Capitulo 3: Alcohol y apuestas

361 28 4
                                    


Alastor irrumpió estrepitosamente otra vez en bar, poniendo repentinamente todos los ingredientes en la barra. El Barman volvió a fruncir el ceño.

-Y ahora, supongo que quieres que lo prepare yo ¿no es así?- miraba al demonio de la radio con una ceja alzada y los brazos cruzados.

-Tal vez- dijo mirando directamente a Husk sonriendo, era claro que él quería que lo hiciera. Por Lucifer, que sinvergüenza, salió una pequeña risita de parte de Mary, ambos demonios la voltearon a ver confundidos.

-no importa,- dijo entre risitas- igual no creo que quiera tomar tanto alcohol- dijo con una pequeña sonrisa.

-Cariño, es solo un coctel –dijo Alastor haciendo un ademan para restarle importancia -Suenas como si nunca hubieras bebido alcohol –concluyo con una risotada, para él era imposible que un demonio nunca hubiera probado las drogas, tenido sexo o en este caso bebido alcohol.

-oh claro- una sonrisa nerviosa se había plasmado en su rostro. Ella nunca había probado el alcohol ni en vida ni en su estancia en el infierno y eso se notaba.

-Nunca has probado el alcohol ¿cierto?- Husk alzo una de sus tupidas cejas y le lanzó a Mary una mirada que decía "a mí no me puedes ver la cara de imbécil".

-la verdad es que no- dijo avergonzada encogiéndose en su asiento.

-Ahí lo tienes –dijo volviendo su mirada al demonio de la radio- ella nunca ha probado el alcohol y no pienso darle algo tan fuerte como el vodka, aunque sea en un coctel a una niña –dijo para concluir y zafarse de la situación. Alastor no dijo ni una sola palabra, pero Mary no quería quedarse callada, le enojó que le hubiera dicho niña cuando claramente ya no lo era.

-¡OYE! –Alzo la voz levantándose de la silla estrepitosamente y golpeando con sus manos la barra, las miradas de ambos estaban sobre ella otra vez –No soy una niña –Sus ojos estaban clavados en Husk con el ceño fruncido y tenía un mohín en sus labios.

-Niña o no, no te pienso dar alcohol –Dijo con su voz ronca desviando la mirada hacia sus licores y tomando una gran botella con líquido transparente, en su etiqueta decía "Vodka Devil's Spring".

-Apostemos –aquella palabra resonó en los oídos de Husk, deteniéndolo antes de abrir la botella que tenía en sus manos, alzando la mirada hacia Mary.

-Y ¿Qué clase de apuesta seria esa, niña? –pregunto mirándola con una ceja levantada y una sonrisa desafiante.

-Quien pueda beber más del licor más fuerte que tengas, ganará, si yo gano demostrare que no soy una niña y podre beber alcohol aquí cuando quiera, anciano –dijo haciendo énfasis en la última palabra, se cruzó de brazos mirándolo desafiante y el entrecejo fruncido. El demonio de la radio observaba la escena con una gran sonrisa genuina, le parecía el espectáculo muy entretenido mirarlos a los dos.

-Lo más fuerte que tenga eh? –Busco con la mirada entre sus licores, pero termino por optar por el que tenía entre manos poniéndolo en la barra que a un lado tenía el montón de ingredientes que había traído Alastor. –Pero si yo gano, tendrás que comprarme cinco botellas de vodka- sentencio al poner los dos vasos de vidrio de por lo menos medio litro en la barra -¿Trato?- culmino volviéndola a mirar con una sonrisa amplia dejando ver sus afilados dientes y extendiendo su mano para que la contraria se la estrechara.

-Trato –dijo estrechando su mano con la del barman que procedió a servir la bebida en los vasos hasta el tope.

Mary miro su vaso lleno con miedo en su mirada lo que notó de inmediato Husk -¿acaso tienes miedo, niña?- se escuchó la voz ronca y ahora burlona del barman.

-¡Claro que no! –mintió, estaba muerta de miedo, pero no lo iba a demostrar, agarro el vaso más cercano a ella y bebió un trago considerable, pero apenas separo sus labios del vaso el ardor de su garganta empezó a hacerse cada vez más notorio y de inmediato empezó a toser lo que hizo que el barman se riera a carcajadas, después de unos segundos su tos empezó a cesar y volvió a dirigir su mirada a Husk.

-Mi turno –dijo para después tomar su vaso y beber su contenido de un solo trago sin esfuerzo dejando el vaso vacío en la barra, mirando a Mary con una sonrisa de victoria.

-Creo que tenemos un ganador –dijo Alastor con su voz tan característica que ahora encajaba perfectamente con la situación.

-Bueno, niñita –hizo énfasis en la última palabra- creo que este anciano ganó y este anciano quiere sus cinco botellas de vodka –culmino apuntándose con una garra que hacia el papel de pulgar y sonreía victorioso lo que hizo que la joven refunfuñara, pero termino por irse de mala gana en busca de lo que le había pedido el barman.

Cuando la chica dejo el lugar Husk volvió a lo suyo, pero cierto demonio se quedó allí.

-Hacia tanto que no sonreías así –hablo Alastor mirando de reojo a Husk.

-Y hacia tanto que no estabas tan callado –dijo intentando zafarse de él.

-¿No te parece hermosa? –pregunto de la nada, lo que hizo que Husk se sorprendiera y mirara a Alastor.

-¿Con que querías llegar a eso? Mi respuesta es no, por Lucifer es solo una niña- dijo mirando a Alastor haciendo una leve mueca –Ahora limpia tu desastre de mi barra –dijo como si le hablara a un niño pequeño y volvió a desviar la mirada para volver a su trabajo. El contrario se limitó hacer un movimiento de manos y los ingredientes desaparecieron.

-¿Lo teletransportaste? –miro el lugar donde estaban antes los ingredientes y luego volvió su vista a Alastor algo confundido, pero esa confusión no tardo ni dos segundos en convertirse en ira, claro que lo había teletransportado,- Maldito, ¿Por qué no lo hiciste antes? Me hiciste cargar todas esas asquerosas botellas hasta acá, Hijo de puta... -Grito y maldijo el barman enfurecido, mientras que el demonio de la radio se retiraba del lugar con una gran sonrisa.   

Fragile DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora