Adiós, Mike

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Ambas hermanas estaban llegando a su casa, estaban conversando en el camino sobre la escuela.
Al llegar iban a subir directo a sus cuarto pero notaron la presencia de alguien más en la sala.

—Aledis, Maxine.— llamó el padre de la rubia, ante el llamado notaron que había una señora algo mayor en la sala mientras se levantaba del sofá.

—¿Señora Cooper?

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—¿Señora Cooper?.— preguntó la rubia al ver a su antigua profesora de patinaje de California —¿qué hace aquí?.

—Aledis, la señora Cooper, tiene un propuesta para tí— mencionó Susan mientras mostraba una linda sonrisa.

—Aledis, tengo una noticia, que me encantaría que la tomaras para bien.— dijo con una sonrisa de par en par —has demostrado que eres capas de hacer y conseguir lo que quieras. Me llamó una personita, es la instructora de un chico y ella me dijo que estaba interesada en que patinaras con su alumno. En un torneo.

—No entiendo.

—Apareceras en la tele.— dijo de nuevo la mujer haciendo que la rubia sonriera —en California— dijo de la misma manera haciendo que Ale bajara su sonrisa.

—¿California?.

—Si.

—Hija, sería una gran oportunidad.— animó su padre aun mirándola.

—Lo es— hablo de nuevo la Señora Cooper. La rubia miró a la pelirroja, no sabía que contestar.

[•••]

—No entiendo porque no aceptaste.— dijo su padre con tono fuerte —era una oportunidad.

—Nunca dije que no.— contestó su hija —solo dije que lo pensaría— cruzo de brazos —además no puedo aceptar así como así, ¿que hay de la escuela? o ¿de Mike?.

—Pediremos un permiso, y lo de Mike, puedes hablar con el, no se enojara. Además tiene casi 1 año que no patinas, no me digas que no lo extrañas.

—Obvio... pero lo pensaré.

Así pasó 5 días exactamente, la rubia se cuestionaba si realmente valía la pena, también escuchaba la opinión de Max, ella le decía que era su decisión pero que realmente era una buena oportunidad.
Después de tanto pensar finalmente decidió su respuesta, pero primero tendría que hablar con alguien, y ese alguien era Mike. Iba camino a la casa del chico, llegó el bici, al llegar a la puerta tocó y quien le abrió fue la señora Wheeler.

—Ale, que sorpresa— dijo la señora Wheeler sonriendo.

—Hola señora Wheeler.— respondió la chica con una sonrisa —¿se encuentra Mike?.

—Claro, esta en el sótano.

Se hizo a un lado para dejarla pasar, ella entró y se dirigió al sótano, al llegar tocó la puerta de esta, la abrió despacio y bajó por la escaleras que habían, Mike estaba sentado en el sofá que había.

You Are My Paradise・sᴛʀᴀɴɢᴇʀ ᴛʜɪɴɢs 2 M.WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora