—Lo que te estoy diciendo, Profesor, es que esto es un desmadre. —dijo Nairobi. —La situación aquí dentro es crítica.
—Se nos ha ido a todos la perola. —comentó Londres mientras miraba la herida que le había hecho a Berlín. Tal vez se había pasado un poquito. Bueno, o no.
—Tokio ha jugado a la ruleta rusa con Berlín atado en una silla. —explicó Nairobi. —Después Berlín la ha entregado a la policía. Y luego Río ha desertado y Berlín casi le ejecuta como en un puto fusilamiento vietnamita.
—Lo que se dice una familia feliz pues, ahora mismo, no somos. —le dijo Londres a Denver.
Denver quiso reír pero la mirada de la mujer que se había puesto al mando lo impidió.
—Ah, Helsinki ha asfixiado a Oslo.
—¿Le ha matado? —preguntó el Profesor.
—No, le ha hecho una terapia.
—Estaba vegetal. —respondió Nairobi. —Helsinki dice que es lo que él hubiera querido.
Londres le quitó el teléfono a Nairobi de las manos. —Está así porque los putos rehenes que se escaparon le dieron con un puto hierro en la puta cabeza. Todo porque tú no avisaste. ¿Para qué coño estás si no nos ayudas desde fuera?
—Londres, relajate. —pidió el Profesor.
—No, no me voy a relajar. No me da la gana, ya estoy harta. —dijo muy enfadada. —Como se me ponga a huevo voy a matar a Arturo y me da igual lo que digas y la mierda del atraco sin sangre porque ya tenemos un muerto. Encima de los nuestros. Arturo va a pagar por tener la idea de escapar. Que apechuge con sus cagadas. —Le devolvió el teléfono a Nairobi sin dejar que el Profesor replicara.
—Ya lo ves, esto es un puto desastre de campeonato. —habló Nairobi. —Así que no tengo más remedio que tomar yo el control de la situación hasta que las aguas vuelan a su cauce.
—Pregúntale qué mierda hacía con la policía. —pidió Denver.
—Si estaba en la casa de Toledo es porque era parte del plan. —respondió el Profesor.
—Profesor, aquí dentro necesitamos saber en qué situación estamos.
Lunes
21:00h—Con algún cabo suelto, no te voy a engañar.
83 horas de atraco.
—Del carajo. —dijo Londres. —Es que vamos del carajo, vaya.
—La situación allí dentro tampoco es mejor, por lo que contáis. —dijo el Profesor.
—Mira, tú haz lo que tengas que hacer ahí fuera, que mientras tanto, yo voy a arreglar las cosas aquí dentro. —dijo Nairobi como toda la mujer fuerte y empoderada que era. —Y ahora te voy a pasar la llamada que seguro que es de la carpa. —pasó la llamada.
—Anda, pero si ahora también haces de secretaria. —bromeó Londres. Nairobi asintió.
—Denver, Helsinki. —Nairobi hizo un gesto con la cabeza, indicando que salieran. —Ah, Helsinki, lleva a Río con los demás rehenes, por favor.
Helsinki asintió.
—Cerrad la puerta, por fa. —pidió Londres bajando la cremallera de su mono.
Nairobi sonrió empujando a la chica hacia la mesa para que se sentase. Londres se sentó en la mesa y abrió las piernas para dejarle hueco al cuerpo de Nairobi. Rodeó el cuello de la contraria con sus brazos y la miró a los ojos. Saber que pronto su tiempo con ella se acabaría le rompía el corazón pero tenía que aprovecharlos antes de que todo acabara.
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Londres| La Casa De Papel » Nairobi
Fanfic-Lana Vicuña Murillo conocida por su nombre de ciudad, Londres, en el atraco de La Casa Nacional De Moneda Y Timbre liderada por El Profesor. -la inspectora Murillo leyó en voz alta el informe de su propia hija. Miró a su ex marido antes de continua...