Capitulo 2: El Demonio de la radio y el Barman

420 21 2
                                    

Al abrirse la imponente puerta principal se pudo ver a dos demonios que entraron uno detrás del otro con contenedores de botellas con alcohol seguramente, junto con bolsas que también parecían contener botellas y otras cosas. El primero que paso por la puerta fue un demonio de traje rojo muy vistoso y una enorme sonrisa repleta de filosos colmillos, el segundo era un demonio de apariencia más animal, era peludo y llevaba un sombrero de copa opacado por sus dos grandes orejas, viéndolo más detenidamente parecía un gato aunque este tenía alas, él al contrario del de traje, tenía una cara de pocos amigos.

Charlie al verlos con tantas cosas entre manos se acercó para ir a ayudar, Mary siguió a Charlie con la misma intención y ayudo a cargar el contenedor de botellas que tenía el demonio de aspecto felino, mientras que Charlie ayudo a de traje con unas de las bolsas que cargaba enzima, los dos demonios miraron un poco confundidos a Mary, pero el de aspecto felino decidió por ignorarla, todo lo contrario a lo que hizo el de traje, que no le quito la vista de enzima.

-¿Dónde ponemos esto?- pregunto Mary amablemente regalándoles un pequeña sonrisa a ambos, sin percatarse de la acosadora mirada de aquel demonio.

-Alcohol, bar, ¿no te suena?- una voz rasposa y grave resonó en los oídos de Mary, vaya voz, va perfecta con su temperamento pensó, lo que casi la hace reír, pero termino por ladear la cabeza un poco y mirarlo confundida.

-¿Cuál bar?- pregunto ingenua, el de sombrero rodo los ojos y apunto con una garra a un lugar que se encontraba detrás de ella, por lo cual volteo y vio una barra con unos bancos altos en frente y estantes vacíos atrás.

-¿no lo habías notado?- pregunto Charlie un poco sorprendida –es bastante visible- sonrió con el ceño un poco fruncido, la situación le parecía un poco tonta.

-La verdad es que no- dijo riendo levemente avergonzada.

-Ya basta de charla, ustedes no cargaron con esto todo el camino hasta aquí- la voz grave y rasposa del demonio de sombrero se hizo escuchar, sonaba cansado, posiblemente por la caminata. Todos fueron hasta el bar y dejaron las botellas enzima de la barra, Charlie apenas termino fue a donde estaban Vaggie y Angel, no sin antes decir que si la necesitaban para algo más no dudaran en decirle. Mary y el demonio de traje y afilada sonrisa se quedaron cerca del bar, Mary se había quedado viendo por donde se había ido la rubia.

-Y bueno, señorita misteriosa ¿Cuál es su nombre?- se acercó rápidamente a Mary el demonio de traje con una gran sonrisa, tomando a la joven por sorpresa, su voz sonaba como si hablara por medio de una radio antigua y tenía un marcado acento transatlántico. Esa voz, el traje y su acento se le hacían tan familiares.

-Soy Mary- dijo mirando a aquel demonio con una sonrisa bastante nerviosa.

-Es un placer conocerla, señorita Mary- dijo sin dejar de sonreír y extendiéndole la mano para que la que se la diera, al darle la mano aquel extravagante demonio, este la acerco a sus labios y le beso el dorso de la mano con gentiliza, mirándola de reojo mientras lo hacía, lo que hizo reír de forma nerviosa casi por ley a la joven, ella siempre lo hacia cuando está nerviosa o incomoda, pero le agradaba un poco su trato tan formal.

-También es un placer conocerte...-no pudo continuar la frase porque en realidad no sabía el nombre de aquel demonio.

-Alastor- completó él, eso era, es el demonio de la radio. La verdad no parece ser tan amenazante como dicen que es pensó Mary frunciendo un poco el ceño y una sonrisa se asomó en sus labios, mientras Alastor se terminaba de incorporar- y ese caballero de allá- señalo con su mano derecha a al de aspecto felino que se encontraba ordenando el licor- es mi buen amigo Husk- concluyo aun con su ahora un poco más pequeña sonrisa y por lo bajo se escuchó un pequeño gruñido de parte del mencionado.

-Bueno, es un placer conocerlos a ambos, pero yo no creo que para el señor Husk sea un placer- imito la formalidad de Alastor y lo último que dijo fue casi un susurro para el más alto-

-Ohh no digas eso querida- soltó una risotada- tu eres encantadora –dijo deteniéndose un poco en la última palabra para después llevarla donde estaban los asientos enfrente de la barra del pequeño bar y pidiéndole, mientras hacia un gesto con su brazo, que se sentara para después sentarse también junto a ella. –Husk, ¿Mary no te recuerda a algo?- pregunto al mencionado sin previo aviso, dirigiendo su vista a Husk.

Se escuchó un gruñido más alto que el de hace unos minutos, al parecer no le gustaba que le molestaran mientras trabajaba –No lo sé, ¿Qué te recuerda a ti?- dijo mientras seguía ordenando sus botellas, fingiendo, obviamente, tener interés en la respuesta de Alastor.

-Me sorprende que no te recuerde a nada, cuando es tan obvio el parecido que tiene su nombre con la bebida Bloody Mary y tú sabes tanto de alcohol- dijo con el carisma y la sonrisa que le caracterizaba, mientras hacia uno que otro ademan.

-Hmm...- el comentario le había fastidiado un poco, pero lo que el demonio de la radio decía tenía razón, el nombre de la chica tenía similitud con el nombre de aquella bebida. Miro de reojo a la chica, lucia muy humana y joven también, tenía el cabello corto y rizado, su piel era de un color caramelo y tría puesto un vestido rojo- Supongo, que tienes razón- dijo para después volver su vista a sus licores.

-¿Qué es un Bloody Mary?- pregunto avergonzada y sinceramente confundida, intentaba no mirar a ninguno de los dos por la vergüenza.

-Es coctel que se hac- había empezado a explicar Husk con calma, pero no puedo terminar porque Alastor lo interrumpió bruscamente.

-Es un coctel hecho a base de vodka y jugo de tomate y claro otras cosas que le dan un sabor magnifico- respondió a la pregunta de la chica atropellando a su vez la respuesta del contrario que en respuesta lo miro irritado y con su característico ceño fruncido.

-Nunca lo he probado- dijo encogiéndose de hombros, mirando a Alastor.

-¿te gustaría probarlo, querida?- y antes de que Mary tan siquiera pudiera abrir su boca para responder –Traeré los ingredientes- dijo levantándose rápidamente y yéndose del lugar.

-okay, eso fue raro- dijo la pequeña para sí misma.

-sip,eso fue muy raro- le respondió la voz rasposa del que se encontraba al otro lado de la barra del bar, causando un respingo en la joven. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de aquel barman, ¿hace cuánto no lo hacía? Nadie lo sabía,pero ahora lo estaba haciendo y no podía detenerse.


Nota del autor: wou esto si que me costo escribirlo, hice lo mejor que pude para apegarme a los personajes ok? ;n; bueno espero que les haya gustado.

Bye Bye <3

Fragile DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora