho, mi panza y mis piernas, era bendito, cada beso era un regalo del cielo. Me miraba deseoso, con ganas de mas, estaba dispuesta a entregarme por segunda vez a El, a la persona que amaba…
Se coloco sobre mi, y volvimos a unirnos, volvió a entrar en mi, ambos sentíamos la necesidad, de estar unidos, sin barreras, sin escrúpulos, sin nada que lo pudiera arruinar. El ritmo con el que me embestía era cada vez mas placentero, el gemía sobre mis labios y yo pensaba que era imposible sentir tanto placer en algo así, sentía que moriría en sus brazos de tanto placer entregado y recibido. Una vez más, y otra vez mas… clímax, y mas pasión. Era imposible fijar mis pensamientos en algo, la pasión, el amor y la locura me había nublado los sentidos, solo podía sentir su corazón latiendo sobre mi pecho, sonreí ante eso.

Abrí mis ojos, y note que aun era de noche, gire mi cabeza y lo vi, placidamente dormido como un bebe, su respiración era pausada, estaba agotado, y yo también lo estaba, la entrega había sido completa y agotadora. Le acaricie la frente y lo bese. Estamos desnudos, entrelazados, como habíamos quedado al terminar de hacer el amor. Sonrió apenas sintió mis labios sobre su frente, me senté en cama y Ashton me miro de reojo.

- Creo que ahora si debo irme… - Mis padres pensaban que estaba en la casa de mi mejor amiga, y tenia que llegar ahí antes del amanecer.

Me levante de la cama, me coloque la ropa que estaba en el suelo, el repitió mis actos y salio atrás de mi. Estamos en el living y lo bese, dulcemente, ese era el ultimo beso, hasta quien sabe cuando, días, semanas, meses, nadie lo sabia, ni El, ni yo… solo el destino.

- Te amo – Dije al separarme, me miro fijo a los ojos, sabia que no debía haber dicho eso… Ashton no me amaba, a lo sumo sentía cariño por mi, pero nada mas. Lo tenia mas que claro, había sido solo una noche de pasión lo que habíamos vivido, El lo tenia en claro en cuanto entre por esa puerta y me recibió con un calido abrazo, a fin de cuentas había vuelto a caer en la trampa. Agacho la cabeza, ofendido, o sintiéndose culpable por sus sentimientos – Descuida, se que no sientes el amor que yo siento por ti, y lo entiendo. Y tengo mas que claro que lo que paso dentro de esa habitación – dije señalando la puerta – no fue mas que un revoltijo adolescente – Estaba al borde de las lagrimas, debía salir de allí, cuanto antes…
- Ey, espera – Me tomo del brazo antes de que pudiera abrir la puerta – puede que no sienta lo mismo que tu, puede que nos hayamos dejado llevar, pero… lo que paso hace unos momentos fue increíble, y sabia que tu eras la indicada, y te agradezco por eso – Me miro, y acaricio la cadena que se asomaba por el escote de mi remera
- Si la quieres, tómala – Estaba quitándome lo que El me había obsequiado cuando hacíamos el “amor”, pero su mano freno la mía.
- No, es tuya, y quiero que eso sea la prueba de lo que nos paso… - sonrió melancólico y miro al piso.
- Nos dejamos llevar – dije mirándolo – Me deje llevar y eso era lo que me bastaba para darme cuenta de que no me amas como yo lo hago. – Una lágrima se asomo, y abrí la puerta para salir, volvió a frenarme.
- Gracias – dijo secamente, casi con la mirada fría, sin sentimientos. No podía creer como podían cambiar las cosas en cuestión de segundos, habíamos hecho el amor por primera vez y nos despedíamos con una lagrima y un “gracias”, era absurdo, pero el destino quería que fuera así… Sentí el ruido de la puerta cerrarse y el viento que me envolvía, sin duda, estar en sus brazos era mejor.

-

Me había reprochado a mi misma que cuando lo tenga otra vez en mis brazo, no lo deje ir… pero me fue imposible, lo había dejado ir devuelta, después de tanto amor, lo había dejado ir en manos del destino… Solo el destino sabia si yo lo volvería a sentir como lo sentí aquella noche, yo lo amaba y sabia que en lo mas profundo de su corazón, Ashton me quería, me lo demostró esa noche, cuando se entrego a mi, me lo había dicho con la mirada, con el corazón, El me amaba pero no era lo suficiente hombre como para aceptarlo… Solo lo deje ir, y el olvido se apodero de mi, o eso es lo que aun trato de hacer, dejarme llevar y olvidarlo… de una vez por todas. Ser libre de su falso amor.
¿Fin?

One Shots |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora