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—Uno, dos, tres... —

—¿Qué demonios haces? —Pansy elevó una ceja, entrando a la habitación de sus amigos.

Si bien había una prohibición a realizar aquello ¿Quién detenía a una serpiente de realizar su cometido? ¿Sobre todo si era Pansy Parkinson? La respuesta era sencilla; nadie.

—Cuento los segundos que Blaise tarda en contestar a mi pregunta? —Draco encogió los hombros, sin apartar la mirada del moreno.

No pasaban de las seis de la mañana, sin embargo el grupo ya estaba despierto, duchado y cambiado, tal y como su rutina lo dictaba.

Cuando por fin habían terminado con su aseo, Zabini se había sentado sobre su cama con una sonrisa nerviosa en el rostro y en una frase pronunciada con prisa les había contado a sus amigos lo que el día anterior había sucedido.

Sus mejillas habían adquirido un fuerte sonrojo que se deslizó hasta sus orejas, no se había atrevido a levantar la mirada cuando Malfoy le preguntó si había correspondido el beso de la sucia comadreja. "Es un si" había deducido el rubio, pero quería escucharlo de la boca de su tonto amigo.

—¡Ya habla! —Nott gruñó, su paciencia se había agotado después de diez largos segundos de silencio.

Los seis chicos -Theodore, Gregory, Vincent, Blaise, Pansy y Draco- habían sido amigos desde que tenían memoria, las familias tenían negocios en común que los obligaban a verse al menos una vez al mes.

Cada uno de ellos tenía una personalidad distinta; Pansy se había proclamado la "mamá de las serpientes" por ser la más madura entre los varones, Gregory era el chico de las bromas, el que aliviaba la tensión cuando una pelea ocurría, Vincent era su chico de baja autoestima, su sobrepeso y las altas expectativas de sus padre habían acabado con su seguridad y cada vez que pasaba algo bueno en su vida se alejaba por miedo a la decepción, Blaise podía parecer el matón, sin embargo, tenía una actitud dulce, siempre buscaba la manera de cuidar a quienes amaba, Theodore era el "chico malo" siempre gruñendo cuando algo no le gustaba, pero protegiendo con mano cerrada a sus amigos y Draco era el de las fantasías, soñaba con que todos encontraran a su amor verdadero, leía novelas románticas y hablada de Potter como colegial enamorado.

Pero esto era sólo entre paredes, fuera de Slytherin, eran los hijos de Puta sin sentimientos y estaban orgullosos de ello.

—¡Con una chingada! Si, le correspondí —Dijo Blaise finalmente, cansado de sentir la mirada penetrante de sus amigos —Pero después salí corriendo —Suspiró

—No debiste correr, un Slytherin no huye —Le regañó Nott, con una sonrisa suave en el rostro.

—No pude evitarlo, sentía que todas las emociones se desbordan, tenía dos opciones, correr o llorar —Encogió los hombros —Aquí es donde les pregunto ¿Qué hubieran hecho ustedes?

Draco asintió en comprensión, después de todo él también había corrido después de la casi confesión de Potter.

—Saben, Longbottom se me acercó ayer —Theodore habló después de un silencio prolongado —Había estado rondandome durante días, parecía querer hablar pero huía, ayer se acercó, me saludó y me pidió una cita —

—¿Qué hiciste? —Pansy se sentó a un costado del rubio, cruzando una pierna sobre la otra.

—Lo rechacé, no tengo nada en contra del tipo, pero Longbottom is not my style —

Una risita colectiva se escuchó, claro que el chico no era su estilo, Nott solía salir con tipos más grandes y con más presencia, "me gusta que me dominen" había confesado una vez cuando jugaban con una botella de cristal.

ENAMORA A UNA SERPIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora