ENAMORA A UNA SERPIENTE

IX

-¿Color? -Preguntó Neville con voz ronca.

-Ve-Verde -Murmuró en un gemido.

-Bien, cuenta los que faltan, querido -

El golpe de piel contra piel resonó en la habitación, aumentando la temperatura de sus cuerpos.

-Ocho -Dijo en un jadeo.

Un nuevo golpe lo hizo estremecer.

-Nu-Nueve -Sollozó.

El último cayó con más fuerza sobre la piel de sus glúteos, haciéndolo aullar en una mezcla de placer y dolor.

-Diez -

-Lo hiciste muy bien, Theo, muy, muy bien -Halagó Longbottom acariciando la piel lastimada.

Se sentía caliente al tacto y podía distinguir cada uno de sus dedos dibujados en la bonita piel de la serpiente. Con cuidado lo ayudó a ponerse de pie y posteriormente a arrodillarse frente a él.

-¿Puedes decirme porque te castigué, mi niño?

-Porque lo desobedecí, señor, yo-yo me toqué sin su permiso.

Lo vio pasar saliva con dificultad, su cuerpo desnudo sonrojado por el esfuerzo de permanecer quieto en su regazo y las lágrimas aun brotando de sus ojos lo llenaron de orgullo, él había provocado todo eso en Theodore.

-Muy bien -Neville se puso de pie, caminó alrededor de la habitación con luz tenue que la sala de menesteres les había prestado, tomó la túnica del Slytherin y se la tendió -Por no haber obedecido, esta noche no voy a dejarte correr, espero que aprendas la lección, cariño.

-Si, señor -Titubeó Theo.

Tomó la túnica que le ofrecían y se puso de pie, no sin antes pedir permiso. Colocarse la prenda sobre su piel sensible era el peor de los castigos, cada rose lo hacía estremecer y soltar suaves jadeos.

-Ven aquí, niño, vamos a descansar un rato.

Neville subió a la cama, llamando al Slytherin con la mano, de inmediato la serpiente obedeció, colocándose a un costado del cuerpo del otro con la cabeza apoyada en el pecho de su acompañante.

-¿Como iniciaste con esto, Theo? -Preguntó Longbottom.

Los dedos largos se enredaron en la hebras del muchacho, peinandolo y acariciando el cuero cabelludo.

-¿Llevamos tres días en una relación y ya quieres saber toda mi vida? -El jalón en su cabello lo hizo gritar -Lo lamento.

-Dijiste que la base de este tipo de relaciones era la confianza, necesito saber que vas a poner de tu parte, Theo -Explicó el Gryffindor -Ahora dime ¿cómo iniciaste? -Ordenó.

-Está bien, señor -Dijo con resignación.

Le había prometido al maldito idiota poner todo de su parte para que - lo que sea que tuvieran- funcionara, y un Slytherin era de palabra.

-mi padre murió cuando tenía diez años, mi madre perdió la cordura así que tuve que asumir el papel de líder familiar, a pesar de que públicamente mi tío era quien llevaba las empresas era yo quien tenía el peso de elegir y cuidar -Suspiró -No tuve tiempo de ser niño, tuve que crecer y convertirme en un adulto.

Inconscientemente apretó con fuerza el uniforme de Neville, había sentido envidia de sus amigos, enemigos y conocidos, él no pudo jugar, no tuvo tiempo de disfrutar de aprender a volar, ni siquiera podía ir a fiesta infantiles, todo lo que conoció fue la aburrida vida de un hombre mayor.

-A los quince conocí a Viktor Krum, fue como un click, comenzamos a hablar y eso, me gustaba la manera en que me trataba, me protegía y cumplía cada uno de mis caprichos, me volví un niño a su lado -Sonrió por el recuerdo -A los dieciséis me cobró todo lo que me había dado -El gruñido de Longbottom lo hizo reír -Al principio era suave pero poco a poco comenzó a volverse agresivo y por muy extraño que parezca me resultaba placentero, finalmente me descubrí arrodillado ante él pidiendo que me follara.