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Manuel ~

Desde que tengo uso de razón, jamás me sentí cómodo con las pibas, no me sentía como una de ellas.

En los vestuarios, baños, etc... todo era muy incómodo, siempre me escondía en uno de los lavabos para poder cambiarme, desde los cinco años.

Obviamente, eso para nadie era normal.

A los siete años le pedí a mi mamá que me cortara el cabello, "como un chico" que decían ellos.

Ellos aceptaron, con la excusa de que venía el verano y el cabello daba calor.

Siempre fui una chica, bueno, una persona inteligente, me las apañaba yo solo siempre.

A los nueve años, comencé a comprarme ropa de la sección de hombres, con la excusa de que me gustaba la ropa ancha, ellos aceptaron también, aunque con un poco de presión.

A los once años, empezaron los comentarios de papá.

- Así nadie se va a fijar en ti.

- Pareces un niño, deberías de vestir más femenino.

- Cierra las piernas Martina, sientate como una mujer que eres, cruzalas.

- Deberías tener más amigas, solo tienes puros amigos hombres.

- ¿Seguro que no quieres una barbie para navidad?

Más y más estereotipos.

Y lo que más me dolía, venía de mi propio padre.

A esa edad empecé a dudar de mi género seriamente. Siempre lo había tenido en mente, pero jamás lo hice como algo "formal".

Mis amigos empezaron a llamarme "Manuel", como les pedí que hicieran.

En mi casa seguían llamando con mi dead name (el nombre original que me pusieron mis padres desde un principio).

Sabía que si se lo decía, se lo tomarían mal, al menos papá, a mamá siempre le ha dado igual.

¿Pero como reaccionaría él al saber que tiene una hija transexual, que realmente es un hijo, y gay?

A los doce lo hablé con mi madre, ella estaba totalmente de acuerdo con esto, pero bien sabíamos los dos que él no.

Aprovechamos que mi papá trabajaba mucho, que una vez tuvo que estar más de un mes fuera del país, para operarme, una disminución de pecho.

Él no se daría cuenta, desde hace unos años no se fija mucho en mí, así que no había problemas.

A los catorce mi papá ya comenzó a sospechar, se comportaba más distante conmigo.

Realmente no me importaba lo más mínimo, mientras que no nos hiciera nada.

Los siguientes cuatro años fueron una tortura, tanto como para mi que tenía que bancarme los comentarios de mi papá, y tanto como para mamá que tenía que escucharlo todo.

Ninguno de los dos nos atrevíamos a hacer nada, pues teníamos miedo.

Todos en mi vida habían aceptado esto sin ningún problema, utilizaban el pronombre "él" y me llamaban Manuel, todos, menos él.

Un día, comenzamos a discutir, eso ya era rutina, hasta que soltó una bofetada, seguida de varios puñetazos.

Mi mamá llamó a la policia, llegaron unos minutos después.

Lo denunciamos, ahora mismo tiene una multa que pagar y una orden de alejamiento.

Del dinero que papá tenía que pagar, nos compramos la nueva casa, y unos días después nos mudamos.

Todo fue muy rápido, no queríamos quedarnos allá mucho tiempo, demasiados malos recuerdos.

Después empecé la escuela, bastante bien, conocí a Mateo, un amor de persona.

Pero, tenía miedo, mucho miedo.

Sabía que le gustaban los pibes.

Pero no sabía si él me veía como uno.

Tengo miedo de que se aleje de mi, no soy lo que le gusta, un pibe sin pene.

Me enganché a él, estaba enamorado, pero yo no quería eso, sabía que no tengo ninguna posibilidad con él.

Lo mejor era alejarme, y creeme que lo intenté, pero no podía, ese chabon me tiene a sus pies.

Miles de noches me había quedado llorando, sin poder dormir.

Ahora iba a pasar una semana con Mateo, durmiendo con él.

No sé si podré aguantarlo, no es porque sea algo cansado, sino porque tengo constantes ganas de comerle la boca y decirle todo lo que siento.

Pero, Manu, controlate.

Temía por mi salud mental, esto no ayudaba para nada. Ya de por sí estaba destruido, y todo esto lo empeoraba.

Esperaba que esto simplemente sea atracción, nada más, solo eso. Pero sabía que no.

Estaba completamente enamorado de él, y he intentado que no pasará, pero era imposible.

No entiendo como la gente se podía resistir a Mateo. Esos labios carnosos y gorditos. Su piel levemente levemento morena. Los rizos perfectos y brillantes.

Simplemente Mateo.

transexual - trueplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora