XVII

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El tiempo pasó con rapidez, los días se convirtieron en semanas y las semanas en un mes, sin embargo, todo había cambiado dentro de Hogwarts, Gryffindor y Slytherin había dejado su rivalidad para ignorarse completamente.

No había más gritos, insultos y peleas entre las serpiente y leones, no había miradas de asco, ni sonrisas prepotentes, solo un contante ir y venir de suspiros llenos de anhelo, pero ninguna de las partes estaban listas para dar el primer paso.

Las primeras dos semanas Harry había buscado la manera de acercarse al rubio, le mandó notas, le sonrió por los pasillos, incluso lo saludaba de manera amable, pero se había rendido cuando vio que las cosas nunca volverían a ser como antes.

Ahora, Harry huía cada vez que se encontraba con el Slytherin en los pasillos, daba la vuelta y ponía cualquier pretexto para no tener que verlo "Me duele su frialdad" le había confesado a Hermione una noche de llanto.

Draco, aun con el corazón herido, había notado en cambio en Potter, al principio le había parecido una buena decisión por parte de Gryffindor, pero cuando este comenzó a ignorar su presencia, el vacío en su corazón creció cada vez más "Soy un masoquista, prefiero que me hable y me duela, a que solo volteé el rostro y finja que no existo" le contó a Theo entre suspiros desganados.

Por otra parte, aunque Blaise trataba de ocultarlo para no levantar sospechas, la alegría con la que brillaba su rostro cada vez que veía a Ron Weasley no había pasado desapercibida por nadie, aun así, ninguno de sus amigos trató de arruinarle su felicidad, pues si su corazón estaba con el pelirrojo ¿Qué eran ellos para alejarlo?

Habían notado las miradas, las notas por debajo de la mesa de las aulas, las sonrisas discretas y las salidas poco usuales del moreno, sabían que le había dado una oportunidad al león, y también entendían el miedo a contarles sobre su relación. Esperarían pacientemente a que Zabini tomará valor y les hablara de ello.

Con Goyle había sucedido lo mismo, sin embargo, él no era precisamente discreto, saludaba con cariño a la buena copia, le sonría cuando lo veía e incluso lo habían visto hablar con él de vez en cuando, sumergidos en una burbuja. Hace una semana, comenzaron a pasearse por los pasillos de la mano y se daban besos tiernos en las mejillas. "Si no les parece, lo siento, pero de verdad quiero a Fred, no pueden simplemente enojarse conmigo por seguir lo que mi corazón quiere" dijo el chico cuando Pansy muy molesta le reclamó su falta de dignidad.

Crabbe la había pasado mal la primer semana, había dejado de comer porque el idiota de George Weasley lo insultó usando su sobrepeso, sin embargo, un día una bonita nota con caligrafía hermosa le había llegado con una chica de Hufflepuff, desde entonces el admirador secreto de Vincent no se había detenido, cada mañana y cada noche algo llegaba para él, siempre notas cariñosas, un caramelo o una rosa. Se estaba convirtiendo en la envida de muchos.

Theodore, por otra parte, era quien más les preocupaba, cuatro semanas atrás una nota de su ex pareja abusiva, Viktor Krum, había llegado pidiéndole comenzar a escribiese, al principio Theo se negó, pero un día, con la mirada triste y una lagrima corriendole por la mejilla, aceptó la solicitud de Krum de ser amigos por correspondencia. Al parecer Neville había perdido el interés en él.

***

—Buenas noches, padre —Draco sonrió al ver a Lucius tomando el té.

Severus le había pedido que fuera a su oficina, pues su padre había acudido a él pidiéndole la oportunidad de hablar con su hijo, pues al parecer había algo importante que decirle.

—Hola, querido —Sonrió con cariño —¿Como has estado?

—Bien, aunque mi padrino cada vez exagera más con los deberes —Se quejó en un suspiro.

ENAMORA A UNA SERPIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora