CAP 28

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-Por fin estáis todos reunidos. Inuyasha, diles alguna cosa no… Hace mucho que no los ves- - ¿A quién te refieres Naraku? - - Tu oído se está desgastando por lo que veo…

-AAAHHHH! - - ¡KOGA, HONOKA…! - Gritaron a coro a verlos bajar de golpe. Pero a diferencia de que Honoka, Genta i Hakaku, unas cuerdas viscosas agarraron a Koga y lo estrangularon hasta que se quedó sin conocimiento. Todos sabían el porqué, los fragmentos de la perla. cuando Naraku iba a quitárselos, una flecha apareció rompiendo los tentáculos. -KAGOME- - Naraku, suéltalo ahora mismo o la siguiente flecha ira para ti- - Vaya Kagome… Veo que no has cambiado. Eres igual de charlatana…- Pero esas palabras se las trago, cuando sentía unas patadas… En su celebro… ¿Qué sería? Valía más no averiguarlo, pero fue una ventaja porque se despistó y Kagome lo aprovechó para lanzarle una flecha que hizo diana. Pero… ¿Por qué no lo mató? ¿Por qué su cuerpo se volvía a regenerar? Esas preguntas pasaban por la cabeza de todos los presentes. -Vaya… Veo que no puedes conmigo… Bueno… No se sí lo habréis notado, pero… Estáis dentro de mí; de mi cuerpo. Ahora mismo en mi estomago… Y como que mi función ya a terminado aquí, cojo lo que me pertenece y me voy...- Tan arrogante como siempre… Intentó cogerle los fragmentos de la Shikon a Koga, pero una barrera lo denegó. – Naraku… Aunque quieras cogerle los fragmentos, están protegidos. Mientras estemos allí será imposible que los consigas. Esto y que se vuelva negra. Así que vete quitando la idea de la cabeza porque no conseguirás nada…- Dijo Honoka cantando victoria. -Pues si no los puedo conseguir ahora, lo conseguiré cuando todos estéis muertos o desechos por el ácido. Vámonos Fûka, se nos hace tarde. “¿cómo?” Pensaron todos. -A… ¿Hannon no os lo ha contado? Bueno, os lo cuento yo porque ella ya no podrá hacerlo más, muajajaja. Fûka era mi topo camuflado, le pedí que se uniera a mi y no me costo persuadirla… Lo hizo muy bien. Ahora ya se está haciendo tarde… me tengo que ir. - Eso fue un duro golpe para Misora. Mientras la traidora se iba con Naraku, Misora la miraba con resignación. No se lo podía creer… ¿Cómo le pudo hacer eso? Se preguntaba. Era injusto. Pero ese pensamiento se pospuso durante un tiempo, porque la cueva se empezó a derrumbar, Koga, estaba inconsciente en el lomo de Kirara, Shanna y yo estábamos desaparecidas y Inuyasha se estaba convirtiendo en demonio. Cómo podían salir de esa… Entonces Kagome reaccionó. Sin dudarlo, abrazó a Inuyasha y mientras sus piernas se herían por el ácido, mi primo volvía a la normalidad. Era entonces cuando la herida del viento que salió de su espada, creó un camino para poder escapar de ese horrible y espantoso lugar. Una vez en el exterior, Inuyasha tubo un mal presentimiento. Vio a Kikyo y sin dudarlo fue en su búsqueda. No sabía que iba a encontrar pero su instinto le decía que tenía que ir hacia esa dirección cuando vio el arco roto de un ser especial, una persona muy importante para el… primera mujer que amó, Kiyko. Después de ver el arco miró a su hermano para pedirle explicaciones pero el solo se limitó ha hacerle daño. No fisica, sino mental. Sin querer creerlo se fue río abajo, detrás de esa mujer que le llenó una vez el corazón con el sentimiento de culpa por no haber podido salvarla otra vez. 

Mientrastanto, todos los demás se fueron al refugio que crearon para descansar y reponer fuerzas. Todos dormían plácidamente menos tres personas: Kagome, que esperaba a Inuyasha junto a Misora y Honoka preocupadas por la desaparición de sus dos compañeras y decepcionadas por la traición. 

El secreto de Shikon (I parte) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora