Fragile Doll

Capitulo 4: La noticia de Charlie

Ya habían pasado unas semanas desde que Mary llegó al Hazbin Hotel, Mary ya se había ajustado a la rutina del hotel, en las mañanas se desayunaba a las 8:30 en él un pequeño comedor que estaba al lado de la cocina, Charlie decía que iban a mudar el comedor a otra habitación cuando llegaran más inquilinos y que luego le encontraría otra función a esta habitación, pero por ahora este iba a ser el comedor. A las 12:00 era la hora del almuerzo y a las 6:45 era la hora de la cena, la encargada de cocinar y de limpiar era una pequeña ciclope muy hiperactiva llamada Niffty, aunque no se la veía mucho haciendo otra cosa que no fuera limpiar, ordenar o cocinar si se le podía escuchar su vocecita cantando o simplemente tarareando mientras limpiaba, también a veces hablaba con Alastor o Husk, pero esas conversaciones eran cortas porque la pequeña Niffty siempre tenía algo pendiente que hacer.

Un miércoles por la mañana, mientras todos estaban desayunando, Charlie se levantó de la mesa y se aclaró la garganta, se le veía ansiosa, jugueteaba con sus manos y tenía una sonrisa en su rostro.

-Chicos, tengo una noticia importante que decirles –Dijo intentando sonar seria, pero su rostro se mostraba lo emocionada que estaba, todos, excepto Husk que estaba concentrado en su café, la miraron esperando que continuara a lo cual Charlie volvió a aclararse la garganta para empezar a hablar de nuevo –Tenemos un trato con los Arcángeles –fue interrumpida por la estrepitosa tos de Husk que se había ahogado con su café a lo cual Charlie, Vaggie y Mary lo miraron un poco asustadas y preocupadas.

-¿Q-Que? –Balbuceo mientras intentaba tranquilizar su tos, tenía una de sus manos en su pecho dando pequeños golpecitos –Continua – dijo mirando a la rubia haciendo un gesto con su mano para que continuara, su tos ya se había apaciguado casi por completo y su voz se escuchaba con más claridad.

-Como decía, los Arcángeles y yo tenemos un trato que va favorecer al hotel, ellos están muy interesados en el hotel, dicen que quieren apoyarlo y que los ángeles no se acercaran al hotel en la exterminación anual. Los Arcángeles vendrán una vez al año para: primero, revisar el progreso del hotel y segundo, llevarse consigo al cielo a las almas que cumplieron con todo un año de arrepentimiento y de haber estado limpias –dijo haciendo ademanes un poco tensa, como si lo hubiera practicado, todos estaban asombrados por lo que había dicho Charlie, todos menos Alastor al que no parecía impresionarle y Vaggie la que probablemente ya había oído la noticia de boca de princesa, pero aun así la miraba sonriendo, brindándole su apoyo.

-Eso suena interesante –Dijo Angel –pero estas segura de que eso no es... no lo sé ¿una treta para matarnos más fácil? –pregunto de cierta forma preocupado casi asustado, haciéndolo un esfuerzo para que pareciera que estaba preocupado solo por su propio pellejo, cuando en realidad estaba preocupado por todos, pero no quería mostrar lo que para él era debilidad.

- Eso no va a pasar, eso va contra sus principios y los únicos que pueden hacer eso son los Ángeles y ellos no se acercaran al hotel. Ellos quieren lo mismo que yo quiero para ustedes –contesto a su pregunta mirándolo con una sonrisa serena.

-Entiendo –fue lo último que dijo Angel en todo el desayuno. Se veía más tranquilo después de la respuesta de Charlie, pero la duda y la preocupación seguían ahí. Pero para un alma era la mejor noticia que podía escuchar, para Mary significaba que ya no era solo un "quizás" sino un "puedes", no tenía palabras para lo feliz que se sentía, pero a pesar de la carencia de estas, su rostro decía todo sin hablar. Su rostro era todo un poema, su sonrisa tan grande y tan diferente a todas las sonrisas del lugar, no era una fingida como las del demonio de la radio, no era una coqueta como las que suele dar Angel, no era una cansada como las de Vaggie, no era una llena de optimismo y a veces agotada de Charlie, no, esa era una sonrisa tranquila, pero que a su vez era tan grande que parecía llegar hasta sus orejas, no mostraba sus dientes solo se veían sus labios haciendo la forma de su sonrisa. Sus ojos estaban cristalinos, lágrimas de alegría que eran retenidas, su mirada clavada en sus piernas, le daba vergüenza estar así enfrente de todos, pero para bien de ella nadie la noto o eso pensó ella, dos demonios habían notado el estado de la pequeña Mary.