El día pasó y al día siguiente siguieron como si nada, seguían teniendo que quedarse en el descanso con sus compañeros para terminar el trabajo.
Aiden cuando tocó el timbre para el descanso le dijo a sus compañeros que tenía que ir a avisar al profesor de guardia y le hizo una señal a Natalie de que fuese con él. Ésta dijo que aprovechaba e iba al baño.
Salieron los dos de clase dirección a las mismas escaleras donde el día anterior se habían fundido en un beso. Cuando llegaron a las escaleras, Aiden agarró a Natalie del brazo y la atrajo hacía él, dándole la vuelta y empujándola hacia la pared con tan mala suerte que había un extintor con el que Natalie se dió sin querer.
- ¿Estás bien?. Preguntó Aiden preocupado y riéndose a la vez.
- Si, si, tranqu.... - Intentó responder Natalie pero Aiden la interrumpió besándola.
Mientras se besaban con pasión y ganas, escucharon pasos subiendo por esas mismas escaleras y se separaron rápidamente. Salieron corriendo hacia clase. Cuando llegaron estaban todos allí. Nadie sospechó nada. O eso pensaron ellos.
Cinco minutos antes de que tocara el timbre, salieron todos de clase para ir al baño menos Aiden y Natalie.
Natalie se fue a la pizarra y Aiden se puso en la puerta, como vió que no había nadie, se acercó a Natalie y la aprisionó entre la pizarra y él y la beso con la misma o más pasión que antes.
Cuando oyeron que alguien iba a entrar por la puerta se separaron justo al segundo que una de las amigas de Natalie entró por la puerta.
Natalie no sabía donde meterse así que se puso a escribir en la pizarra, mientras Aiden estaba apoyado en la mesa del profesor mirando lo que hacía Natalie.
Empezaron a entrar todos en clase y cada uno volvió a su sitio.Una amiga de Natalie había quedado al día siguiente con su reciente pareja para ir a comer e invitó a Natalie para que fuera con ellas. El problema es que Natalie iba a ir de sujetavelas y le pidió a su amiga si podía invitar a alguien, ella dijo que sí, y Natalie le pidió que invitara a Aiden, pues se llevaba muy bien con él y no quería estar de carabina.
Su amiga extrañada y con una sonrisa pícara aceptó y hablaron con Aiden. Éste aceptó pero sin mucha ilusión. Esa misma tarde Aiden y Natalie quedaron después de clase para verse en un sitio apartado del centro comercial, al lado del instituto. Cuando llegaron allí empezaron a besarse con pasión y ferocidad. Aiden sabía a tabaco y olía a perfume. A Natalie le encantaban sus besos, empezaron a desnudarse el uno al otro hasta que los interrumpieron.
Salieron de allí rápido por si los veían y se fueron al césped del museo. Si no los hubieran interrumpido habría sido su primera vez juntos. Los dos estaban bastante desilusionados y enfadados por aquello.
Al día siguiente, la amiga de Natalie le trajo una camisa larga a ella para ponerse y le maquilló y planchó el pelo para que se viera guapa. Ella ya venía arreglada de casa, por tanto aquello fue una sesión de salón de belleza para Natalie.
Aiden estando en la puerta hipnotizado por cómo había quedado Natalie y mientras nadie miraba le dijo con los labios "Guapa" y le guiñó el ojo. En ese momento apareció Naya por detrás de él, y se pusieron a hablar mientras Natalie seguía roja por lo que le había dicho Aiden.
Tocó el timbre de la última hora de clases, por tanto llegó la hora en la que tenían que irse a la comida, pero por suerte o desgracia tuvieron que esperar al padre de la amiga de Natalie para que se llevase las mochilas para no ir cargando con ellas. Cuando el padre se fue iban a ir para el restaurante en lo que Aiden habló.
- Chicas, yo tengo que ir a mi casa a dejar la mochila y a cambiarme, no está muy lejos de aquí.
- Vale. - Dijeron las dos a la vez.
Se encaminaron a casa de Aiden. Cuando llegaron subieron los tres y estaba la madre de éste en casa.
- Hola, solo vengo a cambiarme y a dejar la mochila. - Le dijo Aiden a su madre.
- Vale, y ellas ¿quienes son?. - Preguntó curiosa.
- Ella es Valerie. - Señaló a la chica.
- Encantada señora.
- Y ella... ella es Natalie. - Dijo sonriendo.
- Encantada. - Natalie sonrió con vergüenza.
- Nos vamos a ir a comer los tres con otra amiga. - Aclaró Aiden.
- Muy bien, ¿queréis algo? ¿Un vaso de agua o algo de tomar mientras esperáis? Aiden suele tardar en vestirse. - Preguntó a las dos chicas mientras se reía.
- Un poco de agua estaría bien. - Dijo Valerie mientras Natalie solo asentía.
- Vale, ahora os los traigo.
Mientras las dos chicas bebían agua, Natalie para calmar los nervios y Valerie porque tenía algo de sed, Aiden salió de aquel pasillo ya arreglado y perfumado. Natalie se quedó hipnotizada. Aiden vestía unos pantalones cortos por debajo de la rodilla a cuadros y un polo, y desprendía un olor a un perfume embriagador.
Natalie tragó saliva, y Aiden la miró con su sonrisa pícara.
Aiden se despidió de su madre al igual que las dos chicas y salieron de la casa dirección al restaurante. Llegaron un poco más tarde de lo que pensaban y la cita de Valerie ya estaba allí. Valerie los presentó a todos y se pusieron a comer.
Cuando terminaron de comer, pagaron y se fueron al centro comercial que estaba al lado. Natalie y Aiden iban todo el rato juntos, y se iban escondiendo por los pasillos de aquel centro para comerse a besos evitando que Valerie y su cita se enteraran. Estuvieron a punto de pillarlos tres veces asique decidieron irse a otro lugar ellos solos con alguna excusa.
Aiden les dijo que debía irse, que había quedado con su novia, y Natalie les dijo que ella también se iba, que le dolían mucho los pies por aquellas sandalias tan bajas.
Se despidieron de las dos chicas y se fueron corriendo a otro centro comercial que había en otro barrio donde se supone no podrían verlos.
Cuando llegaron allí, había demasiada gente y decidieron ir a los callejones cerca de la casa de Aiden. Entraron a una tienda a comprar algo de chucherías y bebida y justo cuando estaban pagando Aiden recibió un mensaje de Naya. "Acabo de salir y voy para tu casa"
Aiden se puso tan nervioso que le dijo a Natalie que su novia estaba cerca y que tendría que irse, que se veían en el instituto. Natalie salió de aquella tienda y se fue dirección a su casa con un sabor amargo en la boca. Lo que se suponía sería una tarde para ellos dos se vió interrumpida por la estúpida de Naya.
Al día siguiente, estando en clase, Aiden se había puesto en el sitio de delante de Natalie y mientras el profesor estaba en el medio de la clase dándoles la espalda, Aiden aprovechó y se giró hacia Natalie acariciando su brazo y cogiendo su mano sin que nadie se diera cuenta.
Cada vez que Aiden le acariciaba ya fuese el brazo o la pierna por debajo de la mesa, ésta se ponía tan nerviosa y tan roja que le entraba tal cosquilleo en la barriga que dejaba de atender en clase inmediatamente.
Aprovechaban cada rato en el que podían estar solos, ya fuese en clase o en las escaleras para dejarse llevar por la pasión y besarse como si fuese el último beso que se dieran.
Se seguían enviando notas y una de ellas que le envió Aiden era una frase de una canción que le había enseñado éste a Natalie pocos días antes.
"Una sonrisa tuya vale más que un diamante. Dedícame una sonrisa al aire y la cogeré."
Natalie le gustó tanto la nota que la guardó en vez de romperla como hacía con todas las demás para que no las leyeran.
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Destino de Besos
Romantizm"Cuando salieron a la puerta del instituto Natalie corrió hacia Aiden, lo abrazó como si fuera a desaparecer en cualquier momento, ni siquiera se fijó que la novia de Aiden estaba allí a pocos metros de ellos. Él se dejó llevar por lo que sentía, la...