Capítulo... ¿6? ¿7? ¡Ahh! 8... Capítulo 8

23 13 0
                                    


Ya habían pasado varias semanas, al principio solo espere unos días a que las cosas se calmaran, pues mis acciones en esa bodega estaban ocasionando tiroteos muy seguidos en el sur y algunas otras partes de la ciudad, todas las pandillas y distribuidores se echaban la culpa unas a otras.

Comencé estudiando los sectores delictivos, donde encontrar delincuentes comunes, como rateros de carteras o jibaros, y por supuesto, donde encontrar cosas más complicadas como sectores en donde las pandillas armadas rondaban, los matones contaban su dinero y donde posiblemente hubiera gente vinculada a carteles, también rondé por varias noches en discotecas y bares, donde a veces solían aparecer policías para recibir sobornos.

Quería hacer algo lo suficientemente bueno como para tener impacto… ¡NAH!, me gusta el reconocimiento, pero no iba a ser tan estúpida para buscar policías corruptos y carteles, asi que pensé comenzar con algo suave, primero en los ladrones, esos que solo roban y apuñalan por un poco de droga, seres sin escrúpulo, y aunque sabía que era un poco cruel, pues a muchos posiblemente les tocó esa vida, debían ser eliminados… más bien reducidos, el crimen siempre existirá como la desnutrición.

No podía ser una asesina ansiosa en busca de justicia desesperada, asi que no actuaría diariamente, tampoco con una súper señal o mis súper sentidos, además debía ser realista, salir todos los días era arriesgado, asi que mi modus operandi era sencillo y eficaz:

Investigar lo más posible, si era necesario y solo si realmente lo era, recorrer el lugar donde pensaba actuar, y después cuando todo estuviera listo, mataría a quien se debiera matar, si me tomaba dos o tres semanas, no importaba, todo debía ser perfecto, aprendí a pelear, me metí en cursos de artes marciales de la universidad, aprendí como usar la fuerza del enemigo a mi favor, pues no era la más fuerte ni la más hábil, así que mi seguro eran las llaves sencillas, que me facilitaran apuñalar o ahogar si tenía problemas.

Practiqué en mi cuarto con la pistola, primero sacándole las balas, vi muchos videos y cortos cursos de matemáticas, mi pistola era una Heckler and Koch VP 9mm, aprendí como desarmarla, armarla, cargarla, quitar y poner el seguro, también vi que tan factible era el dichoso robo de munición de las películas, y era bajo, pues no era un arma muy común entre criminales, asi que debía cuidar las tres balas que tenía, eran mi seguro de vida en caso de quedar herida o tener que escapar de una mala situación.

Era jueves, ya habían pasado dos meses, y ya tenía un buen plan en el cual, haría mi primera actuación el sábado, una banda que recién había aparecido, apenas eran tres o máximo cuatro putos que al parecer vinieron a la ciudad para robar casas, ya tenían en su historial un homicidio de un inquilino que hallaron despierto cuando lo fueron a robar.

Estaba ansiosa, compre una gran cantidad de LSD, pues eran mi remedio rápido para ignorar el dolor si quedaba herida, también había logrado conseguir algo de adrenalina, que robe cuando me mande a revisar la mano, que aun tenia enyesada, y que faltaban dos meses más para que me lo quitaran.

Compre una mochila mediana totalmente negra, pero tenía la ventaja de ser doble fast, siendo también azul, al salir del edificio debía ir normal con mi mochila azul; ya había localizado tres o cuatro puntos abandonados, en donde podía cambiarme, esconder mi ropa dentro de una bolsa y meterla en algún hueco para evitar que se ensuciara, voltear mi mochila por el lado negro, y meter todo lo que necesitaba, algunas LSD, adrenalina y la pistola; todo estaba listo, pues también me aprendí los horarios de la “amable Casandra” para que cuando saliera ella no estuviera o anduviera dormida.

Estaba en el campus de la universidad, tomaba aire tranquilamente.

- Hola - me dijo una voz.

Era Owen, un chico muy apuesto, ya lleva tres años en la universidad, en medicina.

El Odio Es Mi P%#o PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora