Narra Samuel
-¿Qué demonios haces aquí?-Me pregunto cuando entro por la puerta con unas bolsas.
-Jugando.-Le respondí, me encontraba tirado en sofá de la comiendo una bolsa de papas, y el mando de la PlayStation en mis manos.
-Si lo veo pero ¿no deberías estar en tu casa?- Parecía algo molesto, pero sabía que no era así, sino no me hubiera dado una copia de las llaves de su departamento. Sonreí cuando ese pensamiento pasó por mi cabeza.
Desde la sala podía ver como colocaba las cosas en la encimera de la cocina, ya que no había una pared que dividiera la sala de esa habitación. -¿Qué?- Me dijo.
-Nada.- Dije acentuando mi sonrisa.
Solo hiso un sonido con la boca y se dio vuelta, para buscar algunas cosas en la gavetas que estaban sobre el lavadero. Su espalda se veía tan hermosa, llevaba puesto una camisa de cuello en U y unos jeans con unas Nike negras. Sentí como mi “amigo” comenzaba a crecer en mis pantalones, me levante con sigilo y me acerque a él.
-¿Qué haces Samuel?- Su voz salió como un regaño, reí entre dientes y comencé a meter mis manos por debajo de su remera, acariciando todo su torso, tenía una piel tan suave además ataque su cuello con mi boca, provocando que su respiración se volviera más violenta y soltara pequeños suspiros.-Quiero hacer la cena.-Modulo con dificultad, sabía perfectamente que era mentira, una vez que comenzaba no iba poder parar, no si se trataba de Guillermo. Intentó detener los movimientos de mis manos con las suyas pero no pudo, me empalme mas él, haciendo que quedara acorralado entre la encimera y mi cuerpo, puso sus manos sobre la mesada como plantada bandera blanca, lo tenía.
Sonreí contra su cuello.-Eres difícil de convencer.-Dije contra su piel y con toque de sarcasmo, roce lentamente de abajo hacia arriba mi erección en su trasero, sus suspiros se habían vuelto jadeos bajos.
-Es tonto el niño.-Dijo con la respiración entre cortada.
Di una fuerte estocada contra él, soltó un fuerte gemido mientras mis manos bailaban en su cuerpo, odiaba que me llamara niño.
-¡Dios!-Grito y cerro sus manos en un puño, sabía que no aguantaría mucho mas así que me decidía tomar cartas en el asunto, con un rápido movimiento hice que quedara con su cara frente a la mía y lo bese con pasión.
-¿Dónde lo quieres?-Le pregunte cerca de su boca.
-¿Cómo?- Y después el tonto era yo.
Suspire.- ¿Dónde quieres que te folle en la encimera o en la habitación?-Volví a preguntar.
Enrollo sus manos brazos en mi cuello y me empujo hacia él para besarme.-En la habitación.-Susurro después de separarse de mí.
-De acuerdo enrolla tus piernas en mi cadera.- Dio un pequeño salto y lo ayude aferrarse a mi pelvis.
***
Salí del baño y camine por pasillo para reunirme con Guillermo, podía escuchar que estaba hablando con alguien por teléfono, lo vi parado en la sala con su celular. Me detuve cerca de él, comencé a secarme el cabello y escuchar con quien hablaba.
-Si no te preocupes esta aquí.- Dijo señalándome con la cabeza.
-Si claro le digo…Aja si está bien……que se quede aquí.- ¿Acababa de decir iba a pasar la noche con él? Un pensamiento perverso paso por mi cabeza, al parecer se dio cuenta lo que estaba pensando porque me fulmino con la mirada.-Si adiós. – Corto la llamada y apoyo el celular sobre la mesita que esta junto al sofá.
-Era tu madre.-Me hablo mientras camina hacia la cocina, seguramente para hacer la cena, me tire en sofá, me acomode apoyando mi cabeza y los pies en los brazos del mismo.-Me dijo que le contestes los mensajes y que le avises la próxima que vienes aquí.- Saco un par de cosas de la heladera, las coloco sobre una tabla de la encimera, para cortarlas.
-Dile que estaba ocupado haciéndote gemir, como para contestarle.-Dije alzando mi s cejas. Sé puso como un tomate.
-Eres tonto.- Murmuro tratando de concentrarse en lo que estaba haciendo.
Me quede observando cómo se movía de un lado al otro, sin hacer caso al televisor, me gustaba verlo. Guillermo Díaz fue mi primer amor, como mi padre y él se conocía desde hace bastante cuando mi madre quedo embarazada de mi, decidieron vivir cerca mudándose a este edificio, solo había dos departamentos de separación entre mi casa y la suya, así que cuando era pequeño pasaba de un lado al otro para jugar. Ni siquiera sabía que significaba ser gay cuando me di cuenta que Guillermo me gustaba, al cumplir 15 años le confesé mis sentimientos pero él me rechazo diciéndome que era como un hermano pequeño pero hace un par de meses atrás se puso muy ebrio y me llamo para que lo ayudara a regresar a la casa, lo hiso que terminamos en la cama.
-¿En qué piensas?-Me pregunto desde la cocina.
-Pensaba que tal vez odies a mi madre.-Dije.
Frunció el seño.-Pero que dices pringao.- Se dio vuelta para dar por terminada la conversación.
Cuando nos acostamos esa noche, el lloro en mi hombro confesándome lo enamorado que estaba de mi padre pero que sus sentimiento no eran correspondidos, ellos dos vivieron dos años juntos aquí en Los Ángeles donde mi padre conoció a madre y decidieron asentarse aquí. Por lo que se de ellos eran youtubers importantes en España, el sueño Guillermo siempre fue vivir aquí pero como no quería venir solo le ofreció a mi padre establecerse una temporada juntos. Supongo que tenía un crush con él hace tiempo, y si vivían juntos tendría una oportunidad pero le salió el tiro por la culata ya que mi padre conocía a alguien más.
Salí de mis pensamientos cuando Guillermo chasqueo los dedos cerca de mi cara.- ¿Qué haces? Hace un rato te estoy llamando.-Me dijo.
-Lo siento estaba distraído.- Quite mi vista de su cara, vi que había dos platos preparados sobre la encimera, me estaba llamando para que comiera con él. Me levante para dirigirme y sentarme en una banqueta, el me siguió por detrás rodeando la mesada para sentarse enfrente mío. Había preparado espaguetis con salsa, comenzamos a comer en silencio pero pasados unos minutos Guillermo decidió romperlo.
-¿Qué te sucede? Estas muy callado, normalmente hablas sin parar cuando comemos.- Observo llevándose el tenedor a la boca.
-¿Si?- Nunca me había dado cuenta de eso - Me sonreí. ¿Acaso el se da cuenta de esos pequeños detalles en mi?
-Sí. Eres igual a tu padre en eso.- Rio pero se detuvo cuando vio mi cara, seguramente mi semblante se oscureció. Suspiro.-Dime ¿Qué te pasa?- Corrí mi plato a un costado, estirándome un poco para tomar su cara entre mis manos, lo mire unos segundos y estampe mis labios contra los suyos. Al principio era un beso suave pero pase mi lengua por sus labios, saboreando la salsa que tenía en ellos, después la introduje para pasarla por cada centímetro de su boca. Eso hiso que soltara su tenedor y enredó sus manos en mi cabellos.
-Agh.- Jadeo cuando saque mi lengua para poder recuperar el aire. Apoye mi frente en la suya, sentía como su manos acariciaban mis cabellos, tenía los ojos cerrados solo sentía su aliento que se mezclaba con el mío.- ¿Me dirás que está mal?- Abrí los ojos para verlo, se notaba preocupado por mi cambio de ánimo, no quería que se sintiera mal no era su culpa.
Intente sonreír aparentemente funciono porque se relajo.-Nada.- Paso sus manos a mi cara para acariciar mis pómulos con sus pulgares, me acerque otra vez a él para besarlo lento.
Desde hace mucho tiempo me había dado cuenta que me parecía demasiado a mi padre, no solo porque compartíamos el nombre sino también nuestra personalidad, y apariencia era similar. Mi madre siempre me lo decía pero no era solo ella, sino también nuestros familiares abuelos, tíos, amigos, entre otras personas, no era algo que me molestara hasta que me involucre con Guillermo. Sabía perfectamente que él no estaba interesado en mí, sino que buscaba por el parecido que tenia con su amor no correspondido, intentaba no darle mucha importancia ya que me conformaba con que él estuviera conmigo sin embargo últimamente era algo que me molestaba y mucho.
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Lahistoriadeamor de SamuelDeLuque (Hijo)
FanfictionVegetta después de dos años de vivir en Los Ángeles con su mejor amigo, tiene un hijo con una joven modelo de nombre Amanda con cual ah estado saliendo, el niño lleva el mismo nombre que su padre, Samuel. Pasado diecisiete años de su nacimiento este...