CAP 17

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- ¡Honoka! ¿Qué te ha pasado, estas bien? - Eran Misora y Shanna que al vernos a lo lejos vinieron corriendo y vieron el mal estado en el que ella se encontraba. - No es nada. Mientras iba hacia el campo de batalla, me encontré a un chico que decía llamarse Jakotsu. Me preguntó por Hannon ya que la quería matar. En realidad, nos quería matar a las cuatro. Sabía que me seguiría para encontraros a las demás así que decidí irme a dar una vuelta para que no os encontrase. También porque sabía que si tardaba mucho me vendríais a buscar. - - En realidad nosotras...- Interrumpió Misora. - Las tres estábamos muy preocupadas, queríamos irte a buscar sobre todo después de ver a Yôko. No fuimos las tres porque Sesshomaru ya nos advirtió de que si tardabas era para proteger a alguien así que si íbamos las tres se lo pondríamos en bandeja. Así que él fue a buscarte y se encontró a Jakotsu. Como yo le dije que solo tenía media hora lo iría a buscar por eso fui yo quien fue a "rescatarte"- Dije poniendo un poquito de fantasía a la realidad para excusar a mis dos amigas. De hecho, le dije toda la verdad. Lo único que modifiqué era el motivo por el que fui yo y no las demás. Aunque ellas, si no hubiera sido porque estaba yo y sabían que Honoka y yo somos como hermanas. Con las demás también lo somos, pero ella y yo tenemos más conexión especial, diferente. Por eso me pidió ayuda a mi cuando Magatushi volvió. - Tranquilas, no pasa nada. Cómo iba diciendo, sabía que el me seguiría no os ponía en peligro a vosotras. La parte mala es que cuando estaba dando la vuelta alguien me atacó. Pasaba por una montaña y una bomba me toco de lleno y me tiró hacia el vacío. Por suerte solo me hice arañazos y un golpe a la cabeza. Pero al levantarme me encontré con un chico. Era calvo y llevaba un pañuelo en la cabeza, de color azul, me parece. Me dijo que se llamaba Rencoso y que también formaba parte de los siete fantasmas resucitados. Le pregunté porque se llamaban así. La respuesta fue sencilla: Porque eran siete y porque resucitaron. - - Muy original el nombre- dijo Shannara riéndose. - Si que es original, sí. - Respondimos todas a coro. - Honoka, continúa explicando. - - Si, Misora tiene razón, siempre me cortáis- dijo Honoka bromeando. Hasta que no termine de explicarlo todo no me interrumpáis. Por donde iba... A sí, ya me acuerdo. Ese era más malo que el otro. Jakotsu no parecía tan mala persona. Él me empezó a atacar lanzando fuego por la boca. Me intentaba defender, pero era muy rápido. Pero allí estaba. De repente apareció un hombre que parecía un monstruo. Estaba lleno de hierros y cargado de armamento. Él fue quien me hizo todas estas heridas. No pude más y me desmayé. Ellos pensaban que me había muerto cosa que me alegró porque así me dejaron con vida. Después de eso, lo último que recuerdo es a Jakotsu llevándome a una cabaña. Dijo que aún no me podía matar así que me dejaba allí. Me dejo a la cabaña y me encontré a... A Kohaku allí que hicimos guardia. -Espera, ¿has dicho Kohaku? - Interrumpió Sango. -Si. - - ¿Dónde está? - Honoka que no sabía si responder o no me dio un golpecillo en la espalda para que respondiera yo. - Cuando fui a buscarla, encontré la cabaña rodeada de demonios. Estaba intentando matarlos, pero estaba muy débil por los acontecimientos que pasaron anteriormente y cuando estaba a punto de morir Kohaku me salvó la vida. Empezamos a luchar juntos hasta matarlos a todos. Después fuimos dentro donde Honoka se encontraba y Kohaku volvió a cambiar. Esta vez, pero parecía reaccionar. Lanzó su arma hacia la pared y nos obligó por decirlo de una manera que nos marcháramos porque no nos quería hacer daño. También me pidió perdón por lo de antes. - "Kohaku... Aunque estés en las manos de Naraku sigues siendo el buen niño de siempre" pensó Sango. -Sango... Ya verás cómo lo recuperaremos sano y vivo- dije y todos me miraron. Nadie entendía a que me refería con lo de vivo. Sin embargo, mis amigas sí. - Hannon, esto es muy arriesgado- Saltó Misora que no estaba de acuerdo. -Es verdad, vete a saber que podría pasar... Yo no estoy de acuerdo con esto- se quejó Shannara. - Hannon, si hacemos eso ¿qué haría yo? - Me susurró Honoka. Se notaba que no querían, pero era la única manera. La única a no sé qué Kagome... en ese momento la estaba mirando y Inuyasha se dio cuenta -Hannon, dime que no...- Refiriéndose a ella. - No, tranquilo, podría, pero no hace falta. Se quien lo podría hacer. Pero de momento no puedo decir nada. - -Una cosa chicos... Sesshomaru hace mucho que no viene- - Tienes razón Shippo, Hannon ¿lo has visto? - Si. Me dijo que fuera a buscarla que él se encargaba de todo... ¿Crees que le ha pasado algo Miroku? - - Tengo un mal presentimiento... - Después de esas palabras, me dirigí hacia Kagome y solté a Honoka. -Cuídala por favor. Inuyasha vámonos. Los demás iros hacia casa, después iremos nosotros. - Hannon, sabes donde viven ahora los del pueblo? - Era Misora. Y me quedé quieta... No, no sabía dónde estaba... -Lo que me imaginaba... Hannon siempre haciendo que todo el mundo, aunque ella esté malherida de muerte esté a salvo y sin saber dónde está el sitio seguro...- Saltó Shanna. - ¡Eso no es verdad! - -Jajaja- rieron todas. -Hannon hace años que nos conocemos. Además de todas nosotras tu eres la que más has luchado. Te mereces descansar, ya iré yo. - - Misora, es mi primo, tengo que ir yo. Además, estoy bien tranquila...- Y me caí al suelo desmayada. - ¡Hannon!, ¡Hannon! - Gritaron. - A perdido mucha sangre... - Dijo Miroku al ver la herida que tenía. -

El secreto de Shikon (I parte) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora