CAP 14

9 2 0
                                    

Cuando lo vi estaba pasmada. No me lo podía creer. Hacia muchísimo tiempo que no lo veía. Años. Pensaba que nunca lo volvería a ver. - Ko... Kohaku... ¿De verdad eres tú? ¿Pero... que haces aquí? - - ¿Yo...? Yo no lo sé. ¿Quién eres tú? Perdona, ¿nos conocemos? - En ese momento se me callo el mundo encima. Como si cayeras en un pozo sin fondo. "No me... ¿conoce? Pero... No puede ser. Si me vio tanto como humana como semidemonio... ¿A caso se olvidó de mí? Pero... ¿qué le ha pasado? " pensaba. No me lo podía creer. - Kohaku... ¿De verdad que no te acuerdas de mí? Hacía dos años que no nos veíamos, pero no pensaba que te fueras a olvidar. En ese momento noté que una lágrima nacía en mi ojo. Y después de esa una y otra iban naciendo y muriendo al final de mi rostro triste. -No... Lo siento... Oye, ¿estás bien? - Si, tranquilo, estoy muy pero que muy bien- Mentí. Estaba destrozada. - Perdona, pero... ¿Qué tendría que recordar? - -Kohaku, tú y yo nos conocimos...- Y no pude terminar la frase. El rostro le cambió totalmente. Su mirada no era la misma y parecía otra persona. Estaba en shock y pasó. Cuando menos me lo esperé sentí su arma en mi hombro. Me había atacado. Kohaku. El niño que conocí cuando era pequeña, en forma humana cuando me torcí el tobillo y no pude volver a casa, él fue quién me ayudó. No me podía creer que él, el que me salvó la vida una vez ahora me la quería quitar. Estaba tan destrozada y tan dolida que no quise luchar con él así que corrí. Intenté correr tanto como pude, aunque no llegué muy lejos. Kohaku con la parte inferior de su arma me ató un pie y me caí al suelo. Él se iba acercando. Cada vez más y más. Ese sí que era mi final. Matada por la persona que me salvó la vida una vez. "¿Todos los humanos se volvían así?, ¿acaso los humanos pueden cambiar tanto? ¿Si ayudas a un humano te traicionara? ¿Sesshomaru tenía razón?" Esos pensamientos me pasaban por la cabeza mientras él se acercaba cada vez más hasta que llegó. Levantó la mano con la que sujetaba el arma y bajaba directa a mi corazón.

Y entonces apareció. No me lo creía como podía ser que estuviera aquí. Pero... Si la última vez que la vi era en el este la noche que me convertía en humana. El Hiraikotsu de Sango apareció y le quitó el arma a Kohaku. Después de eso empezaron a luchar entre ellos. – Kohaku, ¿por qué? - No paraba de repetir ella casi llorando. Estaban luchando hermano contra hermano. No lo podía permitir. Si uno de ellos dos muriese aparte de que el que ganara tendría un dolor y un arrepentimiento eterno, no quería que nadie más pasara por lo que yo pasé. No. Ese dolor no podía vivirlo nadie más mientras yo lo pudiera evitar. Me quise levantar, pero no podía. Me torcí el tobillo y por mucho que intentara levantarme no podía. Estuvieron luchando unos cinco minutos más que parecían ser eternos. Después de eso Kohaku se fue y lo agradecí mucho. Sango, se giró y fue corriendo hacia mí. - ¡¿Estas bien?! ¿Qué haces aquí? - - Si tranquila. Me parece que solo me he torcido el tobillo. Yo vengo a ayudar a una amiga, ¿Y tú? - -Hemos venido hasta aquí porque nos han dicho que Naraku se esconde aquí. Oye... ¿Tú y yo hace tiempo que nos conocemos verdad?

- Sí, así es. Tú y yo nos conocimos hace dos años. Como ya debes de saber los semidemonios no siempre son semidemonios, sino que llega un momento en que nos convertimos en humanos. Era... Espera un momento. ¿Has dicho que Naraku está aquí? - -Si por qué? - Porqué tenemos sospechas de que él y Magatushi están aliados. Pero bueno no hagas caso. El detalle que te iba a decir tampoco es muy importante. Solo te voy a decir una cosa: Era cuando me convertí en humana. Como iba diciendo... Estaba andando cerca de vuestro pueblo porque de allí viene mi origen. Bueno origen bien bien no. Pero sí que de allí viene mi destino- - ¿Cómo quieres decir? - - No me interrumpas Sango. Como iba diciendo de allí viene mi destino. Mientras tú y tus compañeros estabais luchando contra un demonio yo fui hacia la cueva donde se creó la esfera. Al volver a casa cuando pasaba por un prado lleno de flores, tropecé y me torcí el tobillo. Justamente ese día. Estuve todo el día allí con una barrera para que nadie me encontrase así de débil y me derrotaran. Entonces, al cabo de unas horas me convertí em humana y tenía las horas contadas. Con mis poderes de sacerdotisa no podría hacer mucho ya que los papeles para crear una barrera cuando soy humana me los descuidé en casa. Al ser semidemonio pensaba que no me harían falta los papeles porque solo los utilizaba para ser humana. Bueno no sé si lo he explicado muy bien, pero es un detalle de poca importancia. Como iba diciendo, tenía las horas contadas. Pensé que ese día moriría devorada por demonios y cuando estaba a punto de pasar llegó él. Tu hermano mató a esos demonios y me salvó la vida. El me preguntó si estaba bien y yo como soy muy orgullosa le dije que sí, pero él sabía que mentía. Se ofreció a ayudarme, pero me negué. No me hico mucho caso porque me acuerdo que me dijo "si continuas aquí sí que te van a comer los demonios" yo me quedé en blanco. Era muy amable y sin pedirle ayuda, me ayudó a levantar y me llevó a caballito hasta llegar a una cueva. La cueva de Midoriko donde allí me "curo" el tobillo poniéndome una especie de crema i una venda. Estuvimos hablando toda la noche hasta quedarnos dormidos. Sin darnos cuenta, se hizo de día y sin acordarme de que el me conoció en forma humana deje que me viera como era realmente. Una semidemonio. Al verme se asustó y casi me mata si te digo la verdad. Pero al ver que tenía la venda en el tobillo se dio cuenta que era yo. Me preguntó si era una semidemonio y le conté toda mi historia. Me parece que es el único humano que lo sabe. Y aparte de mis amigas y él no sabe nadie más la verdad. Él quería que nosotras nos conociéramos, pero él pensaba que si me veías en mi forma no humana te enfadarías con el así que esperamos que me convirtiera en humana otra vez. - -No me digas que la novia de Kohaku eras tú! Ya entiendo porque ese día te fuiste sin decirnos nada y porque hace dos años se iba cada dos por tres sin decir nada- Me interrumpió Sango. – Él y yo solo somos... Éramos amigos. - Dije indignada. – Y si, ese fue el motivo por el cual me fu. Pero Sango notó que estaba triste así que decidió contármelo; - Kohaku no solo se ha olvidado de ti, sino que se ha olvidado de todo. Naraku le borró la memoria. Es más, él sigue vivo gracias a... Gracias al fragmento de la esfera. - Esas palabras me indignaron mucho. Hasta el punto de querer matar a Naraku, pero ese pensamiento se me fue enseguida. Ese pensamiento en esos momentos era lo peor que podría haber pensado. - ¿Oye Hannon, te encuentras bien? - Si, tranquila, solo es el dolor del tobillo- Pero Sango no me creyó simplemente no dijo nada más y la verdad di gracias de que no insistiera. – Hannon, ¿te importaría ayudarme? - -Claro que no, dime que te ha pasado, pero antes vámonos hacia allí- dije señalando un camino. – Allí está Shanna y otra gente; Espero que no se haya enfadado por haberme ido sin haber dicho nada. Pero bueno, vamos por allí para que no se preocupen más y le pido ayuda a Shannara que seguro que también te ayudará. Por cierto... ¿De qué se trata? - - Miroku y yo vinimos a explorar esta montaña porque pensamos que es aquí donde se esconde Naraku. Lo malo es que nos perdimos y llegamos en un lugar lleno de demonios. Miroku y yo estábamos luchando hasta que te oí a ti llamar a Kohaku. Miroku me cubrió para que yo pudiera ver qué pasaba. Y suerte de esto porque llego a llegar un poquito más tarde y...- Sango se quedó callada durante unos minutos. – Hannon, ¿Té ha hecho mucho daño? - Supe que se refería a Kohaku y a la herida que me había hecho en el hombro. – No, estoy bien tranquila, esto no es nada. Dentro de poco ya está curado- y le sonreí. Y era la verdad. La herida que me hizo no me dolía. Bien sí que dolía un poco, pero me hizo más daño interiormente. – Lo siento mucho. - Se notaba triste. – No pasa nada Sango, de verdad que estoy bien. Solo es una herida superficial y el tobillo se me curará enseguida. - Después de decir eso le di un abrazo donde lloro a mi hombro. Estuvimos abrazadas durante bastante tiempo mientras que ella se desahogaba llorando y hablando. Yo solo escuchaba. Cuando vi que ya estaba más calmada la dejé de abrazar. – Vámonos, Shannara me va a matar i si no nos damos prisa Miroku ya no te podrá defender más. Sango se quedó sorprendida. "Vaya... Si que se parece un poco a Inuyasha. Pero ella parece ser más... más delicada que él." Pensó Sango. – Inuyasha también es delicado. Lo que pasa es que de pequeños sufrimos mucho y nos volvimos más fríos. Pero para protegernos. Yo me volví otra vez "delicada" por decirlo de alguna manera gracias a mis amigas y Inuyasha también lo está haciendo gracias a vosotros. - Le dije y se quedó como una piedra. – A si... Esto... Puedo leer los pensamientos así que vigila lo que pienses mientras estés conmigo o con alguna de mis amigas. Ellas también pueden. - Dije mientras andaba hacia donde estaba mi grupo. El resto del camino mantuvimos el silencio. Sango, estaba pensando en su hermano y yo en la discusión que tuve con Inuyasha.

El secreto de Shikon (I parte) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora